Hace menos de una semana, Netflix estrenó su nueva gran producción, “La Casa Guinness”. De la mano de Steven Knight, creador de la aclamada “Peaky Blinders”, la serie ya se posicionó entre las 10 más populares de Argentina y todo parece indicar que va camino a consagrarse como la más vista de los últimos días.
Calificada por la plataforma de streaming como un título ingenioso, “La Casa Guinnes” cuenta una historia de época que, según los críticos, no solo tiene un ambiente al estilo “Peaky Blinders”, ambientada en Gran Bretaña; además, cuenta un drama familiar con negocios y aspiraciones de reconocimiento que asemeja la historia a “Succession”, la exitosa serie de HBO Max.
Ya desde el primer capítulo la familia Guinness –o lo que queda de ella–, está atravesada por una decisión respecto a la que nada puede hacerse. Benjamin Lee Guinness acaba de fallecer y en la lectura del testamento, sus cuatro hijos se enteran de que la gran empresa cervecera de la que era dueño será heredada por solo dos de ellos.
“La Casa Guinness”: la realidad detrás de la serie de Netflix
La serie tiene solo ocho capítulos que duran entre 49 y 55 minutos y, aunque no se anunció nada aún, ya hay espectadores que aguardan una segunda temporada. La historia que cuenta está basada en gran parte en la historia real de la cervecería Guinness, que atravesó fuertes conflictos tanto en su directorio como con sus trabajadores y en la sociedad irlandesa.
Los fuertes nombres de la serie condicen con la actualidad de algunos de los miembros de la familia. Pero ninguno de ellos participa actualmente en la dirección de la compañía cervecera. Es que desde hace décadas, ningún integrante de la familia Guinness forma parte de la empresa. Su último director, de hecho, se retiró en la segunda mitad de la década del 80.
En 1997, la empresa fue vendida a un gran conglomerado y se fusionó con Grand Metropolitan PLC para formar Diageo PLC, también dueña de firmas como Johnnie Walker y Smirnoff. Aunque algunos Guinness conservan acciones de la marca, no tienen incidencia directa sobre la toma de las decisiones importantes dentro de la empresa.
Hoy, algunos de los Guinness son reconocidos en otros rubros como la moda, el arte y la filantropía. Arthur Edward Guinnes, por ejemplo, es el conde de Iveagh y administra la finca Elveden en Suffolk. Jasmine Guinness es una reconocida diseñadora de moda y modelo y Sabrina Guinness es productora audiovisual.























