El objetivo del Gobierno sigue vigente: recomponer las reservas del Banco Central

EJE. La Nación quiere que el BCRA muestre recomposición de reservas. EJE. La Nación quiere que el BCRA muestre recomposición de reservas.
24 Noviembre 2025

Un mes y una semana. Eso es lo que le queda a este tormentoso 2025, en el que el freno de la economía, la volatilidad cambiaria y el cumplimiento de las metas l FMI han sido una constante. La administración del presidente, Javier Milei, quiere cerrar este período con un Banco Central dando señales de recomposición de reservas, una baja adicional del Riesgo País y un ingreso a los mercados internacionales de deuda. En paralelo, señala un diagnóstico de Ecolatina, se podrían ir relajando ciertas restricciones a la Cuenta Financiera en la búsqueda por un mayor ingreso de capitales, que se enlazarían con una demanda de divisas menos reprimida. “El desarrollo será importante, dado que el Tipo de Cambio resultante demandará una tasa de interés que evite presiones dolarizadoras y a la par sea compatible con la actividad económica”, observa la consultora privada. Según Ecolatina, diciembre podría ser un mes de prueba de menores exigencias de efectivo mínimo (y mayor capacidad prestable) y una licitación “menos amañada” que permitiría expandir los pesos (vía un “rollover” menor a 100%) en un mes de mayor demanda. Por otro lado, sería una oportunidad para que el Central comience a recomponer reservas.

El quid de la cuestión, según GMA Capital, pasa por evitar que el Tesoro y el Banco Central tengan que utilizar sus divisas para pagar vencimientos de deuda, permitiendo así la acumulación neta de reservas a través de la cuenta financiera. El impulso generado por las emisiones y la menor incertidumbre poselectoral es hoy el principal sostén del esquema cambiario, agrega. Los futuros del dólar mantienen estabilidad: no hay señales de estrés por encima del límite superior, al menos hasta el primer semestre de 2026. Pero las bandas cambiarias también ganan aire por razones más estructurales. La estacionalidad juega a favor: en diciembre y enero, los argentinos demandan más dinero. El pago de aguinaldos, las Fiestas y las vacaciones explican este patrón recurrente. Esa mayor necesidad de liquidez reduce la presión dolarizadora y le da oxígeno al mercado cambiario, señala GMA.

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