Revés electoral para Milei: la prudencia de Jaldo y un posible viaje a Buenos Aires

Un llamado de atención para el Gobierno nacional. Esa frase es común entre los gobernadores denominados dialoguistas, que incluye al tucumano Osvaldo Jaldo. La escribió el santafecino Maximiliano Pullaro, en su cuenta en la red “X”, cuando posteó: “La gente no quiere más gritos, quiere hechos. Los argentinos queremos crecer y desarrollarnos con seguridad y en paz. Desde el interior productivo tenemos mucho para decir y, sobre todo, mucho para hacer”. Las mismas palabras fueron escritas por el cordobés Martín Llaryora. Las reafirmó el salteño Gustavo Sáenz, en el mismo canal, al señalar: “no más discursos de odio, nada bueno puede construirse desde ahí. No volver al pasado, discutir el presente y construir el futuro, ese debe ser nuestro Norte”. Y hasta Jaldo se animó a subirse a ese tren, al postear: “Estos resultados nos marcan el camino: los argentinos queremos paz social, unidad, trabajo y producción, para seguir construyendo una Patria mejor.

Anoche, en el entorno del mandatario tucumano, se comentaba que es posible que este lunes viaje a Buenos Aires a una ronda de evaluación en el seno del Partido Justicialista. En esa misma orientación se encontraba el senador nacional Juan Manzur, que anduvo buscando pasajes para llegarse hasta Matheu 130 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sede del Partido Justicialista Nacional.

Se estima que en las próximas horas habrá una convocatoria que, según trascendió, no sólo apunta a evaluar los resultados bonaerenses, sino también reperfilar la campaña rumbo a las parlamentarias del 26 de octubre.

Jaldo, de todas maneras, adopta la prudencia, como sus pares de otros distritos argentinos. Sucede que dentro de una semana habrá un nuevo round con el Gobierno nacional: el debate por la distribución de partidas del Presupuesto 2026. El Ministerio de Economía de la Nación tiene plazo hasta el 15 de este mes para elevar el proyecto al Congreso. Antes, los mandatarios querrán saber cómo se distribuirán las partidas durante el año par y si la motosierra será tan dura como presagia la Casa Rosada.

La derrota en Buenos Aires los pone en una situación especial en el marco de la negociación por la “planilla de la felicidad”, tal como se la conoce a la distribución de fondos de coparticipación federal. Además, los gobernadores intentarán que Milei les asigne algunas obras o no recorte ciertas partidas que hacen al desenvolvimiento de algunos distritos del interior. En el medio se dará la discusión integral sobre la reforma impositiva, que incluye un nuevo esquema de reparto de fondos federales.

La elección de este domingo redefinió la política. Y los gobernadores están dispuestos a hacerse escuchar, frente a las amenazas de más motosierra y menos discrecionalidad.