Ni Mandela esperaba tanto

Feroz paliza de los Springboks sobre Los Pumas, que no tuvieron respuestas físicas ni técnicas.

INTENTÓ, PERO NO LO DEJARON. Sánchez empezó bien, con confianza, pero la presión de la marca casi no le dio espacios. INTENTÓ, PERO NO LO DEJARON. Sánchez empezó bien, con confianza, pero la presión de la marca casi no le dio espacios.
Por el bien de Los Pumas, la IRB debería intervenir de oficio y prohibirle a Sudáfrica los homenajes a Mandela cada vez que el equipo argentino pise Johannesburgo. Al igual que en 2008, el tributo de los Springboks para Madiba terminó con ofrenda de sangre albiceleste, aunque esta vez en mayor cantidad: el 73 a 13 de ayer superó al 63 a 9 de aquélla oportunidad como la diferencia más abultada en el historial entre ambos. De yapa, marcó otro hito: es la peor derrota argentina en el torneo que lo enfrenta a los gigantes de la Sanzar. Demasiado para un solo día, que para colmo fue el primero.

Si las probabilidades no estaban con Los Pumas, la suerte tampoco: Patricio Albacete duró apenas 13 minutos en cancha (lo que confirmó que no estaba al 100%) y solo un rato más estuvo Juan Martín Hernández. Así, en esa primera media hora en que existió alguna clase de oposición hacia el conjunto sudafricano, Los Pumas perdieron a dos de sus referentes.

Contra uno de los equipos más físicos del mundo, la única chance era controlar el óvalo. Sin embargo, los problemas en las formaciones fijas complicaron la obtención y permitieron que Sudáfrica, sin demasiado brillo, se alimentara también de pelotas robadas. Para colmo, Morné Steyn le puso un embudo a la hache y capitalizó cada infracción albiceleste con penales. Y el árbitro Chris Pollock tampoco ayudó mucho: varios tackles altos y pases-forward sudafricanos lo encontraron mirando para otro lado.

La amarilla a Guiñazú le abrió la puerta al cuco. Al try penal le siguió otro de Engelbretch, que aprovechó el vacío en defensa para dejar el parcial en 26 a 6.

Los que sucedió en el complemento no merece mayores comentarios: un equipo empapado de confianza aniquiló sistemáticamente a un rival abatido con siete tries en media hora. El descuento de Felipe Contepomi (anotó los 13 puntos argentinos) no alcanzó para restarle dramatismo a una cuestión cuya respuesta espera al final del torneo:¿han crecido realmente Los Pumas?

LO BUENO. Antes del desconcierto, sobresalieron Camacho (una fiera), Contepomi (bien en la presión y en los kicks), Sánchez, Figallo y Matera (se bancó el debut).

LO MALO. Problemas en el scrum, desinteligencias en el line, errores de manejo, fallas en la marca, penales y amarillas innecesarias, además de los lesionados, son los ítems a solucionar.

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