Desde el pasado, pensando en el futuro
María Celia Bravo, Gabriela Tío Vallejo y Julio Saguir son tres de los expertos involucrados en distintas etapas de “Enseñame Tucumán”. Comparten con LA GACETA la importancia de este concurso que abre un nuevo campo para la apropiación de conocimientos sobre la provincia con el espíritu de sentir pertenencia y orgullo, para tener en claro de dónde venimos y así proyectar hacia dónde vamos. Los historiadores fueron consultados sobre el objetivo trazado con el proyecto en forma integral, cómo fue su génesis, cuál es su impacto entre los estudiantes y en qué consistió su involucramiento en la iniciativa, entre otros aspectos. Sus respuestas aportan a entender la proyección de una propuesta que es mucho más que un concurso y que marca una forma de reforzar la identidad local.
María Celia Bravo
- ¿Cómo se vinculó con los libros que se utilizan en “Enseñame Tucumán”?
- Tuve a mi cargo la coordinación general de la Colección de Historias Temáticas de Tucumán, siglo XIX y XX, realizada en el marco del bicentenario de la independencia argentina. Se elaboraron 11 volúmenes a cargo de distintas coordinadoras y con la colaboración de 46 autores, la mayoría historiadores, pero también colaboraron geógrafos, antropólogos y alumnos avanzados de la carrera de historia que se desempeñaron como pasantes. Se abordaron estos temas: “Las comunidades indígenas: etnoterritorios, prácticas y saberes ancestrales”; “Las comunidades de inmigrantes: mundo asociativo, fiestas y trabajo”; “El asociacionismo empresario: sociabilidad y política”; “La población: su dinámica y los retratos resultantes”; “La agricultura: actores, expresiones corporativas y políticas”; “La política: de las facciones a los partidos”; “La educación: antecedentes, etapas y agentes. Consensos y resistencias”; “Las comunidades religiosas: entre la política y la sociedad”; “La cultura: Artistas, instituciones, prácticas”; “El trabajo: actores, protestas y derechos” y “La salud: instituciones, espacios y actores”.
- ¿Cuál fue el objetivo buscado?
- El material fue pensado para divulgación del público en general, especialmente adultos interesados en el pasado de la provincia. No se priorizó el uso didáctico de los libros como material de estudio para las escuelas de la provincia. En parte, porque sus contenidos no se utilizaban todavía en la currícula de las escuelas tucumanas. Desde ese punto de vista, el esfuerzo realizado por el Ministerio de Educación es muy importante. Se lograron adaptar contenidos diversos para los jóvenes a quienes se los introdujo en el conocimiento de diferentes aspectos de la historia.
- ¿Ese cambio tiene proyección en el tiempo?
- Los libros fueron ideados, como los trabajó el Ministerio de Educación, bajo la guía del docente, cuyo rol es indispensable para seleccionar las lecturas, inspirar y generar preguntas, que surgen del diálogo en la clase. De ese intercambio, los jóvenes toman dimensión del papel del tiempo, concepto que puede parecer abstracto, pero en la medida que se lo comprende permite navegar a través del pasado y entender los desafíos que enfrentaron las generaciones que nos precedieron. Espero que los docentes y los alumnos encuentren en los libros las claves que iluminen la vida de los pueblos originarios, el papel político desempeñado por la provincia en el devenir de nuestro país, las instancias del desarrollo económico fundado en la actividad azucarera, la organización social, cultural, educativa, el papel de las comunidades extranjeras y sus formas de sociabilidad, además del desarrollo de nuestro sistema de salud pública.
- ¿Cómo evalúa el concurso en sí? ¿es un vínculo entre lo pedagógico y lo lúdico?
- “Enseñame Tucumán” funcionó como un disparador de la curiosidad, atizó la necesidad de entender nuestra rica historia cultural, quizás permitió comprender nuestra densa trayectoria ferroviaria, las formas de nuestra organización urbana, el desarrollo cultural de la provincia, cuyos edificios son testigos de un pasado que cobra sentido y abre la puerta para la reflexión. El vínculo entre aprender y jugar permite conocer el pasado de una forma lúdica bajo la guía de docentes preparados y comprometidos. La iniciativa del Ministerio me parece excelente y felicito a las distintas instituciones que participaron en este proyecto.
