24 Agosto 2013
CABIZBAJOS. Los jugadores de Independiente se retiran apesadumbrados del estadio, como lo hacen casi todas las veces que juegan de visitante, una condición en la que ganaron 11 de los últimos 70 partidos.
Básicamente, la agorafobia es el miedo que sienten algunas personal a los espacios abiertos. Para ellos, salir de casa representa un trauma casi insuperable. En los últimos años, Independiente vio como éste último síntoma se propagaba por su organismo futbolístico: desde mediados de 2010, de los 70 partidos que jugó como visitante, solo ganó 11. La patología se encuentra en un estado crítico y esta noche, cuando Atlético lo reciba a las 20.15, deberá aprovecharlo.
Suena cruel, pero ningún "decano" puede dejar pasar el detalle por alto. Sobre todo teniendo en cuenta que si existe una plaza que no te hace sentir como en casa, esa es Tucumán. Los jugadores y el cuerpo técnico, esperan hoy 25.000 personas en el Monumental para confirmarlo. Luis Rodríguez, que volverá a la titularidad, por ejemplo, no tiene ninguna intención en ayudar al "rojo" con el tratamiento. "Con nuestra gente tenemos que hacerles sentir la condición de local y asfixiarlos desde el primer minuto", advierte el delantero.
Y es que los registros asustan: el pobre empate conseguido en Corrientes en el estreno de esa condición en la B Nacional fue una muestra de lo que Independiente viene haciendo fuera de casa. La muestra de los últimos tres años no es caprichosa: esas tres temporadas fueron las que sirvieron como coeficientes para obtener el promedio con el que terminó descendiendo. En la última temporada, ganó cuatro partidos afuera, empató seis y perdió 9. En la anterior (2011/12), la cosa fue peor: solo tres triunfos, siete igualdades y nueve caídas. Y en la 2010/11 tres triunfos, ocho empates e igual cantidad de caídas. "No nos juega en contra si jugamos de visitante, la presión está siempre", dijo Miguel Brindisi previo al duelo ante Boca Unidos en Corrientes. Sin embargo, los números parecen contradecir el diagnóstico del entrenador.
Dentro de esos 68 partidos están también contemplados los compromisos internacionales que disputó en estos tres años y, pese a que levantó una de ellas, la cosa no cambia. En 2010, ganó la Copa Sudamericana pero con el siguiente detalle: fue, junto con Olimpia en 2009, el único campeón en no ganar como visitante en las 12 ediciones del certamen. En 2011 y 2012 también la jugó y no ganó fuera de su estadio. En el Apertura 2010, donde inició la racha, no ganó de visitante en todo el torneo.
"A Independiente lo veo complicado pero no podemos confiarnos porque es un grande. De un día para otro puede cambiar y hacer un buen partido, donde sea", advirtió Guillermo Acosta. Con el ritmo que agarró en los últimos años, el equipo de Brindisi gana un partido fuera del Libertadores de América cada seis que juega. En estos momentos, lleva cinco, así que si el fútbol se decidiera por lógica, el "decano" podría ser una de las víctimas aisladas del "rojo", aunque nadie, ni remotamente, piensa en eso.
Suena cruel, pero ningún "decano" puede dejar pasar el detalle por alto. Sobre todo teniendo en cuenta que si existe una plaza que no te hace sentir como en casa, esa es Tucumán. Los jugadores y el cuerpo técnico, esperan hoy 25.000 personas en el Monumental para confirmarlo. Luis Rodríguez, que volverá a la titularidad, por ejemplo, no tiene ninguna intención en ayudar al "rojo" con el tratamiento. "Con nuestra gente tenemos que hacerles sentir la condición de local y asfixiarlos desde el primer minuto", advierte el delantero.
Y es que los registros asustan: el pobre empate conseguido en Corrientes en el estreno de esa condición en la B Nacional fue una muestra de lo que Independiente viene haciendo fuera de casa. La muestra de los últimos tres años no es caprichosa: esas tres temporadas fueron las que sirvieron como coeficientes para obtener el promedio con el que terminó descendiendo. En la última temporada, ganó cuatro partidos afuera, empató seis y perdió 9. En la anterior (2011/12), la cosa fue peor: solo tres triunfos, siete igualdades y nueve caídas. Y en la 2010/11 tres triunfos, ocho empates e igual cantidad de caídas. "No nos juega en contra si jugamos de visitante, la presión está siempre", dijo Miguel Brindisi previo al duelo ante Boca Unidos en Corrientes. Sin embargo, los números parecen contradecir el diagnóstico del entrenador.
Dentro de esos 68 partidos están también contemplados los compromisos internacionales que disputó en estos tres años y, pese a que levantó una de ellas, la cosa no cambia. En 2010, ganó la Copa Sudamericana pero con el siguiente detalle: fue, junto con Olimpia en 2009, el único campeón en no ganar como visitante en las 12 ediciones del certamen. En 2011 y 2012 también la jugó y no ganó fuera de su estadio. En el Apertura 2010, donde inició la racha, no ganó de visitante en todo el torneo.
"A Independiente lo veo complicado pero no podemos confiarnos porque es un grande. De un día para otro puede cambiar y hacer un buen partido, donde sea", advirtió Guillermo Acosta. Con el ritmo que agarró en los últimos años, el equipo de Brindisi gana un partido fuera del Libertadores de América cada seis que juega. En estos momentos, lleva cinco, así que si el fútbol se decidiera por lógica, el "decano" podría ser una de las víctimas aisladas del "rojo", aunque nadie, ni remotamente, piensa en eso.
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