POSTURA. Uno de los posteos que publicaron los adolescentes en las redes sociales para defenderse de las críticas de vecinos.
La polémica por los adolescentes que circulan en bicicleta por distintos sectores de la capital recién comenzó. Los vecinos sostienen que generan problemas por su peligroso andar y que no respetan las normas de tránsito. Los señalados sostienen que no están cometiendo ningún delito y que sólo se trata de una actividad que es conocida a nivel mundial. Por último, las autoridades anunciaron que realizarán una tarea de identificación de todos ellos para informarle a sus padres lo que están haciendo.
“La situación es simple. Estos chicos andan por la calle molestando a todo el mundo. Circulan en banda gritando y generando temor entre las personas que se atreven a caminar por la vereda”, ironizó María del Carmen Jiménez. “Hace unos meses atrás eran unos cuantos; ahora, un montón. Son un peligro y, como son menores, nadie hace ni les dice nada”, agregó la odontóloga.
Según los registros de la Policía, son tres los puntos donde se encuentran los chicos. Las plazas Independencia, Urquiza e Irigoyen. La mayoría tienen entre 13 y 17 años, aunque hay algunos que tienen 18 o más años. Las mayores concentraciones se registran los fines de semana por la noche. Varios vecinos denunciaron que los adolescentes, la mayoría de ellos oriundos de los barrios de la periferia, circulan hasta altas horas de la madrugada.
“Los mayores problemas se registran cuando circulan por la calle Laprida. Como es una arteria muy angosta, suben y bajan a las veredas sin importarle absolutamente nada. Lo increíble es que nadie les pone límites”, aseguró Martín Lazarte.
El médico Juan Carlos Rivadeneira le restó importancia al caso. “Es tan sólo una moda. Pasó lo mismo con los skaters. En vez de estar buscando una solución para que los ‘encanen’ les deberían crear un lugar para que ellos se muevan ahí. No todo se debe solucionar con mano dura”, comentó.
La reacción
Los señalados eligieron las redes sociales para defender su actividad. “La bici: te hace tirar cuelgue cuando estás mal. No miente. No te aburrís. Roba miles de miradas”, se puede leer en un posteo que está acompañado con un adolescente haciendo un willy, mientras sus amigos lo filman con sus celulares.
Los adolescentes defendieron su actividad asegurando que su intención no es generar inconvenientes a nadie. “Tanto les va a molestar si no le hacemos nada a nadie solo estamos disfrutando de lo que más nos gusta hacer”, comentó Thiago en un posteo de Instagram de este diario.
“La verdad que no hay nada que les caiga bien a ustedes. No es por faltarle el respeto a nadie, pero las calles y las plazas son públicas y somos dueños de andar donde se nos cante al igual que ustedes”, añadió otro adolescente. Lo que pasa con ustedes es que no saben qué hacer con sus vidas más que fastidiar a las demás personas por vivir las suyas a su manera”,.
La aglomeración de chicos no es casual ni improvisada. Se trata de diferentes grupos de ciclistas que se reúnen desde 2024 para pasear por la provincia “en banda”.
Según explicaron algunos de los jóvenes, la práctica se llama “Stunt”, un deporte que consiste en realizar acrobacias y trucos con una bicicleta. “Es una pasión, no cometemos ningún delito”, afirmó la cuenta de Instagram @bike_al_cuelgue.tuc, que representa a parte de los adolescentes que llevan a cabo esta disciplina.
Mayor control
“Mucho no podemos hacer porque no cometen delitos y, además al ser adolescentes, legalmente no podemos actuar contra ellos”, se apuró en aclarar el jefe de Policía, Joaquín Girbau. “Sí hemos decidido hacer un relevamiento, tarea que estará a cargo del personal de Distritos Urbanos”, añadió el titular de la fuerza en una nota con LA GACETA.
El titular de la fuerza dijo que la idea es identificarlos para poder citar a sus padres. “Creemos que varios de ellos no saben lo que están haciendo sus hijos en el centro, mucho menos a altas horas de la noche”, informó.
Girbau destacó además que el trabajo servirá para averiguar si están estudiando e identificar a los establecimientos educativos donde asisten. “Se puede hacer un trabajo interdisciplinario para evitar que se registren más inconvenientes y llevar tranquilidad a los vecinos”, finalizó.
