Por Nicolás Iriarte
24 Noviembre 2012
LA ÚLTIMA VEZ. Ballini y Lucchetti ya habían sido expulsados por Suárez y miraron el segundo tiempo de la goleada de Sarmiento desde el túnel de acceso al vestuario visitante. Fue la peor tarde de Atlético.
Muchas cosas cambiaron en Atlético después de ese 0-4 en Junín. El sistema, la posición en la tabla, la mentalidad y, más que nada, la postura ante los árbitros. Todos apuntaron a Ariel Suárez y dispararon a discreción: expulsó a Cristian Lucchetti y Matías Ballini en un minuto. 50 días después, contra Patronato, Suárez les volverá a ver las caras a los "decanos".
Una cita de Francisco Lamolina, vicepresidente del Colegio de Árbitros son sus primeras palabras con LG Deportiva. "El mejor árbitro es el que no tiene memoria". Suárez quiere que el partido de hoy sea un cambio de página, pero recuerda en detalle lo que pasó aquel 6 de octubre. "Nunca me insultó (Lucchetti), pero a nosotros nos recomiendan que el arquero tiene que estar en su arco y en 40 minutos ya había salido cuatro veces. En ese momento no había manera de explicarles, pero yo ya no podía pedirle más que se vaya... Me estaba rodeando, protestando", detalló.
Algo que el juez consideró esencial para entender el cruce con el arquero fue que nunca se habían visto. "Él no me conocía y hay veces que cuando eso pasa genera determinadas cosas. Ese día hablé con (Ricardo) Rodríguez, porque lo conozco; también con el vicepresidente del club (Luis Narchi) y por ejemplo con (Diego) Barrado siempre tuve buena relación", confesó.
Con Ballini fue diferente: "fue una falta innecesaria. Si vos te equivocás y yo no cobro, después pago yo como árbitro". Suárez, que luego de ese partido recibió la derecha del Colegio y dirigió en la fecha siguiente, calificó el partido de los protagonistas como desvirtuado, dividido por las expulsiones. "Después de eso no querían jugar ni los jugadores ni yo".
El juez se autoevaluó y aprobó ese día: "en el primer tiempo las decisiones estuvieron acertadas por más de que no es lo mejor que un equipo termine con dos menos".
Suárez cita a Lamolina pero no es cultor del "siga, siga": lleva más de 10 expulsiones y 50 amonestaciones en nueve partidos, pero no se considera "tarjetero". "Es cuestión de rachas. Pasé torneos sin sacar una roja. Tiene que ver con un proceso: uso la tarjeta que no tiene que usar un árbitro de experiencia. Todavía no tengo la credibilidad de algunos jugadores", se defendió. Otro dato: cobró cinco penales, cifra superior a la de cualquier juez en el torneo.
Una cita de Francisco Lamolina, vicepresidente del Colegio de Árbitros son sus primeras palabras con LG Deportiva. "El mejor árbitro es el que no tiene memoria". Suárez quiere que el partido de hoy sea un cambio de página, pero recuerda en detalle lo que pasó aquel 6 de octubre. "Nunca me insultó (Lucchetti), pero a nosotros nos recomiendan que el arquero tiene que estar en su arco y en 40 minutos ya había salido cuatro veces. En ese momento no había manera de explicarles, pero yo ya no podía pedirle más que se vaya... Me estaba rodeando, protestando", detalló.
Algo que el juez consideró esencial para entender el cruce con el arquero fue que nunca se habían visto. "Él no me conocía y hay veces que cuando eso pasa genera determinadas cosas. Ese día hablé con (Ricardo) Rodríguez, porque lo conozco; también con el vicepresidente del club (Luis Narchi) y por ejemplo con (Diego) Barrado siempre tuve buena relación", confesó.
Con Ballini fue diferente: "fue una falta innecesaria. Si vos te equivocás y yo no cobro, después pago yo como árbitro". Suárez, que luego de ese partido recibió la derecha del Colegio y dirigió en la fecha siguiente, calificó el partido de los protagonistas como desvirtuado, dividido por las expulsiones. "Después de eso no querían jugar ni los jugadores ni yo".
El juez se autoevaluó y aprobó ese día: "en el primer tiempo las decisiones estuvieron acertadas por más de que no es lo mejor que un equipo termine con dos menos".
Suárez cita a Lamolina pero no es cultor del "siga, siga": lleva más de 10 expulsiones y 50 amonestaciones en nueve partidos, pero no se considera "tarjetero". "Es cuestión de rachas. Pasé torneos sin sacar una roja. Tiene que ver con un proceso: uso la tarjeta que no tiene que usar un árbitro de experiencia. Todavía no tengo la credibilidad de algunos jugadores", se defendió. Otro dato: cobró cinco penales, cifra superior a la de cualquier juez en el torneo.