13 Marzo 2013
IMPACTANTE. La capilla fue construida por petición del papa Sixto IV entre 1477 y 1480. EFE
CIUDAD DEL VATICANO.- Desde esta tarde y hasta que el humo blanco asome por la chimenea, los ojos del mundo estarán dirigidos hacia la Capilla Sixtina. Allí se reunirá un total de 115 cardenales de distintas partes del mundo, a fin de sostener la primera votación para elegir al papa que sucederá a Benedicto XVI.
Los cardenales estarán sentados en sillas de madera de cerezo con su nombre grabado. Al fondo, se hallará la urna con la tapa adornada con dos figuras que representan corderos, en la que depositarán sus papeletas de voto.
En el centro, habrá un atril con el Evangelio abierto, ante el cual los purpurados jurarán mantener el secreto de cuanto allí se diga. Construida a petición del papa Sixto IV entre 1477 y 1480, la famosa capilla renacentista, decorada con frescos de Miguel Ángel, está situada a la derecha de la basílica de San Pedro.
Hace unos par de años, el Vaticano habilitó en su página web un recorrido virtual en alta definición, por lo que ahora darse un paseo por uno de los edificios más célebres de la ciudad está al alcance de cualquier persona del mundo.
Las chimeneas
La estufa principal se usa desde el cónclave que eligió a Pío XII, en marzo de 1939. Y lleva grabadas cuidadosamente, en la parte superior, las fechas de todos los cónclaves en los que ha sido utilizada. El de octubre de 1958, que eligió a Juan XXIII, el de junio de 1963, con Pablo VI, los dos de 1978, en los que fueron elegidos sucesivamente Juan Pablo I y Juan Pablo II, y el de abril de 2005, que concluyó con la elección de Benedicto XVI.
En ese último cónclave se utilizó por primera vez la estufa auxiliar para favorecer la emisión de humo. Los resultados no fueron perfectos, porque la fumata blanca que anunciaba la elección de Benedicto XVI empezó siendo claramente negra, para pasar después del gris al blanco inequívoco.
En la Capilla Sixtina se han celebrado 24 cónclaves hasta la fecha (el que comienza hoy será el número 25). Aunque ninguno de ellos con un Papa emérito, en condiciones de seguir por televisión la procesión de cardenales entre las capillas Paulina y Sixtina, donde el ceremoniero pontificio pronunciará, el martes por la tarde, las famosas palabras “Extra omnes”. Todos fuera, y dará comienzo el cónclave. LA GACETA
Los cardenales estarán sentados en sillas de madera de cerezo con su nombre grabado. Al fondo, se hallará la urna con la tapa adornada con dos figuras que representan corderos, en la que depositarán sus papeletas de voto.
En el centro, habrá un atril con el Evangelio abierto, ante el cual los purpurados jurarán mantener el secreto de cuanto allí se diga. Construida a petición del papa Sixto IV entre 1477 y 1480, la famosa capilla renacentista, decorada con frescos de Miguel Ángel, está situada a la derecha de la basílica de San Pedro.
Hace unos par de años, el Vaticano habilitó en su página web un recorrido virtual en alta definición, por lo que ahora darse un paseo por uno de los edificios más célebres de la ciudad está al alcance de cualquier persona del mundo.
Las chimeneas
La estufa principal se usa desde el cónclave que eligió a Pío XII, en marzo de 1939. Y lleva grabadas cuidadosamente, en la parte superior, las fechas de todos los cónclaves en los que ha sido utilizada. El de octubre de 1958, que eligió a Juan XXIII, el de junio de 1963, con Pablo VI, los dos de 1978, en los que fueron elegidos sucesivamente Juan Pablo I y Juan Pablo II, y el de abril de 2005, que concluyó con la elección de Benedicto XVI.
En ese último cónclave se utilizó por primera vez la estufa auxiliar para favorecer la emisión de humo. Los resultados no fueron perfectos, porque la fumata blanca que anunciaba la elección de Benedicto XVI empezó siendo claramente negra, para pasar después del gris al blanco inequívoco.
En la Capilla Sixtina se han celebrado 24 cónclaves hasta la fecha (el que comienza hoy será el número 25). Aunque ninguno de ellos con un Papa emérito, en condiciones de seguir por televisión la procesión de cardenales entre las capillas Paulina y Sixtina, donde el ceremoniero pontificio pronunciará, el martes por la tarde, las famosas palabras “Extra omnes”. Todos fuera, y dará comienzo el cónclave. LA GACETA
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