- ¿Hay una satisfacción personal, además?
- En 2016 la realización de los libros constituyó el puntapié inicial que funcionó como la base de este certamen. La utilización didáctica de la Colección de Historias Temáticas refleja también la articulación de docentes e investigadores de distintas instituciones (UNT y Conicet), con el Ministerio de la Provincia, especialmente su personal técnico, para que docentes y los alumnos de nivel secundario puedan interiorizarse en el conocimiento de la historia de nuestra provincia, lo que constituye un gran logro colectivo que me llena de alegría. Y necesito mencionar a quienes participaron en la redacción de los libros conmigo: Alberto Sosa Martos, Alejandra Landaburu, Ana Isabel Rivas, Antonio Ramos Ramírez, Beatriz Álvarez, Claudia Elina Herrera, Cristina López de Albornoz, Cynthia Folquer, Daniel Jiménez, Daniela Wieder, Diana Ferullo, Fernando Longhi, Nora Beatriz Puente, Viviana Pérez, Eliana Jazmín Homssi, Esteban Ábalo, Facundo Nanni, Florencia Gutiérrez, Florencia Villagra, Gloria Zjawin, Dinorah Cardozo, Julia Patricia Ortiz de D'Arterio, Julieta Bustelo, Leandro Lichtmajer, Lucía Santos Lepera, Lucía Vidal Sanz, Lucila Ragone, Marcela Vignoli, María Belén Sosa, María del Carmen Rosales, María Estela Fernández, María Florencia Correa Deza, María Paula Parolo y María Lenis.
Gabriela Tío Vallejo
- ¿Este certamen puede fomentar el conocimiento real de la historia tucumana, tanto en los concursantes como en el público?
- Este tipo de concursos puede despertar interés, sobre todo porque es improbable que se conozca la historia local. Hace varios años que desde el Ministerio de Educación se intenta incluir la historia de Tucumán en los libros de textos, que suelen tratar temas de historia argentina en general. Con esta iniciativa se está llamando la atención sobre acontecimientos o actores, lo que provoca el deseo de conocer los contextos, las biografías y su relación con explicaciones amplias sobre lo sucedido y su evolución en el tiempo.
- ¿El material elegido es el más adecuado?
- El concurso propicia el interés por la historia de las ciudades tucumanas con un material ideal para este tipo de certámenes. Esta propuesta trabaja con colección de Historia de los Municipios, que fue pensada para un público no especialista en historia; se lo proyectó como un libro de divulgación pero con rigor científico, que sirviera también para la docencia en los distintos niveles. Fue un proyecto editoral ambicioso, producido en el marco de la celebración del Bicentenario, que se realizó en tiempo récord con la participación de más de 20 profesionales y que se propuso reconstruir el origen y evolución de cada lugar. Así, se puso en valor lo local, buscando la participación de la comunidad de cada municipio a través de entrevistas, localización de fuentes, tratando de identificar cuáles podrían ser aquellos acontecimientos, personajes o momentos que pervivían con más fuerza en la memoria colectiva.
- ¿Cuál es la mayor dificultad que se presenta en el concurso?
- No es fácil conciliar la complejidad de los procesos históricos, como ocurre con cualquier disciplina científica, con preguntas puntuales. Pero pienso que la idea es utilizar un espacio de gran difusión como es el streaming de LA GACETA para llamar la atención sobre los hechos tucumanos, aprovechando la disponibilidad de libros escritos por profesionales de la historia de la UNT y con un formato preparado también por docentes. Se miden distintos tipos de saberes. La historia se explica por procesos que pueden ser muy complejos y que involucran diversos aspectos de la realidad social, pero los acontecimientos y personajes forman parte de esos procesos. Por ejemplo, el libro sobre San Miguel de Tucumán, como todos los de la colección, tiene la virtud de contextualizar y relacionar la historia de cada municipio con procesos mas generales a nivel nacional y global, lo que no suele encontrarse en las crónicas locales, las que desde luego tienen su valor.
- ¿Se está escribiendo la historia reciente, la de este siglo?
