Napolitano reúne a los "sabios" en busca de destrabar la crisis

Sigue sin concretarse un pacto de gobierno.

03 Abril 2013
ROMA.- El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, expresó su desesperanza por las fuertes críticas que recibió su más reciente plan para poner fin al estancamiento posterior a la elección que ha esparcido temores de meses de inestabilidad en la tercera economía de la zona euro. Los dos grupos de trabajo -lo llaman los "sabios"- reunidos por Napolitano para tratar de forjar un compromiso político entre los partidos enfrentados y poner fin al estancamiento derivado de la elección comenzaron a trabajar ayer y el mandatario planteó que deberían finalizar su trabajo en 8 o 10 días.

Napolitano, de 87 años, reaccionó con enojo a las sugerencias del político de centroderecha Silvio Berlusconi de que su plan era una pérdida de tiempo, que la economía no podía permitirse. "Después de siete años estoy terminando mi mandato de una manera surreal, encontrándome como objeto de reacciones absurdas, sospechas y paranoias incomprensibles, desde las más inofensivas hasta las más desquiciadas", declaró.

Italia se encuentra hundida en su peor recesión en 20 años y, aunque los mercados han permanecido relativamente optimistas respecto al estancamiento político, la economía necesita desesperadamente un Gobierno estable que destrabe décadas de crecimiento lento. También hay temores acerca de que los costos de crédito podrían incrementarse peligrosamente si el estancamiento finalmente empieza a espantar a los inversores.

Desde la elección, los partidos se han negado a modificar sus posiciones irreconciliables que "producen desesperación sobre la posibilidad de gobernar este país", dijo Napolitano.

El presidente reunió a las comisiones luego de que el líder del Partido Democrático (PD), Pier Luigi Bersani, no lograra obtener apoyo suficiente para formar un Gobierno de centroizquierda a pesar de una semana de esfuerzos. El intento por mover a los partidos de sus posturas consolidadas también fracasó el viernes, tras una ronda de consultas. 

La elección resultó en la formación de tres grandes bloques, ninguno de los cuales cuenta con suficiente apoyo en el Parlamento para gobernar en soledad. La centroizquierda tiene la mayoría en la Cámara baja, pero no en el Senado. El martes, las partes reafirmaron sus posiciones. Bersani descartó la posibilidad de una "gran coalición" con la centroderecha, pero dijo que una elección anticipada sería "desastrosa" y pidió a los otros partidos que respalden un paquete limitado de reformas. El partido Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi dijo que Bersani estaba bloqueando el acuerdo. La crisis de formación del Gobierno aparece inextricablemente ligada a una votación que se realizará el mes próximo en ambas cámaras del Parlamento y representantes regionales para reemplazar a Napolitano el 15 de mayo.

Los grupos de trabajo, apodados "los hombres sabios" de Napolitano, intentarán encontrar terreno común entre los partidos sobre las reformas económicas e institucionales necesarias.

Incluyen a representantes de los principales bloques de centroizquierda y centroderecha, al jefe de la agencia de estadísticas nacionales, expertos legales y un responsable del Banco de Italia.

La idea de Napolitano también fue criticada por el líder del Movimiento 5 Estrellas, Beppe Grillo, quien calificó a los expertos como "cuidadores domésticos para la democracia". (Reuters)

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