Donald Trump, presidente de EEUU.
El Gobierno de Estados Unidos ha emitido una nueva directriz que ordena a las autoridades migratorias denegar visados a extranjeros que padezcan obesidad u otras enfermedades crónicas o graves, al considerar que podrían convertirse en una “carga pública” para el país. La medida, adelantada por el medio especializado KFF Health News, amplía significativamente la lista de condiciones médicas que pueden hacer que un solicitante sea considerado “inelegible” para residir en Estados Unidos.
Una política basada en evitar costes y fraudes médicos
El Departamento de Estado envió esta nueva orientación a embajadas y consulados, donde los funcionarios deberán analizar si patologías como obesidad, diabetes, cáncer, hipertensión, apnea del sueño o asma podrían generar necesidades de atención médica “costosa y prolongada”.
Según la directriz, todas estas dolencias pueden requerir tratamientos de alto coste y, por tanto, representar un riesgo de dependencia económica del Estado. De esta manera, los agentes consulares deberán evaluar si cada solicitante dispone de recursos propios para asumir gastos médicos sin recurrir a programas públicos.
Estados Unidos lleva décadas aplicando revisiones de salud a los solicitantes de visa, con el fin de prevenir fraudes, especialmente en casos de personas que entrarían al país para recibir atención sanitaria y marcharse sin cubrir los costes.
Trump retoma medidas de su primera Administración
La política se enmarca en la estrategia migratoria del presidente Donald Trump, quien ya durante su primer mandato (2017-2021) impulsó restricciones para impedir que personas sin recursos o con enfermedades graves obtuvieran residencia permanente.
Varias de esas normativas fueron revertidas durante la Administración de Joe Biden (2021-2025), pero ahora la Casa Blanca republicana las restablece y amplía, reforzando los criterios de inadmisibilidad basados en salud y capacidad económica.
Edad y salud de los familiares, nuevos factores de exclusión
La orden también indica que una persona puede ser considerada inelegible por su edad, si ésta implica un riesgo elevado de depender de ayudas sociales. Además, se instruye a los funcionarios a evaluar la salud de familiares directos del solicitante —hijos, padres mayores u otros dependientes— para determinar si podrían convertirse en una carga para el sistema.
Contexto: una vigilancia renovada sobre la migración
Esta decisión se suma a un endurecimiento general de las políticas migratorias, motivado —según la Administración— por la necesidad de proteger los recursos públicos y evitar abusos en el sistema de salud.





















