A TRABAJAR. El plantel de Boca retomó los entrenamientos luego de la dura caída contra Huracán. Prensa CABJ
Después de la dura caída ante Huracán y en medio de un clima espeso, Boca volvió a entrenarse con la mira puesta en el clásico contra Racing, que se disputará el sábado 9 en “La Bombonera”. La jornada no fue una más: marcó el inicio de una etapa de ajustes, tanto en lo futbolístico como en la dinámica interna del plantel.
En ese contexto, Miguel Ángel Russo encabezó una charla con el grupo para empezar a descomprimir tensiones y dejar en claro que habrá modificaciones. “En estos 15 días hay que trabajar mucho para lograr el cambio que el club necesita”, había anticipado el DT en conferencia de prensa. Y ese mensaje empezó a tomar forma desde el primer día de la semana.
Mientras se barajan cambios en la metodología de trabajo (con posibles dobles turnos, entrenamientos en “La Bombonera” y hasta concentraciones más largas), dos jugadores volvieron a entrenarse de forma diferenciada: Ayrton Costa y Carlos Palacios, ambos con situaciones particulares.
Costa arrastra un desgarro sufrido en el debut con Benfica en el Mundial de Clubes, lesión que se agravó tras jugar el segundo partido contra Bayern Múnich. Lleva 40 días sin competir, pero es uno de los apuntados para recuperar el puesto cuando reciba el alta, más allá de los correctos desempeños de Marco Pellegrino.
El caso de Palacios, en cambio, mezcla lo físico con lo disciplinario. Tras la fiesta de cumpleaños no se entrenó por una molestia en las rodillas y quedó afuera de la lista para los partidos con Atlético (Copa Argentina) y Huracán. Sin parte médico oficial, su posible regreso dependerá más de una decisión del cuerpo técnico que de su evolución física.
Merentiel es uno de los pocos que se salvan de las críticas en Boca
Otro nombre que estuvo en el foco fue el de Miguel Merentiel. Su salida repentina en el último juego había generado ruido, pero este martes hubo una charla con Russo y la situación quedó aclarada. Incluso, una bandera con su nombre apareció en el predio como muestra de respaldo.
Con 11 días por delante y una necesidad urgente de reacción, Boca intenta reacomodarse. Las bajas, las decisiones técnicas y las tensiones internas forman parte del desafío que Russo debe gestionar para llegar al clásico con Racing mejor parado.





















