Hizo dormir al guardia con una empanada y huyó

Piden captura internacional de un violador

20 Agosto 2013
BUENOS AIRES.- Un contador, condenado a 40 años de prisión por haber cometido una serie de violaciones, le convidó una empanada con un somnífero al custodio penitenciario y escapó.

Fuentes judiciales y policiales informaron que el fiscal Carlos Oviedo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Morón ya solicitó a Interpol la captura internacional del prófugo, Walter Alberto Brawton de 42 años.

Hacía dos años que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Morón -el mismo que había condenado al contador- le había otorgado al prisionero un permiso extraordinario para salir de la Unidad Penal 39 de Ituzaingó para ir a visitar una vez al mes a su madre enferma.

Pero en la última salida, ocurrida el sábado pasado, Brawton salió custodiado por un efectivo del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). Lo que sospechan los investigadores es que el prófugo lo eludió dándole un somnífero oculto en una empanada.

Mientras el fiscal Oviedo ordenó la captura internacional de Brawton, a quien considera un delincuente de suma "peligrosidad", el Servicio Penitenciario dispuso que se inicie un sumario y que las autoridades del penal sean separadas de su cargo hasta que concluya la investigación.

Nueve abusos

En 2009, Brawton fue condenado a 40 años de cárcel por seis hechos de "abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma", un caso de "abuso sexual con acceso carnal", otro de "abuso sexual agravado por el uso de arma en grado de tentativa", y el restante por "abuso sexual con acceso carnal y agravado por el uso de arma en grado de tentativa".

El tribunal también le atribuyó nueve hechos de "rapto" a bordo de su auto Honda Civic y dio por acreditado que siempre utilizó preservativos y gel íntimo para consumar los abusos.

Los nueve hechos atribuidos al contador fueron cometidos el 5, 12, 14 y 26 de enero; el 7, 23 y 25 de febrero; y el 3 de marzo; todos en 2005; en Loma Hermosa, Merlo, San Alberto, Castelar, Moreno e Ituzaingó, en la zona oeste del conurbano, cuando las víctimas tenían entre 17 y 23 años.

Brawton, mientras cometía los ataques, vivía junto a su esposa y a sus dos hijos en Marcos Paz. Además, trabajaba como contador para una firma concesionaria de autos.

El condenado fue detenido por la Policía el 3 de marzo de 2005, en Ituzaingó, cuando quiso abusar de una odontóloga y ésta se resistió a pedradas. (Télam)

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