12 Agosto 2013
REUTERS
En una soleada y calurosa mañana en la Ciudad del Vaticano, el papa Francisco habló ayer del significado de Dios en la vida de los fieles y del deseo de encontrarlo durante el Angelus dominical. Dijo que el amor de Dios "es verdadero tesoro del hombre, el que da sentido a las pequeñas cosas del día a día".
"¿Dónde está mi tesoro? ¿Cuál es para mí la realidad más importante, más preciada, la realidad que atrae mi corazón como un imán? ¿Puedo decir qué es el amor de Dios? Alguno puede decirme: padre, yo soy alguien que trabaja, que tiene familia. Para mí la realidad más importante es la de sacar adelante a mi familia, el trabajo", comentó el Papa.
"Por supuesto, es verdad -agregó-; es importante, pero ¿cuál es la fuerza que mantiene unida la familia? Es precisamente el amor de Dios el que da sentido a los pequeños compromisos diarios y el que ayuda a afrontar las grandes pruebas".
"Este es el verdadero tesoro del hombre. Y el amor de Dios no es algo vago, un sentimiento genérico; el amor de Dios tiene nombre y cara: Jesucristo", sostuvo.
Según Jorge Bergoglio, el amor de Dios se manifiesta en Jesús, "porque no podemos amar al aire, sino que amamos a las personas, y eso da valor y belleza a todo lo demás: a la familia, al trabajo, al estudio, a la amistad, al arte y a toda actividad humana".
Respeto mutuo
Francisco también se refirió a la finalización del mes de Ramadán, una de las más importantes festividades religiosas de los musulmanes.
Desde el balcón del Palacio Apostólico vaticano, en la Plaza de San Pedro, el papa argentino destacó: "Querría dedicar un saludo a los musulmanes del mundo entero, a nuestros hermanos, que hace poco han celebrado la conclusión del mes de Ramadán, dedicado particularmente al ayuno, al rezo y a la limosna".
"Como escribí en mi mensaje para esa circunstancia, deseo que los cristianos y los musulmanes se comprometan a promover el respeto mutuo, especialmente a través de la educación de las nuevas generaciones", agregó.
De esta manera, el Papa también recordó que fue él, personalmente, quien redactó el mensaje. Habitualmente lo hace el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, pero Francisco quiso escribirlo en esta oportunidad debido a que era la primera de su pontificado.
Por último, Francisco recordó que el jueves se celebrará la festividad de la Asunción de la Virgen María. Para esa ocasión el Pontífice se trasladará a la residencia veraniega de los papas en Castel Gandolfo, ubicada a 30 kilómetros al sur de Roma. Allí oficiará una misa y dirigirá el rezo del Angelus.
Cabe recordar que el papa Francisco renunció a sus vacaciones en Castelgandolfo y optó por permanecer en el Vaticano durante el verano.
"¿Dónde está mi tesoro? ¿Cuál es para mí la realidad más importante, más preciada, la realidad que atrae mi corazón como un imán? ¿Puedo decir qué es el amor de Dios? Alguno puede decirme: padre, yo soy alguien que trabaja, que tiene familia. Para mí la realidad más importante es la de sacar adelante a mi familia, el trabajo", comentó el Papa.
"Por supuesto, es verdad -agregó-; es importante, pero ¿cuál es la fuerza que mantiene unida la familia? Es precisamente el amor de Dios el que da sentido a los pequeños compromisos diarios y el que ayuda a afrontar las grandes pruebas".
"Este es el verdadero tesoro del hombre. Y el amor de Dios no es algo vago, un sentimiento genérico; el amor de Dios tiene nombre y cara: Jesucristo", sostuvo.
Según Jorge Bergoglio, el amor de Dios se manifiesta en Jesús, "porque no podemos amar al aire, sino que amamos a las personas, y eso da valor y belleza a todo lo demás: a la familia, al trabajo, al estudio, a la amistad, al arte y a toda actividad humana".
Respeto mutuo
Francisco también se refirió a la finalización del mes de Ramadán, una de las más importantes festividades religiosas de los musulmanes.
Desde el balcón del Palacio Apostólico vaticano, en la Plaza de San Pedro, el papa argentino destacó: "Querría dedicar un saludo a los musulmanes del mundo entero, a nuestros hermanos, que hace poco han celebrado la conclusión del mes de Ramadán, dedicado particularmente al ayuno, al rezo y a la limosna".
"Como escribí en mi mensaje para esa circunstancia, deseo que los cristianos y los musulmanes se comprometan a promover el respeto mutuo, especialmente a través de la educación de las nuevas generaciones", agregó.
De esta manera, el Papa también recordó que fue él, personalmente, quien redactó el mensaje. Habitualmente lo hace el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, pero Francisco quiso escribirlo en esta oportunidad debido a que era la primera de su pontificado.
Por último, Francisco recordó que el jueves se celebrará la festividad de la Asunción de la Virgen María. Para esa ocasión el Pontífice se trasladará a la residencia veraniega de los papas en Castel Gandolfo, ubicada a 30 kilómetros al sur de Roma. Allí oficiará una misa y dirigirá el rezo del Angelus.
Cabe recordar que el papa Francisco renunció a sus vacaciones en Castelgandolfo y optó por permanecer en el Vaticano durante el verano.