Firman la demolición del polémico hotel de Tafí

Se acabaron las prórrogas, las oportunidades y los pedidos de revisión en sede administrativa: la obra del Embajador del Tafí, el hotel más grande de la primera villa turística tucumana, debe ser demolida. Esa es la última palabra de Jorge Yapura Astorga, intendente de Tafí del Valle, y de Félix Martín Astorga, secretario municipal de Obras y Servicios Públicos. Ambos funcionarios firmaron el Decreto 226/12, del 21 de diciembre pasado, que declara inadmisible el recurso jerárquico interpuesto por Luis Jesús Zermoglio, dueño del establecimiento.

Con este acto, Yapura Astorga confirma su posición contraria al avance del hotel ubicado sobre la avenida Miguel Critto, en el acceso a la villa. Ese criterio consta en la resolución del 7 de abril pasado, que ordena la demolición. El intendente luego concedió un semestre a Zermoglio para que este cumpliese las exigencias municipales (básicamente, la entrega de información sobre el proyecto y la adecuación de este a la altura máxima permitida -6,5 metros-). Aquel término venció en noviembre de 2012. El 9 de enero del año pasado, a poco de asumir como intendente (en reemplazo del peronista Carlos Rodríguez), Yapura Astorga clausuró la obra con permiso otorgado en enero de 2008.

El empresario, que en San Miguel de Tucumán administra el hotel Embajador de la calle Las Heras, presentó nuevos papeles mas no logró desbaratar los peros, según el Decreto 226/12. "De los planos de frente y corte surge en escala una altura de 9,40 metros. (Los propietarios) denominan 'planta de subsuelo' al sector que, en realidad, es 'planta baja'. Subsuelo es todo aquello que se encuentra 'debajo del suelo'. ¿Cómo puede entenderse como subsuelo una planta que contiene 21 ventanas con antepecho a 90 centímetros del piso?", reprocha el dictamen del titular de Obras y Servicios Públicos, que es primo hermano del intendente.

La resolución del Ejecutivo municipal añade que no ha sido precisada la distancia entre la construcción y el límite del terreno, y afirma que esta es de diez metros y no de 15, como exige el Código de Edificación. Y objeta la omisión de entregar datos sobre la instalación sanitaria (el tratamiento final de los líquidos cloacales) y de visar el sistema contra incendios en Defensa Civil. Respecto del informe técnico de capacidad de carga de la estructura, los Astorga expresan que este carece de rigor científico: "(Zermoglio) no realizó ningún ensayo que permita garantizar la calidad y resistencia del hormigón ejecutado... No adjuntó un certificado que acredite la matrícula profesional y, en especial, la incumbencia del firmante del informe".

La lista de críticas incluye la presentación de fotocopias no autenticadas en los rubros de los informes de impacto ambiental y arqueológico. También hay reparos en materia dominial: "acompañan un testimonio de hijuela perteneciente a Leonor Graciela Torres, que adjudica la posesión de un inmueble en Tafi del Valle no especificando padrón catastral ni matrícula registral. Por lo tanto, no acredita el infractor Zermoglio ser titular de dominio". El desarrollo de observaciones concluye con la afirmación de que la Municipalidad de Tafí del Valle está facultada para hacer cumplir sus normas y decisiones, y puede arbitrar los medios a su alcance para "someter" al particular a lo resuelto. Tras exigir la demolición del hotel, el decreto recuerda que, en caso de incumplimiento de esa manda, el derribo será ejecutado por el personal del Municipio a costa de Zermoglio.

Expectativas frenadas
El final del decreto reafirma la autonomía de Tafí del Valle en una polémica con vuelo provincial y hasta nacional. Tanto el gobernador José Alperovich como Bernardo Racedo Aragón, presidente del Ente Tucumán Turismo, y Enrique Meyer, ministro de Turismo de la Nación, dieron su apoyo al Embajador del Tafí. 

Desde que comenzaron las tensiones, en septiembre de 2008, Alperovich estuvo al lado de la familia Zermoglio. "No sé por qué se habrá paralizado la construcción del hotel. Una inversión de esas características no se tendría que haber parado. Es inconcebible", dijo el año pasado. Previamente, durante la gestión de Rodríguez, el gobernador había intervenido para que el Municipio permita la continuidad de la obra.

"Es sólo un tema de documentación que hay que presentar al municipio de Tafí", relativizó Racedo Aragón hace un año. La esperanza en un pronto "despacho" del asunto quedó registrada en la folletería oficial del Ente, que en 2012 anunciaba la próxima apertura del Embajador del Tafí. Esas expectativas han tropezado contra la determinación "demoledora" de Yapura Astorga y la posibilidad palpable de que la destrucción sea frenada (una vez más) por los Tribunales.