"La verdad es que uno, a través del proyecto que trajo la UNT, aprende cosas que no sabía. No le dábamos importancia a lo que hubiera significado que se cayera la escuela por culpa del zanjón que está atrás. Nos hubiéramos tenido que mudar", reflexiona Eva (14) una de las alumnas de la escuela de El Puestito de Abajo. "Vino la universidad, que nos ha ayudado; nunca íbamos a llegar a arreglar el zanjón o los caminos, si ellos no venían", apunta Eva. Ella se refiere al tramo del proyecto en el que ingenieros de la UNT investigaron los recursos hídricos de la zona (aguas superficiales y subterráneas, control de inundaciones, provisión de agua potable y riego, colección de agua de lluvia) y diseñaron soluciones para superar esas distorsiones.
Entre las propuestas de superación de esos problemas se destaca la captación de agua a través de un proyecto de nuevas tomas y cañerías, que se añaden al pozo y cisterna ya existentes en la comuna.
"La verdad -se le suma Carla a Eva- no teníamos conciencia de la riqueza del lugar". "Como todo adolescente", se justifica. "Pero a partir del proyecto nos han empezado a interesar estas cosas, y ahora sí vemos como alternativa el turismo rural en la zona. Estaría bueno, porque sería más conocido el lugar, y no habría tanto desmonte", continúa la adolescente de 16 años. Y advierte: "esto está en zona roja (Nde la R: del mapa diseñado en el marco de la Ley de Bosques), de modo que no se debería desmontar. No deberíamos permitir que eso pase, concientizando a la población".
El futuro
Eva, Carla, Pilar y Alexander cursan el cuarto año en la escuela de El Puestito de Abajo. tienen entre 14 y 16 años. Cuando hablan de su vida rural, no muestran demasiado entusiasmo. Casi todos sus padres trabajan en la comuna, en todas sus casas hay animales y hortalizas que les sirven para el consumo doméstico. Sin embargo, pese a que han crecido en un medio rural, sólo Eva se imagina un futuro relacionado con la naturaleza. "Me gustaría ser bióloga", dice. Carla, en cambio, se imagina como profesora de inglés, Alexander, como mecánico, y Pilar, como peluquera.