28 Junio 2013
PLAZA TOMADA. Los propietarios de taxis rodearon la plaza Independencia y cortaron el tránsito hasta la noche. LA GACETA / FOTO DE ANALIA JARAMILLOO
Con los autos que conducen todos los días rodearon la Plaza Independencia y no dejaron pasar a nadie. La protesta que realizaron ayer los choferes de taxi partió a la ciudad en dos y estuvo impregnada por hechos de violencia.
A la mañana temprano, un grupo de choferes de la Asociación de Trabajadores Involucrados en la Actividad Taximetrera (Atiat) se concentró en el Parque 9 de Julio. De allí, condujeron más de 100 taxis hasta la plaza y -antes del mediodía- cortaron todos los accesos a la Casa de Gobierno.
Las negociaciones con los funcionarios del Poder Ejecutivo (PE) fueron la constante de la jornada. Pero recién a la noche -alrededor de las 20- los representantes de los choferes llegaron a un acuerdo que convenció a la mayoría. El ministro de Gobierno, Edmundo Jiménez, los había recibido en su despacho y se comprometió a pautar una reunión con el gobernador, José Alperovich. Ese encuentro, según el titular de Atiat, Antonio Rodríguez, podría realizarse hoy. Sólo después de escuchar eso, la asamblea de peones de taxis que se conglomeró en la esquina de 25 de mayo y San Martín para hablar con sus representantes, decidió comenzar a mover los vehículos con los que cortaron el tránsito todo el día.
Los dos planteos centrales que motivaron la protesta son el blanqueo de los choferes y la falta de rentabilidad de la actividad que, según informó Aitat, es causada por la proliferación de taxis ilegales y de otros municipios que circulan y trabajan en la capital. "La ciudad esta prácticamente sitiada por autos truchos. Eso nos resta mucha rentabilidad. Acá no está ganando ni el chofer ni el titular. Aparte tenemos el problema del blanqueamiento que exige la Afip (Administración Federal de Ingresos Públicos)", explicó Rodríguez.
A pesar de que decidieron suspender la medida de fuerza hasta la reunión con Alperovich, Rodríguez advirtió que llevan adelante un plan de lucha y que, en caso de no encontrar una respuesta a sus planteos, volverán de inmediato al paro. "El blanqueo es un problema porque a un chofer que gana entre $ 70 y $ 80 por día, le van a descontar $ 25 para el blanqueamiento. Ese monto lo tienen que poner diariamente trabajen o no trabajen y al resto del dinero lo tienen que poner los titulares. Si le sacan $ 25 diarios, el chofer no se va a llevar una moneda a la casa. Por eso es una gran problemática. Además, en otro reclamo que hicimos, el gobernador se comprometió a tratar de darnos una obra social a todos los taximetreros, pero eso nunca ocurrió", continuó el taximetrero.
Entre los planteos que le hicieron al ministro Jiménez, también se analizó la imposibilidad acceder a una casa propia. "Nunca tuvimos acceso a un plan de vivienda. El Gobierno se había comprometido a darnos un cupo para los taxistas en Lomas de Tafi, pero ningún taxista recibió una casa en ese emprendimiento. Nos sentimos excluidos porque acá todos se llenan la boca con la justicia social pero queremos ver que se nos dé una solución a todas nuestra protestas", concluyó Rodríguez.
El secretario del Ministerio de Seguridad, Paul Hofer, había recibido a los dirigentes al mediodía. Al término de ese encuentro, reconoció los hechos de violencia que ocurrieron en distintos puntos de la ciudad y señaló que hablaron con los representantes de Aitat para que eviten cualquier tipo de agresiones.
En este contexto, se le consultó sobre un taxista (también sería policía) que sacó una pistola en una pelea callejera en Laprida al 300. "Se está investigando si esta persona es personal militar o policial. Fue aprehendida por la ostentación de arma de fuego en la vía pública. Pero todavía no corroboramos esta situación", señaló el secretario.
Hofer también dijo que se comunicaron con autoridades de la Municipalidad. "Esto no era un problema del Gobierno provincial porque está en la órbita del Gobierno municipal. Hablamos con gente del municipio, que nos dijeron que estaban dispuestos a recibir a los manifestantes. Sin embargo, los taxistas no quisieron hablar con la Municipalidad porque consideraban que no existían las garantías necesarias para hablar con el municipio porque no habían recibido respuestas ni soluciones a sus reclamos hasta el día de hoy", resumió el secretario.
