Crece la presión sobre Kiev y Moscú para que pongan fin a cuatro años de guerra

El acuerdo de paz mantendrá la “plena soberanía” de Ucrania, afirma Estados Unidos, que oficia de mediador. El presidente Zelenski advierte que aún falta más “trabajo” en la negociación. La administración Putin se niega a perder activos congelados

FUEGO. Bomberos extinguen un incendio en el sitio donde golpeó una bomba arrojada desde un dron ruso, en Kharkiv, al noroeste de Ucrania.  afp FUEGO. Bomberos extinguen un incendio en el sitio donde golpeó una bomba arrojada desde un dron ruso, en Kharkiv, al noroeste de Ucrania. afp
25 Noviembre 2025

LUANDA, Angola.- Ucrania, que lleva casi cuatro años luchando contra la invasión rusa, volvió a situarse en el centro de intensos intercambios. La nueva propuesta para intentar poner fin a la guerra en Ucrania, que se discutió el domingo en Ginebra -a la que asistieron delegaciones de Kiev, Washington y potencias europeas-, reapareció ayer con fuerza al margen de una cumbre entre la Unión Europea y la Unión Africana, que se realiza en Angola.

El documento, impulsado por la administración del presidente estadounidense Donald Trump junto al Kremlin, incluye exigencias de Moscú e introduce garantías de seguridad contra nuevos ataques rusos, pero preocupa por las concesiones que supondría para Ucrania.

La cita en Ginebra marcó el primer encuentro formal para negociar sobre este texto, en medio de presiones diplomáticas, reservas de aliados europeos, el rechazo del Kremlin a perder activos congelados y las críticas que aseguran que es una “lista de deseos” rusa.

Fronteras “de facto”

La propuesta, que analistas como Thomas L. Friedman, columnista de “The New York Times” consideran una claudicación ante las demandas rusas, incluye algunos puntos clave muy polémicos, como el reconocimiento territorial de facto. En concreto, plantea reconocer Crimea y las regiones de Donetsk y Luhansk como territorio ruso. Ucrania debería retirarse de zonas del Donbás que hoy controla, que pasarían a integrar una franja desmilitarizada reconocida internacionalmente como parte de Rusia. En Kherson y Zaporizhzhia las líneas actuales serían fronteras congeladas. El texto también señala que Rusia renunciaría a posiciones fuera de estas cinco regiones, aunque sin precisiones operativas.

Fuera de la OTAN

El plan obliga a Ucrania a incorporar en su Constitución el compromiso de no ingresar en la OTAN. La alianza militar del Atlántico Norte debería establecer formalmente que no aceptará a Kiev en el futuro.

El documento incorpora un compromiso de que la OTAN no continuará su expansión, mientras Rusia asegura que no atacará a países vecinos.

Además, el acuerdo fija un máximo de 600.000 efectivos para las Fuerzas Armadas ucranianas y prohíbe el estacionamiento de tropas de la OTAN en territorio ucraniano, lo que condiciona las decisiones de Kiev sobre cooperación militar.

Con la Unión Europea

El documento propone otorgar a Ucrania un acceso preferencial al mercado europeo mientras implementa reformas vinculadas a corrupción y estándares institucionales necesarios para una futura membresía. No se detallan condiciones adicionales. El plan también menciona compromisos de seguridad por parte de Estados Unidos y aliados europeos, pero no especifica mecanismos, alcances ni cómo se evitaría una nueva ofensiva rusa.

Sin reparaciones

Ucrania debería abandonar cualquier reclamo para responsabilizar a Rusia por abusos cometidos durante la invasión. Esto afectaría la posibilidad de buscar reparaciones o procesos internacionales. Rusia está acusada ante organismos internacionales por crímenes de guerra durante el conflicto.

Reconstrucción

El texto señala que Rusia debería aceptar que 100.000 millones de dólares de sus activos congelados sean destinados a la reconstrucción de Ucrania. No establece condiciones sobre su liberación para Moscú, que ya anticipó que disputará este punto, al igual que las sanciones internacionales que pesan sobre varios de sus funcionarios.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, celebró como “pasos importantes” las conversaciones con Estados Unidos, aunque reconoció que hace falta más trabajo diplomático.

“Para lograr una paz real, se necesita mucho más. Por supuesto, seguimos trabajando con los socios, especialmente con Estados Unidos, y buscamos compromisos que nos fortalezcan y no nos debiliten”, apuntó.

La semana pasada, Zelenski advirtió que Ucrania corre el riesgo de perder su dignidad o a Washington como aliado.

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