27 Junio 2013
EN LA CAMIONETA. Los gendarmes trasladaron el viejo equipo de frío. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO
Había pasado desapercibido. Entre maderas y materiales de construcción, el viejo freezer fue descubierto por un gendarme casi al atardecer. Inmediatamente, el fiscal Diego López Ávila ordenó que sea secuestrado para que sea sometido a pericias.
Apenas había comenzado la inspección al camping que había ordenado el fiscal, el defensor de Luis Olivera, Cergio Morfil, acercó la documentación que acreditaba la compra de los freezers que se encontraban en la galería de la casa en la que viven los propietarios del lugar.
Esos equipos fueron revisados por los especialistas de Gendarmería Nacional y no hallaron nada extraño. De la casa en la que vive Olivera y su familia secuestraron facturas, escrituras, un cuchillo y armas, que estarían registradas.
Además, Morfil aportó fotos que mostrarían cómo era el lugar en 2006, cuando se produjo el crimen de Paulina Lebbos.
Como la hipótesis que investiga el fiscal indica que en un freezer de esa casa habrían conservado el cuerpo de la joven asesinada hasta que lo arrojaron a la vera de la ruta 341, a la altura de Tapia, López Ávila no dudó en el secuestro del viejo equipo que halló el gendarme.
Los familiares de Olivera explicaron que es una enfriadora de botellas, y que pertenecería a la esposa del detenido. El aparato habría sido la primera adquisición de la familia cuando se hicieron cargo del camping.
Los gendarmes cargaron el aparato en una camioneta, y será sometido a una prueba de "luminol". La pericia permitirá determinar si en el freezer hay vestigios de sangre o de otro material genético. La medida sería realizada esta tarde.
De esta manera, el fiscal busca saber rápidamente si ese aparato tiene alguna vinculación con el crimen de Paulina.
Apenas había comenzado la inspección al camping que había ordenado el fiscal, el defensor de Luis Olivera, Cergio Morfil, acercó la documentación que acreditaba la compra de los freezers que se encontraban en la galería de la casa en la que viven los propietarios del lugar.
Esos equipos fueron revisados por los especialistas de Gendarmería Nacional y no hallaron nada extraño. De la casa en la que vive Olivera y su familia secuestraron facturas, escrituras, un cuchillo y armas, que estarían registradas.
Además, Morfil aportó fotos que mostrarían cómo era el lugar en 2006, cuando se produjo el crimen de Paulina Lebbos.
Como la hipótesis que investiga el fiscal indica que en un freezer de esa casa habrían conservado el cuerpo de la joven asesinada hasta que lo arrojaron a la vera de la ruta 341, a la altura de Tapia, López Ávila no dudó en el secuestro del viejo equipo que halló el gendarme.
Los familiares de Olivera explicaron que es una enfriadora de botellas, y que pertenecería a la esposa del detenido. El aparato habría sido la primera adquisición de la familia cuando se hicieron cargo del camping.
Los gendarmes cargaron el aparato en una camioneta, y será sometido a una prueba de "luminol". La pericia permitirá determinar si en el freezer hay vestigios de sangre o de otro material genético. La medida sería realizada esta tarde.
De esta manera, el fiscal busca saber rápidamente si ese aparato tiene alguna vinculación con el crimen de Paulina.
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