La reunión con Alperovich destrabaría el conflicto, aunque algunos taxistas advirtieron que se haría recién la próxima semana.
A la mañana temprano, un grupo de choferes de la Asociación de Trabajadores Involucrados en la Actividad Taximetrera (Atiat) se concentró en el Parque 9 de Julio. De allí, condujeron más de 100 taxis hasta la plaza y -antes del mediodía- cortaron todos los accesos a la Casa de Gobierno.
Las negociaciones con los funcionarios del Poder Ejecutivo (PE) fueron la constante de la jornada. Pero recién a la noche -alrededor de las 20- los representantes de los choferes llegaron a un acuerdo que convenció a la mayoría. El ministro de Gobierno, Edmundo Jiménez, los había recibido en su despacho y se comprometió a pautar una reunión con el gobernador, José Alperovich. Ese encuentro, según el titular de Atiat, Antonio Rodríguez, podría realizarse hoy. Sólo después de escuchar eso, la asamblea de peones de taxis que se conglomeró en la esquina de 25 de mayo y San Martín para hablar con sus representantes, decidió comenzar a mover los vehículos con los que cortaron el tránsito todo el día.
Los dos planteos centrales que motivaron la protesta son el blanqueo de los choferes y la falta de rentabilidad de la actividad que, según informó Aitat, es causada por la proliferación de taxis ilegales y de otros municipios que circulan y trabajan en la capital. "La ciudad esta prácticamente sitiada por autos truchos. Eso nos resta mucha rentabilidad. Acá no está ganando ni el chofer ni el titular. Aparte tenemos el problema del blanqueamiento que exige la Afip (Administración Federal de Ingresos Públicos)", explicó Rodríguez.
A pesar de que decidieron suspender la medida de fuerza hasta la reunión con Alperovich, Rodríguez advirtió que llevan adelante un plan de lucha y que, en caso de no encontrar una respuesta a sus planteos, volverán de inmediato al paro. "El blanqueo es un problema porque a un chofer que gana entre $ 70 y $ 80 por día, le van a descontar $ 25 para el blanqueamiento. Ese monto lo tienen que poner diariamente trabajen o no trabajen y al resto del dinero lo tienen que poner los titulares. Si le sacan $ 25 diarios, el chofer no se va a llevar una moneda a la casa. Por eso es una gran problemática. Además, en otro reclamo que hicimos, el gobernador se comprometió a tratar de darnos una obra social a todos los taximetreros, pero eso nunca ocurrió", continuó el taximetrero.
Entre los planteos que le hicieron al ministro Jiménez, también se analizó la imposibilidad acceder a una casa propia. "Nunca tuvimos acceso a un plan de vivienda. El Gobierno se había comprometido a darnos un cupo para los taxistas en Lomas de Tafi, pero ningún taxista recibió una casa en ese emprendimiento. Nos sentimos excluidos porque acá todos se llenan la boca con la justicia social pero queremos ver que se nos dé una solución a todas nuestra protestas", concluyó Rodríguez.
El secretario del Ministerio de Seguridad, Paul Hofer, había recibido a los dirigentes al mediodía. Al término de ese encuentro, reconoció los hechos de violencia que ocurrieron en distintos puntos de la ciudad y señaló que hablaron con los representantes de Aitat para que eviten cualquier tipo de agresiones.
En este contexto, se le consultó sobre un taxista (también sería policía) que sacó una pistola en una pelea callejera en Laprida al 300. "Se está investigando si esta persona es personal militar o policial. Fue aprehendida por la ostentación de arma de fuego en la vía pública. Pero todavía no corroboramos esta situación", señaló el secretario.
Hofer también dijo que se comunicaron con autoridades de la Municipalidad. "Esto no era un problema del Gobierno provincial porque está en la órbita del Gobierno municipal. Hablamos con gente del municipio, que nos dijeron que estaban dispuestos a recibir a los manifestantes. Sin embargo, los taxistas no quisieron hablar con la Municipalidad porque consideraban que no existían las garantías necesarias para hablar con el municipio porque no habían recibido respuestas ni soluciones a sus reclamos hasta el día de hoy", resumió el secretario.
La reunión con Alperovich destrabaría el conflicto, aunque algunos taxistas advirtieron que se haría recién la próxima semana.