- Los acontecimientos recientes resultan muy atrayentes para quienes estudian historia y en los últimos años ha crecido mucho su abordaje. De hecho entre los autores y autoras de las dos colecciones que se usan en el concurso hay especialistas en historia reciente de Tucumán y entre los estudiantes de historia suele ser un período muy atractivo. En el Instituto de Investigaciones Históricas “Dr. Ramón Leoni Pinto”, al que pertenece la mayoría de quienes escribieron la historia de los municipios, hay un grupo que trabaja mucho con los relatos orales además de otras fuentes de los siglos XX y XXI, en temas tales como los movimientos sociales de los 60 y 70, el cine, la educación, la industria azucarera y el cierre de los ingenios, la prensa y la acción de los sindicatos, entre otros abordajes.
Julio Saguir
- ¿Qué se pretende con esta propuesta, desde su mirada?
- Siento que el objetivo institucional es insertar la historia de la provincia en el sistema educativo. Por otra parte, yo tenía mi propio interés, quizás un viejo sueño y anhelo, de difundir las colecciones de historias de Tucumán, que junto con Carlos Páez de la Torre supimos impulsar desde el Ente del Bicentenario, y que para mí es uno de los legados culturales más importantes de ese momento. Esos libros se han repartido y entregado, pero había algo más por hacer aún, había un deseo mayor todavía para dar a conocer los trabajos de estos historiadores tucumanos contando las historias de municipios y de la provincia toda.
- ¿Cuál es su rol dentro de “Enseñame Tucumán”?
- Mi lugar es una suerte de mediación, de generación de diálogo y encuentro en el sentido que en algún momento, mientras estaba en la gestión pública (NdelaR: fue ministro de Educación y secretario de Estado de Gestión Pública y Planeamiento), ya hace años y hablando con Federico Van Mameren, le escuché el grato recuerdo de los concursos de LA GACETA y me mostró material de archivo. Estaba muy entusiasmado con hacer algo así nuevamente y por mi propia relación y diálogo, sabía que la ministra de Educación de la Provincia, Susana Montaldo, también estaba muy interesada en fortalecer este tema desde hacía tiempo. Entonces impulsé el encuentro entre nosotros, acerqué, impulsé, y de algún modo generé un espacio común. Puse junto estos anhelos comunes que no estaban encontrándose. Lo que hice fue colaborar al encuentro de intereses convergentes, pero incomunicados hasta ese momento.
- ¿Quedó conforme con la dinámica alcanzada?
- A la vista está. Se suscitaron esos encuentros y reuniones, cada uno con su equipo que fue aportando lo suyo y salió esta belleza. La tarea del Ministerio de Educación fue óptima, y había comenzado previa al concurso, para ver cómo pasar aquel material escrito por historiadores al aula.
- Ese tránsito no debe haber sido sencillo...
- Hay una distancia grande entre la obra escrita por un historiador y su apropiación por el público amplio del aula. Ya había un equipo que había comenzado esa tarea súper espectacular, de elaboración de un nuevo material pedagógico para los maestros, con sugerencias bibliográficas. Se armó lo que se armó y hasta ahí yo llegué: cuando estaba armado el cronograma, entonces ya no tenía más que hacer.
- ¿Cómo evalúa los programas ya emitidos?
- El resultado es sencillamente espectacular, he visto los programas, he leído en el diario las notas y sinceramente me sorprende que los chicos estén recuperando su sentido de pertenencia, su idea de identidad en momentos que en hablamos tanto del impacto de la tecnología. Era lo que uno se imaginaba y deseaba, lo que de alguna manera tenía en mente. Pero cuando vos los escuchás en los programas diciendo de qué manera sucedieron los hechos históricos, te sorprendés gratamente. Lo que se ve es muy fuerte, gente joven que ha vuelto a valorar la provincia, que se ha vuelto a reencontrar con el sentido de la Estatua de la Libertad en la plaza Independencia, por ejemplo. Eso es hermoso.
- ¿Ese resultado inicial se puede proyectar a futuro?
- Estamos alimentando las raíces de las historias que los mismos estudiantes luego escribirán y que posiblemente no terminen en el lugar en el que han nacido. Sus raíces han sido profundizadas de esta manera y eso no es un tema menor. Uno se puede ir afuera y está muy bien hacer su vida en otro lado. Pero, cuanto más profundas están las raíces, y este programa es un modo de hacerlo, ese volar tiene otro sentido, tiene otra forma, mucho más rica.


















