UNA IDEA AMBIENTAL. Bianca Manfredi, ganadora del premio revelación, y su hermano Bautista.
Y el sol salió en la noche de la Casa Histórica. Le dicen “solar patrio” y casi nadie sabe qué significa eso. Menos los chicos. Pero esta vez se llenó de “pendejos” que volvieron a gritar ¡Libertad! Como esos viejos que hace 200 años se zamarrearon del saco y hasta se apuntaron con pistolas para decidir si querían ser independientes. ¿Independencia? ¿Qué significa? ¿Tiene algún sentido, alguna conexión con la realidad?
Es la discusión que se viene planteando desde hace al menos dos décadas en esta ciudad, fundadora de eso que se llama patria, donde vive más de un millón de personas, en medio de una enorme contradicción: una metrópolis dividida, fragmentada por las administraciones que nosotros mismos creamos, donde deberíamos estar unidos y estamos más quebrados que hace dos siglos, con siete municipios y 19 comunas que se siguen zamarreando del saco y apuntando con pistolas para ver quién recoge la basura, quién maneja los colectivos, quién limpia los desagües, quién controla el tránsito caótico y un medio ambiente que se ensucia, ensordece y aturde, asfixia, no deja respirar y se desertifica entre edificios y barrios cerrados. Avenidas que separan municipalidades pero que cruzan los vecinos para ir a la verdulería, a la escuela, al hospital. Semáforos que están en rojo de un lado y en verde del otro. Canales que desbordan para el norte y para el sur, riéndose de los intendentes, de los comunales, de los gobernadores.
Así nació la Fundación Ibatín Proyecto Metropolitano hace dos años, con el objetivo de pensar en una sola ciudad, en la que los tucumanos podamos rebobinar 200 años y volver a ser independientes, más inteligentes, menos burócratas y desatados de las tiranías virreinales de los escritorios.
Las ideas más jóvenes
Sobre la premisa de conectar a los que más saben con quienes toman las decisiones políticas, para consensuar iniciativas unificadas, esta fundación organizó un concurso de Ideas Metropolitanas para jóvenes de entre 18 y 35 años, cuyo cierre tuvo lugar el martes en el tercer patio de la emblemática Casa Histórica, repleta de juventud.
UNA IDEA AMBIENTAL. Bianca Manfredi, ganadora del premio revelación, y su hermano Bautista.
Tan así que el premio revelación se lo llevó una joven de 20 años, Bianca Manfredi, que propuso una idea ambiental que emocionó a todos (Naturb). Y más emocionó cuando le agradeció a su hermanito de 17 años, Bautista. “Él es el verdadero autor de la idea y me ayudó con todo”, reconoció Bianca. Cuando Bautista pasó al escenario le preguntaron “¿por qué no participaste?” Y en un cierre con carcajadas y aplausos el chico contestó: “Simplemente porque no podía, tengo 17 años”.
Con el vicegobernador, decanos universitarios, funcionarios de los siete municipios y representantes de organizaciones civiles, la Casa Histórica se llenó de cientos de jóvenes que le devolvieron vida a un monumento que a veces parece estar ahí medio muerto, sin un propósito, como perdiendo las fuerzas alocadas que alguna vez reventaron estas tierras del sur del planeta.
El premio mayor fue para la idea “Biosinergia”, en el eje temático Medio Ambiente, del equipo integrado por Héctor Miguel Fadel, Ramiro Agustín González Rodríguez y Agostina Daniela Guerrero, que se embolsaron $1,5 millones, un viaje a la ciudad de Medellín, faro del urbanismo sudamericano, más una diplomatura.
Recibieron menciones especiales “Villa Almendra” (Desarrollo Urbano), de Agostina Belén Rossini; “Bicituc” (Movilidad Sostenible), de Sofía Abigail Camandona; “Lola Mora” (Turismo Sostenible), de Julio José Middagh y Pedro Bartolomé Albornoz Piossek; “AMET Protegida” (Nuevas Tecnologías), de Azul Nahir Serruto; y “JBW” (Gobernanza Metropolitana), de Joaquín Benedicto. Todos ganaron $250.000 y una diplomatura.
Las 142 ideas que se presentaron al concurso, de las que sólo 12 llegaron a la final luego de un riguroso filtro, se debatirán en un foro metropolitano en 2026, para que el envión revolucionario para mejorar la calidad de vida de los tucumanos no se detenga. “Son ideas, no proyectos, porque pensamos que la idea iguala, una buena idea puede tener cualquiera, pero un proyecto, en cambio, supone más rudimentos técnicos”, explicó el presidente de la Fundación Ibatín, Facundo Cabral.






















