La exigente búsqueda de un premio que demora en llegar

OBJETIVO CLARO. María Ale quiere que su comparsa vuelva a ganar. OBJETIVO CLARO. María Ale quiere que su comparsa vuelva a ganar.
29 Enero 2013
María Ale dice que tiene un presentimiento, que hay algo adentro suyo que le indica que este será el año de la reivindicación, que 2013 será la oportunidad de Araza-Tuba de regresar a lo más alto. Hace ocho años que la histórica comparsa que dirige (fue creada hace 34) no recibe ningún premio. Y cuando lo admite, en su rostro se dibuja una expresión en la que se combina la tristeza y algo de vergüenza. Pero enseguida se muestra firme: sostiene que el grupo está listo para ganar. "Somos referentes de las demás comparsas", asegura María.

La suspensión de los corsos del año pasado frustró a los integrantes de Araza-Tuba. Pero fueron prácticos: el tema que habían preparado en 2012 había sido "Sueños y pesadillas" y este año presentarán "Dulces sueños"; son propuestas distintas, pero no tanto, y eso les permite reconvertir y aprovechar muchos elementos.

Poner una comparsa en el corsódromo no es sencillo ni barato: el trabajo demanda casi todo un año y los costos pueden llegar a ascender a $ 40.000 (hay que alquilar equipos de sonido, camioneta, generadores y la lista sigue...). Si bien reciben un subsidio municipal, plumas y órdenes de compra, sus integrantes a veces también deben invertir dinero y tiempo. Es el precio de la búsqueda del éxito.

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