08 Abril 2012
"Cuando tenemos un testigo clave que corre peligro, dependemos de la buena voluntad de los jueces para brindarles algo de protección. Por ejemplo, traslado con custodia hasta Tribunales. Ya es hora de que Tucumán tenga su ley de protección para las personas que tienen testimonios vitales para la Justicia", consideró el abogado Carlos Garmendia, actualmente querellante en el juicio que se lleva a cabo por la desaparición y posterior secuestro de Marita Verón. "En este caso, para resguardar a nuestros testigos pedimos la colaboración de la Oficina de Rescate y Acompañamiento a Personas Damnificadas por el Delito de Trata, que depende del Ministerio de Justicia de la Nación", resaltó el letrado. "Hasta ahora no hemos tenido inconvenientes. Se cumple con la custodia y los testigos tienen contención psicológica momentos antes de declarar. Además, a los imputados se los sienta atrás de los testigos, de manera que no los intimiden", explicó. Según Garmendia, contar con una legislación permitiría, por ejemplo, que algunas personas declaren con su identidad reservada. "Para mí, es un gran problema. Ahora intervengo en un caso de homicidio en el cual hay cuatro testigos, pero ninguno quiere declarar porque no tienen garantías", concluyó.
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