EN TERRITORIO. La estrategia peronista en la Capital se sustenta en las estructuras y su poder de movilización.
El peronismo apunta a ganar tres de las cuatro bancas que renueva Tucumán en Diputados. Y para acercarse a ese objetivo de máxima, entre la dirigencia tienen claro que será fundamental la pelea por la Capital, principal distrito electoral de la provincia, con casi el 35% del padrón.
En la recta final de cara a las elecciones de este domingo, los principales armados del PJ organizan sus estructuras territoriales en los barrios de San Miguel de Tucumán. Y mientras pulen detalles de la logística, los “caciques” aprovecharán hasta el último día para capacitar y arengar a fiscales y referentes barriales, a la espera de una contienda que tendrá el debut de la boleta única papel (BUP) como instrumento de sufragio.
Buenas y malas
En el pasado reciente, a la hora de las nacionales, el PJ alternó buenas y malas en la Capital.
Algunos “compañeros” rememoran las intermedias de 2005, cuando el alperovichismo alineado a los “K” arrasó en toda la provincia y se quedó con los cuatro escaños. En contrapartida, el balotaje de 2023 resultó un duro revés para los líderes territoriales, dado que Javier Milei se llevó seis de cada 10 votos en la ciudad, y se hizo fuerte incluso en circuitos históricos del pejota.
Un poco antes, en las generales de medio término de 2021, la coalición de Juntos por el Cambio se ubicó como la lista más votada en esta sección electoral (superó el 42% de los votos válidos del distrito), dejando muy atrás a un “Frente de Todos” (poco más del 28%) que venía de una tensa interna entre jaldistas y manzuristas.
Ahora, en el peronismo unificado bajo el sello del frente “Tucumán Primero” confían en que recuperarán la casilla del medio en la Capital, tal como se dio en los comicios de orden local de 2023, con el triunfo de la hoy intendenta Rossana Chahla.
¿Cómo se preparan los “compañeros” para pugnar por un distrito que registra 464.932 electores? Hasta los más optimistas advierten que dentro de las cuatro avenidas se concentra electorado habitualmente reacio a apoyar al justicialismo. De todos modos, ponen un signo de interrogación respecto a la participación en los primeros circuitos. La hipótesis es que una eventual caída de la concurrencia en el centro, Barrio Norte, Barrio Sur y alrededores podría afectar severamente la cosecha de sus rivales, sobre todo, de libertarios, radicales y bussistas.
A su vez, los armadores del PJ ponen la mira en los barrios y aceitan las estructuras territoriales. Un dato a tener en cuenta es que ya se coordinó la tarea de cuidar el voto en cada mesa de sufragio. Para ello, se llevó adelante un “reparto” de las escuelas entre los principales referentes de cada circuito. La idea es que cada uno de ellos aporte los fiscales de mesa y los fiscales generales. No todos tendrán idénticas cargas. Algunos, por ejemplo, deberán responsabilizarse de una veintena de centros de votación; a otros, en cambio, les asignaron tres o cuatro establecimientos educativos. Buena parte de los recursos serán administrados por “siete u ocho acoples”, graficó un dirigente afectado a la logística del domingo. También se prevé movilización de votantes y una activa participación de dirigentes barriales cerca de cada escuela.
¿Pueden surgir tensiones o celos entre las distintas vertientes del Partido Justicialista? La mayoría de los consultados coincide en que esta organización es, a priori, saludable para los intereses del armado oficialista.
Si bien la lista de Tucumán Primero tiene una sola representante con territorio propio en la Capital -la legisladora Carolina Vargas Aignasse, segunda suplente-, en el PJ afirman que, al estar el gobernador Osvaldo Jaldo a la cabeza -además del vicegobernador Miguel Acevedo y del senador Juan Manzur como integrantes-, no habrá lugar para las “distracciones”. A todo esto se suma la participación de fuerzas ajenas al PJ en el frente electoral, como el alfarista PJS y Libres del Sur de Federico Masso. “La idea es que nos complementemos y no nos superpongamos. Hay que ganar; después veremos”, anticipó un “cacique” justicialista.






















