Mostraron evidencia que será examinada en Buenos Aires

Los peritos científicos exhibieron las pruebas para exponer que no fueron adulteradas. El fiscal Albaca decidió el procedimiento para demostrar que los elementos estaban en sobres sellados y lacrados

EN LABORATORIO. En la sede de la Policía Científica se realizó ayer el procedimiento, que fue encabezado por la bioquímica Lilia Moyano. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARAOZ EN LABORATORIO. En la sede de la Policía Científica se realizó ayer el procedimiento, que fue encabezado por la bioquímica Lilia Moyano. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARAOZ
19 Abril 2013
Las evidencias estaban guardadas desde hace siete años, cuando el cuerpo sin vida de Paulina Lebbos había sido hallado al costado de la ruta 340, en Tapia. Ayer, los especialistas de la Policía Científica procedieron a la apertura de los sobres en las que estaban conservadas, para cotejar que no fueron adulteradas.

La medida, que había sido dispuesta por el fiscal de Instrucción de la II° Nominación, Carlos Albaca, fue el paso previo al envío de las muestras a Buenos Aires, para que sean sometidas a estudios de ADN nuclear y mitocondrial. Durante una hora, en el tercer piso de Junín al 800, la directora de la Policía Científica, Lilia Amelia Moyano, supervisó la tarea de los especialistas, ante la presencia de los empleados de la fiscalía y del defensor Oficial César Picón. No estuvieron presentes ni Alberto Lebbos ni César Soto, el ex novio de Paulina.

La joven había desaparecido el 26 de febrero de 2006. Había estado bailando en un boliche de "El Abasto", y la última que la vio fue su amiga, Vanesa Mercado, con quien se subió a un remise. Paulina siguió viaje luego de dejar a su amiga, pero nunca más se supo de ella. Unos días más tarde aparecería su cuerpo.

La causa de Paulina está impune. Su padre, Alberto Lebbos, era funcionario provincial, y renunció al denunciar la complicidad política y policial en el encubrimiento del crimen.

Una multitud acompañó al hombre en el acto por el último aniversario del caso. La respuesta de la Justicia provino del presidente de la Corte Suprema, Antonio Estofán, quien solicitó a Albaca que le informara sobre el estado actual de la causa.

El fiscal respondió que había ocho líneas de investigación, y que en la actualidad se podrían hacer nuevas pericias a las evidencias recolectadas, aprovechando el avance de las tecnologías. En ese sentido avanzó con la medida de ayer.

Dos jóvenes participaron como testigos, y se procedió a comprobar que la cadena de custodia de las evidencias no había sido adulterada. Para ello se cotejaron los registros con las firmas que se encontraban en los sobres lacrados. Todo fue documentado por los empleados judiciales, y se preparó el material para ser remitido a Buenos Baires.

Lebbos, por su parte, pidió que Albaca sea apartado de la investigación, y dijo que descree del nuevo impulso que podría tomar la investigación. "Es uno de los principales encubridores del crimen de mi hija", afirmó el hombre.

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