Dos científicas del Conicet son premiadas por sus estudios para salvar cultivos y frenar el dengue

L’Oréal-Unesco distinguió a Gabriela Pagnussat y a Mehrnoosh Arrar por sus aportes científicos.

CIENCIA. Mehrnoosh Arrar y Gabriela Pagnussat fueron reconocidas por sus investigaciones. CIENCIA. Mehrnoosh Arrar y Gabriela Pagnussat fueron reconocidas por sus investigaciones. / LA NACIÓN
13 Noviembre 2025

La ciencia argentina volvió a destacarse a nivel internacional. Esta vez el programa L’Oréal-Unesco reconoció a dos investigadoras del Conicet por proyectos que podrían transformar el futuro de la agricultura y la salud pública.

Gabriela Pagnussat, bióloga molecular de Mar del Plata, fue premiada por descubrir un mecanismo que permite a las plantas sobrevivir a olas extremas de calor, mientras que Mehrnoosh Arrar, de origen iraní y nacionalizada argentina, desarrolló una estrategia que podría frenar la replicación del virus del dengue.

Ambas fueron distinguidas en la 19° edición nacional del premio L’Oréal-Unesco, que busca impulsar la participación femenina en la ciencia. Este año, se presentaron 124 proyectos de todo el país, y sólo dos fueron seleccionados para recibir apoyo económico y visibilidad internacional.

Cultivos que resisten el calor

Desde el Instituto de Investigaciones Biológicas de Mar del Plata, Pagnussat y su equipo hallaron cómo detener la ferroptosis, un proceso celular que provoca la muerte de las plantas cuando las temperaturas superan los 40°C.

Su investigación, titulada “Hacia cultivos resistentes a las olas de calor”, utiliza tecnología CRISPR, un tipo de “tijera genética” que permite modificar la expresión de los genes sin alterar el ADN de manera externa.

El hallazgo abre una nueva puerta para la agricultura en tiempos de crisis climática. “Las olas de calor pueden reducir hasta el 50% la producción de alimentos”, explicó la científica marplatense al diario La Nación. Por eso la posibilidad de crear plantas más resistentes podría ser clave para enfrentar los desafíos del cambio climático y garantizar la seguridad alimentaria.

Además de su trabajo académico, Pagnussat es cofundadora de ThermoReLeaf SAS, una startup que busca llevar esta tecnología al campo para su aplicación comercial en cultivos como soja y arroz.

Una mirada al dengue desde la computación

Por su parte, Mehrnoosh Arrar recibió la beca para jóvenes científicas por su investigación sobre la proteína helicasa NS3, fundamental en la replicación del virus del dengue.

En su laboratorio no se trabaja directamente con el virus ni con mosquitos, sino con computadoras de alto rendimiento que simulan el comportamiento de las proteínas mediante modelos físicos y químicos.

Esta aproximación permite identificar posibles mecanismos para interrumpir la multiplicación del virus. “Estamos en diálogo constante con laboratorios que prueban nuestras hipótesis en modelos reales”, explicó la investigadora, que actualmente se desempeña como asistente del Conicet.

Arrar llegó por primera vez a Buenos Aires durante una pasantía universitaria y, fascinada por la experiencia, decidió radicarse en el país. Hoy, su historia combina ciencia, migración y amor: está casada con un investigador argentino y es madre de dos hijos nacidos en el país.

Más allá del premio

El reconocimiento entregado por L’Oréal-Unesco no sólo impulsa la continuidad de los proyectos galardonados, sino que también refuerza la visibilidad de las mujeres en la ciencia, un ámbito donde todavía existen brechas de género.

Desde su creación en 1998, el programa distinguió a más de 70 investigadoras argentinas y posicionó al país como uno de los más premiados de América Latina.

“Es importante mostrar que la inversión en ciencia básica puede transformarse en proyectos aplicados que mejoren la vida de las personas”, señaló Pagnussat. Siempre según la publicación de La Nación, ambas científicas coincidieron en que este tipo de premios no son un punto de llegada, sino una invitación a seguir investigando.

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