26 Julio 2013
ANGUSTIA Y TRANQUILIDAD. Las imágenes muestran el estado en que quedó el coche de "Carlín" luego del impacto y el estado que será presentado el fin de semana en la competencia de San Jorge.
Esta historia tiene dos partes y su final es abierto. Una comenzó en el preciso momento en que se ordenó la largada de la final de la fecha 6 de la Fórmula Renault Plus en el autódromo "Oscar Cabalén" y sobrevino un accidente en el que Carlos Moreira Gibilisco y su monoposto sacaron la peor parte. Y otra se inició ayer, cuando el equipo del piloto de 19 años emprendió viaje a San Jorge (Santa Fe) ya con el auto recuperado, para correr el fin de semana la fecha 7.
Aquella dura tarde cordobesa de finales de junio quedó ya archivada. El folio se la pusieron las cuatro semanas de una tarea sin descanso en el taller de la calle San Lorenzo. "Se trabajó mucho, el coche quedó como nuevo. Ahora será cuestión de ver cómo se comporta en la pista. Tengo la esperanza de recuperar el protagonismo que tuve durante la temporada pasada", contó "Carlín".
El accidente en Córdoba se produjo cuando el dueño de la pole, Marcos Abratte, se quedó detenido en la salida y Moreira Gibilisco no tuvo tiempo de esquivarlo. Otros seis pilotos se vieron involucrados pero fue el auto del tucumano el más afectado. Se rompió toda la parte delantera, incluyendo piezas como llantas, bombas de freno, calyper, carlinga, radiador y batería, entre otras cosas. El propio Abratte, luego del estruendo, bajó de su coche asustado ante la eventualidad de duras consecuencias físicas para "Carlín". Pero el tucumano pronto le impuso calma al asunto. "Me bajé del auto, me dolía un poco una pierna, pero nada grave. Ni siquiera quise que me atiendan los médicos. No hacía falta", recordó.
En el taller, su papá Carlos, además de Pablo Coronel y Roque Gibilisco trabajaron horas extra. "Rearmaron todo solos, con aportes propios porque salvo dos comercios que nos acercaron dinero y una batería, no hubo más ayuda", contó "Lito", el abuelo del piloto.
¿Y ahora? A seguir con la pasión, como describió "Lito": "ninguno de nosotros tiene un vicio, sólo esta locura del automovilismo. Y bueno, mientras podamos, vamos a ponerle lo mejor de nosotros. A mi hijo y a mí nos llena de satisfacción poder darle esta oportunidad a 'Carlín'", concluyó.
Aquella dura tarde cordobesa de finales de junio quedó ya archivada. El folio se la pusieron las cuatro semanas de una tarea sin descanso en el taller de la calle San Lorenzo. "Se trabajó mucho, el coche quedó como nuevo. Ahora será cuestión de ver cómo se comporta en la pista. Tengo la esperanza de recuperar el protagonismo que tuve durante la temporada pasada", contó "Carlín".
El accidente en Córdoba se produjo cuando el dueño de la pole, Marcos Abratte, se quedó detenido en la salida y Moreira Gibilisco no tuvo tiempo de esquivarlo. Otros seis pilotos se vieron involucrados pero fue el auto del tucumano el más afectado. Se rompió toda la parte delantera, incluyendo piezas como llantas, bombas de freno, calyper, carlinga, radiador y batería, entre otras cosas. El propio Abratte, luego del estruendo, bajó de su coche asustado ante la eventualidad de duras consecuencias físicas para "Carlín". Pero el tucumano pronto le impuso calma al asunto. "Me bajé del auto, me dolía un poco una pierna, pero nada grave. Ni siquiera quise que me atiendan los médicos. No hacía falta", recordó.
En el taller, su papá Carlos, además de Pablo Coronel y Roque Gibilisco trabajaron horas extra. "Rearmaron todo solos, con aportes propios porque salvo dos comercios que nos acercaron dinero y una batería, no hubo más ayuda", contó "Lito", el abuelo del piloto.
¿Y ahora? A seguir con la pasión, como describió "Lito": "ninguno de nosotros tiene un vicio, sólo esta locura del automovilismo. Y bueno, mientras podamos, vamos a ponerle lo mejor de nosotros. A mi hijo y a mí nos llena de satisfacción poder darle esta oportunidad a 'Carlín'", concluyó.