"Cocido" no zafó de la marca

"Cocido" no pudo cerrar de mejor manera el 2012. Antonio Ibáñez, sobre el filo de las fiestas de fin de año, cambió de equipo. Que se queden tranquilos los hinchas de Famaillá, porque el delantero seguirá jugando en el "Fama". Lo que ocurrió fue que el ex jugador de San Martín, en los picados, se pondrá la camiseta de los casados. Carolina Roldán -una avanzada estudiante de Derecho-, conoció hace 12 años a Antonio. A la pareja, después de haber sido padre de Gastón, le quedaba una materia pendiente. Dar el sí ante el altar, paso que concretaron el sábado en la iglesia San Pablo Apóstol de San Pablo.

Los padrinos de la boda fueron Domingo Villafañe, quien es uno de sus mejores amigos y que jugó con él cuando se inició en San Pablo. Mientras que la madrina fue la madre de Carolina: Noemí Corbalán.

"De esta marca ya no me pude escapar. Finalmente formalicé algo que se inició hace 12 años y que contó con una convivencia de 10. Quiero disfrutar de este momento que llena de felicidad a las dos familias", aseguró el delantero en una entrevista que le concedió a LG Deportiva minutos después de haber dado el sí.

"Cocido", como es conocido en el ambiente futbolístico, recordó cómo se conoció con Carolina. "En ese tiempo teníamos 15 años. Desde ese momento nos volvimos inseparables. A los 27 años, esta nueva etapa de nuestras vidas nos encuentra haciendo una proyección positiva del futuro", aseguró el atacante que, con seis tantos, es el máximo artillero de Famaillá.

Luego de la ceremonia, los novios se dirigieron a un salón de fiestas ubicado en San Pablo. Como no podía ser de otra manera, el salón estuvo lleno de futbolistas de San Martín y de Famaillá. Entre otros, estuvieron Hernán de Camilo, Hasan Jadur, David Robles, Waldo Brandán, Miguel Nieva Escobar y Gustavo Balvorín. Su tío Gustavo "Ratón" Ibáñez, que no se separó ni un instante de él en los momentos previos, fue uno de los más emocionados de la fiesta.

Antonio reconoce que la decisión de casarse fue recibida con mucha algarabía por la familia. "Especialmente mi abuela paterna Francisca. Con ella, tengo una relación muy especial. Cuando mi actividad me lo permite, me gusta pasar largo tiempo charlando con ella. Es mi consejera", expresó Antonio, quien recuerda que el apodo de "Cocido" se lo puso Horacio "Chero" Fernández, en la época que vivía en la pensión de San Martín conocida como "La Casa de Gran Hermano".

"El otro día cuando jugamos contra Unión Aconquija de Las Estancias, nos reencontramos y recordamos con mucha nostalgia aquellos tiempos", aseveró.

Como deben regresar el 2 de enero al trabajo con el plantel que dirige Ángel Guerrero, Ibáñez eligió pasar la luna de miel en San Pedro de Colalao. "Ya habrá tiempo para gozar de unos días de descanso fuera de la provincia", anticipó el feliz esposo.