El pueblo que anticipa cómo será el día: Obama y Romney empataron, con cinco sufragios

Dixville Notch, un pequeño poblado de New Hampshire, tiene 10 electores registrados y es siempre el primero en votar. Alaska y Hawaii serán los últimos.

ALDEA. El pequeño pueblo de Dixville Notch es siempre el primero en votar. REUTERS ALDEA. El pequeño pueblo de Dixville Notch es siempre el primero en votar. REUTERS
06 Noviembre 2012
WASHINGTON, Estados Unidos.- Las elecciones presidenciales comenzaron hoy oficialmente en Estados Unidos con la apertura de los locales electorales en el estado de Vermont. Los llamados "swing states" o estados "bisagra" serán claves en el resultado, ya que quien se imponga en ellos se llevará los votos de los delegados determinantes para llegar a la Casa Blanca.

Los primeros en votar de manera casi simbólica, antes de Vermont, fueron como es tradicional los 10 habitantes registrados de la diminuta localidad de Dixville Notch, New Hampshire. "¡Es un empate! Esto nunca había pasado nunca antes en Dixville", proclamó un sorprendido presidente de la mesa electoral.

En vista del escaso número de votantes, el recuento fue rápido: cinco a favor del demócrata aspirante a la reelección, Barack Obama, y otros cinco por su rival republicano, Mitt Romney, lo que podría presagiar cómo se presenta la jornada en todo el país.

Estados Unidos tiene cuatro husos horarios distintos a lo ancho de su territorio, por lo que los habitantes de Hawaii y de Alaska serán los últimos en acudir a las urnas.

Dixville Notch se vanagloria de ser, junto a la algo más grande Harts Location, que tiene un total de 37 electores registrados este año, la población más antigua en votar a la medianoche, desde los años 60.

La ley electoral de New Hampshire permite a las localidades con menos de 100 habitantes abrir sus centros electorales a partir de la medianoche. Como Dixville tiene menos votos que contar, es siempre la primera en anunciar los resultados y, por tanto, en robarse los flashes mediáticos, como hizo hoy una vez más.

En 2008, Obama se convirtió en el primer demócrata en lograr la victoria en esta pequeña localidad tras cuatro décadas de tradición de voto a favor del candidato republicano. Obama logró 15 votos, mientras que su rival de aquel entonces, John McCain, se hizo sólo con seis.

A Vermont le siguen una hora más tarde otros siete estados, entre ellos la totalidad de New Hampshire, así como los de Nueva Jersey y Nueva York, en los que se prevén algunas dificultades para ejercer el voto debido a la devastación que produjo hace justo una semana el huracán "Sandy" en su territorio.

Los candidatos deben ganar estado por estado para lograr los votos electorales, cuyo número difiere según el tamaño y la población, desde los 55 de California a los tres de Alaska. Para llegar a la Casa Blanca se requieren al menos 270.

Para cuando Alaska cierre sus colegios electorales a la 01:00 local del miércoles ya se conocerán seguramente los resultados de Ohio, un estado que concede 18 votos y que tradicionalmente es clave. Ningún republicano fue presidente sin imponerse en el enclave del noreste del país. El último demócrata en lograrlo fue John F. Kennedy en 1960.

Ohio es, junto a otros como Florida, uno de la decena de estados bisagra que han acaparado la atención de los candidatos.

Los estadounidenses también deciden hoy sobre la renovación de un tercio de los 100 escaños del Senado y todos los 435 de la Cámara de Representantes, actualmente de mayoría demócrata y republicana, respectivamente.

El equilibrio entre las cámaras y la presidencia será básico para los próximos cuatro años, ya que la falta de acuerdo y el obstruccionismo han sido la tónica desde que en 2010 los republicanos recuperaron el control de la Cámara de Representantes. Si continúa la tensión y no hay acuerdo sobre el techo de deuda, se avecina un inminente "abismo fiscal", que supondrá drásticos recortes y aumento de impuestos automático.

Será el 17 de diciembre cuando realmente los compromisarios de cada estado emitan sus votos a favor de Obama o Romney. El 26 se informará del resultado al presidente y al Senado. El 6 de enero, el Congreso celebrará una sesión conjunta para volver a contar los votos.

Quien obtenga 270 o más será investido presidente en enero. Pero todo ello, en realidad, se decide hoy, como es tradición en Estados Unidos, en el primer martes después del primer lunes de noviembre cada cuatro años. Siempre que no se repita la cerrada disputa de Florida en 2000. (DPA-Reuters)

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