Vestidos de época, regalaron escarapelas en la peatonal

Los chicos sorprendieron a los transeúntes ayer a la mañana. Hablaron de la revolución y pidieron que haya más gente que luche por el país.

SORPRESA EN EL CENTRO. Los alumnos de seis años despertaron el interés y alegría entre los peatones. SORPRESA EN EL CENTRO. Los alumnos de seis años despertaron el interés y alegría entre los peatones.
23 Mayo 2013
"Me gusta mucho parecerme a la gente antigua". Leandro Octavio Pérez González no da vueltas cuando se le pregunta si le gustaría ser un prócer. Tiene seis años, el pelo lacio, castaño, y unos ojazos que desbordan de emoción y picardía mientras recorre las peatonales de la ciudad vestido de caballero, entregando escarapelas a los transeúntes y recordándoles que el sábado se conmemora un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo de 1810.

Leandro no está solo. Lo acompañan Luciano Ysa Galván y dos damitas antiguas, Sofía Paz y Aldana Núñez, todos de seis años. La iniciativa es de los docentes del Instituto Kennedy, que sacaron a la calle a los chicos ayer a la mañana en el marco de un proyecto para revalorizar las tradiciones. Además, el establecimiento festeja de esta manera sus 47 años de vida.

La docente Agustina Cosentini, que acompaña a los niños en el recorrido por el centro, destaca el buen recibimiento que tienen entre la gente estos caballeros y damas antiguas. "Es algo que moviliza mucho. Todos se dan vuelta a mirarlos y quedan sorprendidos de recibir una escarapela. No esperan que alguien les regale algo", resume.

Sofía y Aldana se mueven de un lado a otro con sus vestidos largos y las peinetas que sobresalen de sus cabezas. Luciano y Leandro caminan a paso firme con sus bastones y sus sombreros. Regalan sonrisas y un "no se olviden del 25 de Mayo". "¿Qué pasó ese día?", se les consultó. Primero viene el silencio. Las miradas se cruzan. Los cachetes se sonrojan. Hasta que uno se anima y dice: "es el día de la patria". Otro agrega: "Y de la libertad".

Para ellos, todas las preguntas tienen respuestas. Así se imaginan a la "gente de esa época": "estaban siempre muy coquetos", dice Sofía. "No tenían televisión, ni compus. Cantaban el himno y lo escuchaban en la radio", describe Leandro. "Sacaban el agua de los pozos y comían pastelitos", añade Luciano. Dicen que el 25 de Mayo fue un día de lluvia y que había una plaza llena de gente. ¿Les hubiera gustado estar ahí? Dudan. Piensan. Y dicen que no. Es lógico: aquí ya tienen a sus amigos, a sus padres y abuelos. Pero sí les gusta sentirse próceres y vestirse como ellos. ¿Por qué? "Porque necesitamos más gente que luche por el país", resume Leandro.

Comentarios