15 Febrero 2013
Anticoncepción
La OMS calcula que en el mundo se producen alrededor de 80 millones de embarazos no deseados por año. La paternidad debiera ser una decisión responsable. Consultar con el médico es la forma más sana de tomar las decisiones correctas. También deben respetarse las creencias de cada uno. La posición de la Iglesia.
DISPOSITIVOS DE BARRERA
Los métodos de barrera impiden la entrada de esperma al útero. Son productos sanitarios, por lo cual deben cumplir los requisitos establecidos para estos productos en cada país o región.
Diafragma: circunferencia de goma con aro exterior que se sitúa en el cuello del útero, de modo que cierre el paso a los espermatozoides. Una variedad más pequeña es el capuchón cervical.
Los condones masculinos son recubrimientos delgados de caucho, vinilo o productos naturales que se ponen sobre el pene erecto; pueden ser tratados con espermicida para ofrecer mayor protección. Impiden que los espermatozoides tengan acceso al cuerpo femenino y que los virus de las enfermedades de transmisión sexual (ETS), incluido el VIH, pasen de un miembro de la pareja al otro (solo los de látex y vinilo).
Los condones femeninos son recubrimientos muy delgados de plástico poliuretano, con aros de poliuretano en ambos extremos, que se introducen en la vagina antes del coito. Al igual que los masculinos, impiden que los espermatozoides tengan acceso al aparato reproductivo femenino y que los virus que causan las ETS y el sida pasen de un miembro de la pareja al otro.
OPCIONES HORMONALES Y QUÍMICAS
Los métodos hormonales y químicos son medicamentos anticonceptivos que impiden que el proceso de concepción pueda tener lugar. El modo de actuación es distinto según el método.
Hormonales
La anticoncepción hormonal se puede aplicar de diversas formas:
* Anillo vaginal: eficacia del 99,7%.
* Píldora anticonceptiva: eficacia del 99%. Puede ser combinada -la más utilizada- o de progestágeno solo.
* Parches anticonceptivos
* Anticonceptivo subdérmico: implante hormonal. Eficacia del 99%.
* Píldora sin estrógenos: eficacia del 99%.
* Píldora trifásica: dosis hormonales bajas con balance
escalonado; imita el ciclo fisiológico de la mujer en forma secuencial progresiva, y brinda estricto control del ciclo.
* Método hormonal inyectable: las hormonas (estrógenos y progestina) se inyectan una vez al mes en un músculo, y funcionan por liberación prolongada. Se debe aplicar en el período adecuado, en caso contrario es necesario usar métodos de barrera para evitar el embarazo.
Químicos
* Espermicidas: los espermicidas son productos químicos (por lo general, nonoxinol-9) que desactivan o matan los espermatozoides. Están disponibles en óvulos, aerosoles (espumas), cremas, tabletas vaginales, supositorios o películas vaginales disolubles. Los espermicidas causan la ruptura de las membranas de los espermatozoides, lo cual disminuye su movimiento (motilidad y movilidad), así como su capacidad de fecundar el óvulo.
* DIU (dispositivo intrauterino): Es un dispositivo plástico con elementos metálicos (por ejemplo, cobre) que se coloca en el interior del útero. Así se produce una alteración del microclima intrauterino, lo que dificulta en gran medida la fecundación y también la implantación del óvulo fecundado.
Su duración es de tres a cinco años. El DIU tiene una eficacia del 98%.
CONTROLES NATURALES
Simples
* Temperatura basal: se sirve del aumento de la progesterona, que afecta la temperatura corporal interna de la mujer durante la ovulación y determina, una vez diagnosticada, infertilidad posovulatoria. Para ello la mujer debe controlar la temperatura corporal interna a lo largo del ciclo menstrual. El método de la temperatura basal estricto circunscribe el período de infertilidad exclusivamente a los días posteriores a la subida de temperatura. El método de la temperatura basal extendido define, cumplidas ciertas condiciones, días de infertilidad preovulatoria. Es altamente fiable en el período posovulatorio, y supone la base de la mayoría de los métodos naturales modernos. Sin embargo tiene limitaciones a la hora de determinar la infertilidad preovulatoria.
* Método de la ovulación (método Billings y otros): se basa en la observación diaria de los cambios del moco cervical a lo largo del ciclo femenino, cambios que se asocian al aumento de los niveles de estrógenos previos al momento de la ovulación. El moco cervical es un signo de fertilidad y por ello su observación puede ser utilizada para el control de la fertilidad. Normalmente, las fases de infertilidad de la mujer se caracterizan por una ausencia de moco cervical visible y una sensación de sequedad vaginal. Conforme se acerca el momento de la ovulación, el moco cervical se hace en forma progresiva cada vez más líquido, elástico y transparente. Próximo al momento de la ovulación se produce el llamado pico de moco, caracterizado por un cambio abrupto de las propiedades del moco y su posible desaparición. La confiabilidad de este método llega a ser superior al 95%, pero depende de la disciplina de controlar la temperatura del cuerpo todos los días, antes de levantarse y de ser posible, a la misma hora; de que la mujer conozca muy bien cómo reacciona su cuerpo, y de que no haya interferencia de infecciones vaginales u hongos, por ejemplo. Aunque, aplicado correctamente puede ser considerado un método seguro, es inferior al método de la temperatura en fase posovulatoria. Es especialmente inseguro en mujeres con ciclos monofásicos (durante la menarquia o antes de la menopausia).
Compuesto
* Método sintotérmico: combina el método de la temperatura basal, para el diagnóstico de la infertilidad posovulatoria, con otra serie de síntomas (moco cervical y cuello del útero, entre otros) y con cálculos de longitud de ciclos. El objetivo es determinar la infertilidad preovulatoria. Permite beneficiarse de la práctica infalibilidad de la temperatura basal a la hora de determinar la infertilidad posovulatoria y aumentar considerablemente la eficacia en el período preovulatorio. Su eficacia es equivalente a las modernas preparaciones de anovulatorios orales y solamente inferior a la esterilización quirúrgica. Una ventaja adicional es que es un método válido e igualmente eficaz en todas las circunstancias de la vida reproductiva de la mujer (período posparto, período pospíldora, premenopausia, etcétera).