Enfurecido por celos, un hombre atacó a balazos a la familia de su ex pareja y después se suicidó
Los vecinos del barrio Villanueva se horrorizaron, después del brindis de Navidad, al ver que la familia Pirlo había sido atacada con un arma de fuego por Jorge Robledo. Les disparó a su ex pareja, a la ex suegra (quien falleció poco después) y al ex suegro. Todo ocurrió en presencia de las dos hijas menores. Dos heridos siguen internados en un sanatorio de la capital.
El estruendo de los cohetes que anunciaban la llegada de la Navidad les impidieron a los vecinos reconocer los cuatro tiros que disparó Jorge Ariel Robledo (de 39 años) dentro de la casa de sus ex suegros. Recién advirtieron que algo malo pasaba cuando vieron salir a Corina del Valle Russo de Pirlo (70), que corría en busca de ayuda mientras dejaba una estela de sangre en el camino. Por detrás, también ensangrentados, salieron a la calle su marido Juan Carlos Pirlo (71) y su hija Ana Evelina Pirlo (45). Sólo resultaron ilesas las pequeñas hijas de la pareja, dos niñas de cuatro y nueve años que presenciaron la dramática escena. Después, el agresor se quitó la vida.
Los protagonistas de la tragedia que conmovió a Monteros llevaban 13 años de pareja y nueve de casados. Pero la relación se había terminado hace poco más de un mes. Los allegados a Robledo aseguran que una infidelidad de la mujer había generado problemas en la pareja. Quienes conocen a Ana Pirlo, por otro lado, afirman que su ex marido era violento y la había golpeado en varias oportunidades. La Policía confirmó que ambos habían realizado denuncias -uno en contra del otro- varias veces y que el hombre no podía acercarse a la casa de su ex pareja, donde durante un tiempo se instaló una custodia policial.
"Él era un buen padre, yo creo que se ha enloquecido porque no podía ver a sus hijas". Así lo aseguró una cuñada de Robledo que pidió que se reserve su identidad. La mujer señala que el hombre estaba enfurecido por los celos, pues se había quedado sin techo y sin trabajo. "Él atendía un almacén que habían puesto entre los dos, pero cuando ella lo echó de la casa no pudo seguir trabajando", explicó. Ayer a la tarde, la familia de Robledo esperaba que llegaran sus restos para velarlo en una humilde casa de Rivadavia al 600, donde viven sus padres.
Noche trágica
La noche del 24, Ana Pirlo tomó a sus hijas y se fue a la casa de sus padres, en el Barrio Villanueva. Sus vecinos cuentan que dentro de la casa sólo estaban ellas tres y los padres de la mujer, un matrimonio de jubilados muy conocidos en esa ciudad. "Habían estado sentados afuera, a las 12, para brindar con los vecinos de la par y después se fueron adentro. En ese momento llegó él (Robledo)", relata Cristian Alejo, que atiende un quiosco a unos 15 metros de la casa de la familia Pirlo.
Según Alejo, el hombre detuvo la moto en la calle y entró. Ni siquiera tocó el timbre. "Vengo a saludarlas", dijo cuando estuvo adentro. Su ex mujer le respondió: "vos no tenés nada que hacer acá". Entonces Robledo sacó un revólver y le disparó. La bala le pegó en el pómulo derecho.
Las niñas comenzaron a gritar, pese a que su abuela trataba de contenerlas en un rincón. Juan Carlos Pirlo intentaba detener al agresor, pero su ex yerno no dudó en gatillar dos veces más e hirió al hombre. Al verse sin salida, Corina corrió a pedir auxilio a sus vecinos, pero recibió un balazo por la espalda. Cayó herida en la vereda de la casa de Alejo.
Inmediatamente después, salieron de la vivienda Ana y Juan Carlos, que no podían mantenerse en pie y cayeron en la puerta. La menor de las niñas no paraba de gritar "¡le han pegado a mi mamá!". La cuadra era un caos, casi todos los vecinos estaban afuera. Unos llamaban a la Policía y otros intentaban auxiliar a las víctimas. Robledo, mientras tanto, quería arrancar la moto para huir pero no podía. Algunos hombres intentaron frenarlo, pero el agresor los amenazó. "¿Qué querés que mate más gente?", le gritó a uno de ellos. Alejo contó que el hombre llegó a la esquina, volvió a cargar el arma e hizo dos disparos al aire. Para entonces ya se escuchaban las sirenas de la Policía. Robledo se disparó en la sien dentro de un baldío, a 150 metros de la vivienda donde había destrozado a la familia.
Uno de los vecinos cargó en el auto a Juan Carlos y a Ana, que eran los menos graves, y los llevó al hospital. Corina murió en la vereda del vecino. Anoche, Juan Carlos Pirlo y su hija Ana permanecían internados en el sanatorio 9 de Julio.
SORPRESA, ANGUSTIA Y DOLOR
- Una familia muy respetada.- Los pobladores de Monteros quedaron consternados con la noticia del crimen en la casa de la familia Pirlo. Minutos después del brindis de Navidad, los vecinos escucharon las sirenas de las ambulancias que se dirigían a trasladar a las víctimas. Juan Carlos Pirlo es un hombre muy querido en Monteros.
- Una celebración que quedó trunca.- El hecho ocurrió en el barrio Villanueva de Monteros, pero rápidamente se propagó la noticia a través de las redes sociales. En Twitter y en Facebook, los monterizos comentaban sorprendidos algunos detalles del caso. La celebración de la Navidad se fue diluyendo en la ciudad sureña después de que se diera a conocer el hecho.
- Las víctimas.- Juan Carlos Pirlo es jubilado. La hija, Ana Evelina Pirlo (internada en un sanatorio), es docente en una escuela rural. Jorge Robledo, el asesino (se quitó la vida de un disparo), era remisero y últimamente atendía un almacén que antes había compartido con su pareja en la ciudad de Monteros.
- El arma utilizada por Robledo.- La investigación del caso quedó en manos del fiscal Jorge Ariel Carrasco, de la II Nominación del Centro Judicial de Monteros. Mientras los peritos revisaron toda la casa para encontrar pruebas del caso, la Policía secuestró varios elementos, entre los figura un revolver 38 (foto), según lo explicó ayer el comisario Marcelo Balastegui, tercer jefe de la comisaría de Monteros.
- Antecedentes penales.- El agresor tenía antecedentes penales. Por una denuncia previa, Robledo tenía prohibido acercarse al domicilio de Ana Pirlo. Ella contaba con una presencia policial, pero se fue a la casa de sus padres para celebrar la Navidad. El agresor aprovechó esa decisión.
- En el lugar del hecho.- Corina del Valle Russo de Pirlo (foto) murió durante el ataque en su propia casa. La mujer trató de salir a pedir ayuda cuando Robledo le disparó con el arma a quemarropa. Ayer se demoró el sepelio, porque debían practicarle la autopsia.
- De duelo.- La comunidad monteriza quedó golpeada por la noticia. Ayer, el intendente Alberto Olea y el legislador Regino Racedo acompañaron a la familia de las víctimas.