CALMA. Miguel Ángel Russo quiere terminar con algunas actitudes de sus jugadores, que cayeron mal en el cuerpo técnico.
Boca puso en marcha una nueva semana de entrenamientos con la cabeza puesta en el duelo del domingo ante Central Córdoba, en "La Bombonera", por la novena fecha del Clausura. Sin embargo, más allá de la preparación futbolística, Miguel Ángel Russo decidió encarar un tema interno que preocupa: las reacciones de algunos futbolistas cuando son reemplazados.
El último caso fue el de Carlos Palacios, quien el pasado fin de semana, en el empate ante Rosario Central en Arroyito, mostró su enojo frente a las cámaras al increpar a Claudio Úbeda, ayudante de Russo, tras ser sustituido por Alan Velasco a los 27 minutos del complemento. La actitud del mediocampista chileno no cayó bien en el cuerpo técnico, que ahora planea una charla grupal para aclarar la situación y evitar que episodios similares se repitan.
No se trata de un hecho aislado. Edinson Cavani ya había tenido un cruce parecido en Mendoza, cuando fue reemplazado en el triunfo ante Independiente Rivadavia. Aquel gesto de disconformidad con Úbeda quedó como una anécdota, pero desde entonces el uruguayo jugó todos los partidos completos. También Miguel Merentiel protagonizó una escena insólita en la tercera fecha frente a Huracán: creyó que iba a ingresar en el segundo tiempo, pero en realidad había sido reemplazado, y terminó corriendo al vestuario en medio de la sorpresa general.
Russo apuesta a ordenar la interna en Boca
Si bien en ninguno de los casos hubo sanciones deportivas, en el cuerpo técnico entienden que estas actitudes no deben repetirse en público, porque los exponen frente a los hinchas. Por eso, Russo buscará ordenar la interna y remarcar que las decisiones técnicas deben respetarse.





















