El show continuó, aunque murió el protagonista

15 Febrero 2009
"Para mí la mayor tragedia es la muerte", le confesó a LA GACETA Alicia López Vera, quien trabajó durante muchos años en el Teatro Estable de la provincia y tuvo que lamentar el fallecimiento de dos compañeros de elenco, en dos obras diferentes. "Esa es la situación más cruda que le toca afrontar a una compañía porque, a pesar del dolor, la puesta tiene que seguir adelante aunque estpe signada por la tragedia", señaló la actriz. "Son episodios que tengo un poco bloqueados", aclaró bucenado en su memoria.
Corría el año 1988 y el elenco preparaba el sainete "El conventillo del Gavilán", en el patio de la Casa del Turista (hoy Ente Tucumán Turismo), bajo la dirección de Carlos Olivera. El actor Paco de la Guerra, español radicado en Tucumán desde 1953, ensayaba uno de los papeles. Su estado de salud comenzó a jugarle una mala pasada unos días antes del debut y se vio obligado a abandonar los ensayos.
El estreno fue el 28 de diciembre, y unas horas antes Guerra falleció. "El público que asistió al estreno despidió con un largo aplauso al actor español", dijo el diario "La Tarde", el 29 de diciembre.
"En estas situciones el actor necesita echar mano a todo lo que aprendió durante su carrera para sobrellevar el dolor y es ahí cuando se necesita actuar más que nunca: el público no debe advertir bajo ninguna circunstancia la carga negativa que pesa sobre el elenco", explicó López Vera.
Pero la actriz tuvo que volver a vivir una segunda situación similar: "estábamos preparando una obra infantil, no estoy segura pero creo que era ?Habrá una vez?, en la sala del Gymnasium; unos días antes del estreno murió el actor José Kravtzov, que era muy joven y sufrió un accidente", relató la actriz.
Nuevamente, y a pesar del dolor, el show debió continuar. "Recurrimos a lo que en la jerga se llama ?toro?, que es un actor que debe resolver el personaje en un tiempo mínimo", explicó.

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