Por Benjamín Papaterra
31 Octubre 2025
Los Naranjitas M-17 ponen primera ante Cuyo: “Queremos un equipo que represente la historia de Tucumán”
El seleccionado tucumano juvenil debuta este sábado ante Cuyo, en el inicio del Campeonato Argentino M-17. El head coach, Emilio Valdez, habló sobre el proceso, la preparación y el orgullo de defender los colores de la provincia.
Los Naranjitas M-17 sueñan con volver al título en esta oportunidad.
El rugby tucumano vuelve a vibrar con su semillero más prometedor. Mañana, desde las 16, los Naranjitas M-17 debutarán ante Cuyo en el arranque del Campeonato Argentino Juvenil 2025, en el encuentro correspondiente a la Zona Campeonato 2, que completan Rosario y Salta. El duelo se jugará en la cancha de Cardenales y marcará el estreno de una categoría renovada -ya no M-18, sino M-17- con el mismo objetivo de siempre: dejar en alto la camiseta de la Naranja.
Tucumán llega con historia y hambre. En la edición pasada, el seleccionado juvenil fue tercero, detrás de Buenos Aires (campeón) y Rosario. Ahora, con un año y medio de trabajo acumulado, los Naranjitas buscarán volver a pelear por los primeros puestos en un certamen que reúne a los ocho mejores equipos del país.
Un debut esperado
El fixture marca que Tucumán recibirá a Cuyo en el estreno, visitará a Rosario la semana próxima y, posteriormente, disputará tres fechas en formato concentrado en San Juan Rugby Club (16 frente a Salta en el cierre de la fase de grupos, 19 y 23 de noviembre), donde se definirán los semifinalistas y finalistas.
Pero más allá de los nombres y el calendario, lo que domina la escena es la emoción por el regreso del seleccionado. Emilio Valdez, entrenador principal del M-17, no oculta su entusiasmo ni su orgullo.
Emilio Valdez, entrenador de Los Naranjitas M-17.
“Estamos preparando este debut con mucha intensidad y con muchas ganas. Es un grupo muy sólido, con una enorme pertenencia y compromiso. Queremos un equipo que represente a la Naranja en su historia, en su valentía, en su disposición y en sus ganas de competir cada segundo”, explicó.
Valdez considera que este proceso, iniciado hace más de un año, es uno de los más completos de los últimos tiempos. “Los chicos lo repiten siempre: no vemos la hora de que empiece esto para ver el fruto de tanto esfuerzo”, contó el entrenador.
La herencia de una camiseta pesada
Tucumán sabe lo que significa defender la Naranja. El seleccionado juvenil cuenta con seis títulos en la categoría (2006, 2009, 2011, 2013, 2017 y 2018), y cada camada intenta mantener vivo ese legado. Para Valdez, que vive este proceso con la pasión de un hincha, el desafío trasciende lo deportivo.
“Esto para mí es un sueño vivido despierto. Soy un fanático de la Naranja desde los años 80 y 90, y ahora tener la oportunidad de dirigir este equipo es un orgullo inmenso. He estado en el Centro de Rugby por 10 años, formando jugadores desde M-16, y que hoy me toque liderar el seleccionado es una alegría enorme”, expresó.
El DT destacó además la continuidad del proceso, algo inusual en años anteriores. “Esta vez, la Unión decidió darle continuidad al trabajo, y eso me llena de orgullo. Antes los procesos terminaban a mitad de año, con cambios de entrenadores. Hoy tenemos una línea de trabajo que se sostiene, y eso se nota en la identidad del grupo”, afirmó.
Una generación más preparada
El crecimiento técnico y físico de los jóvenes tucumanos es otro punto que entusiasma al cuerpo técnico. Según Valdez, los clubes de la provincia y los programas de capacitación han elevado considerablemente el nivel de los jugadores.
“Hay una diferencia abismal entre los chicos de ahora y los de mi primera camada, en 2016. Los clubes están trabajando de manera excelente, con entrenadores mejor preparados, y eso se refleja directamente en la calidad con la que llegan al seleccionado”, comparó.
El entrenador también valoró el trabajo conjunto con los clubes a la hora de conformar el plantel. “Nos apoyamos mucho en los entrenadores. Ellos proponen a los jugadores que ven con proyección, y nosotros buscamos reducir al mínimo el margen de error para que ningún chico con talento quede afuera del proceso”, dijo.
Un estilo de juego combativo y valiente
En cuanto al modelo de juego, Valdez propone un rugby intenso, agresivo y con sello tucumano. “Queremos un equipo combativo, que defienda con orgullo y que tenga la urgencia de terminar rápido el asedio del rival para pasar al ataque. Cada punto debe ser una batalla de valores y hombría”, definió.
La identidad Naranja estará presente en cada fase del juego: presión, contacto, orgullo y dominio territorial.
“Vamos a apostar mucho al scrum, a pesar de las limitaciones reglamentarias. Queremos generar presión desde ahí y disputar cada pelota. Desde esa intensidad queremos construir el derecho a jugar en otros espacios, con velocidad y dinámica”, agregó el DT.
Un torneo con historia y futuro
El Campeonato Argentino Juvenil 2025 volverá a tener su tradicional sistema de ascensos y descensos: el último de la Zona Campeonato descenderá, mientras que el campeón de la Zona Ascenso subirá.
En ese contexto, Tucumán buscará volver a ser protagonista, con una generación que combina juventud, formación y una fuerte identidad local.
“La idea es muy concreta: competir con la intensidad y la pasión que caracterizan a esta provincia. Queremos que los chicos sientan lo que significa ponerse esta camiseta. Que se note el orgullo en cada tackle, en cada ruck, en cada try”, remarcó Valdez.
El rugido de una nueva camada
El debut ante Cuyo marcará el inicio de un nuevo sueño colectivo. Los Naranjitas M-17 no solo representan a una unión histórica, sino a una provincia entera que respira rugby. El head coach lo resume con una frase que parece escrita desde el corazón.
“Queremos expresar, en cada segundo de partido, las ganas de ganar. Los chicos están muy enchufados y comprometidos. Esto es Tucumán: intensidad, pertenencia y orgullo. Y saldremos a demostrarlo desde la primera pelota del sábado”, señaló.
Con esa convicción, los Naranjitas vuelven a la cancha. Y en cada pase, en cada empuje, en cada grito, se escuchará el eco de una historia que sigue viva.
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