La dama de verde, fantasma del Echeverría

Un expediente -desaparecido- de la DAU indica que en pasaje Monserrat al 2.400 construyeron una plaza, pero allí sólo hay casasEn el barrio 128 Viviendas tuvieron una plaza, pero quedó en ruinas por robos y daños

MUCHO CEMENTO, POCO CÉSPED. La cuadra de pasaje Monserrat al 2.400 no más tiene espacios verdes que los jardines de las viviendas y las veredas. LA GACETA / FOTOS DE JORGE OLMOS SGROSSO MUCHO CEMENTO, POCO CÉSPED. La cuadra de pasaje Monserrat al 2.400 no más tiene espacios verdes que los jardines de las viviendas y las veredas. LA GACETA / FOTOS DE JORGE OLMOS SGROSSO

Es de día, y quizás por eso se ha escondido. Es una costumbre que, según las creencias populares, tienen la mayoría de los fantasmas: aparecer de noche. Pero no es este el caso. Porque los vecinos de barrio Echeverría dicen que tampoco se la ve cuando se oculta el sol. En el pasaje Monserrat al 2.400 -paralelo a calle México, al noroeste de la ciudad-, La dama de verde que supuestamente debería morar en esa cuadra sólo brilla por su ausencia. - ¿Entonces nunca se vio nada de eso? - Hace 40 años que vivo acá, y nunca hubo ningún proyecto de plaza. Gustavo Cáceres responde con mucha seguridad y algo de sorpresa desde su moto, bajo la sombra de un árbol. Está estacionado en la mitad de un pasaje que sólo muestra casas de material y algunos negocios de barrio. ¿Espacios verdes? El más cercano está a unos 300 metros de allí, en el cruce de calles Manuel Estrada y Necochea. Se llama Lozano Muñoz, y sí existe. Pero en el pasaje Monserrat al 2.400, donde se supone que debería aparecer otra dama de verde, sólo hay césped -con suerte- en algunas de las veredas.

El espectro fue detectado por el Tribunal de Cuentas (TC), hace cuatro meses, cuando los auditores salieron a inspeccionar unas 500 obras que figuran como ejecutadas por la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU) durante la gestión de Miguel Ángel Brito. Para entonces, el ex funcionario ya había renunciado, luego del escándalo producido en agosto de 2012 por la frustrada restauración de la fachada de la Casa de Gobierno, que el TC (integrado por Miguel Chaibén Terraf, Marcelo Vidal y Sergio Díaz Ricci) ordenó frenar por presuntos sobreprecios. Fernando Padilla, ingeniero fiscal del organismo de control, fue quien "cazó" la plaza fantasma de barrio Echeverría, y dejó asentada la anomalía en un informe que fue elevado a la Justicia penal en mayo pasado.

No sólo la ausencia de una geografía vestida de árboles, hamacas y senderos le resultó extraña al auditor del Tribunal de Cuentas. El expediente N° 4.396/321-2007, que contenía los detalles de esa obra -dispuesta vía contratación directa gracias a la Ley 7.960-, también ha desaparecido de los registros de la DAU, según consta en las observaciones de Padilla. Así, la investigación de oficio que realizó el ente de contralor no pudo determinar cuánto se gastó en esa plaza fantasma, ni qué empresas fueron las beneficiadas. Todo lo relacionado a esta obra parece haberse esfumado, misteriosamente, de la faz de la tierra.

Zona pavimentada Adriana Castillo es comerciante, y vive en la entrada del pasaje Monserrat al 2.400. Cuando se le pregunta por la plaza, igual que los demás vecinos, apunta a la Lozano Muñoz. "La única que tenemos por acá cerca es esa de ahí, y otra que está en avenida Ejército del Norte (ver 'Una obra que la DAU...')", afirmó la mujer.

Gustavo Cáceres, que se crío en esa cuadra, asegura que jamás se habló entre los vecinos sobre la posibilidad de que hubiera un espacio verde allí. Básicamente, porque la zona está ocupada por viviendas. "Había unos terrenos vacíos, donde están esos dos portones grandes. Pero eso fue hace unos 20 años atrás. Nunca se habló de ninguna plaza aquí", dijo. Mónica Cabrera también desechó la posibilidad de que allí pudiera construirse un lugar de esas características. "Estas son casas que llevan muchísimo tiempo acá", relató.

Los vecinos consultados por LA GACETA aseguran que desde hace bastante no se ven nuevas obras públicas en la zona, aunque sí en los alrededores. Advierten que hace poco tiempo hubo un problema por pérdida de agua, pero fue reparado. El pavimento data de 1978, y se conserva en buen estado.

En el barrio sí recuerdan refacciones en la Lozano Muñoz. "Pusieron adornos, hicieron unos leones de material en cada esquina y se la iluminó. Pero no duró demasiado, porque viene la gente y la destruye. Además, los fines de semana la habilitan para que los feriantes vendan ropa", relató Castillo.

Pero la auditoría del Tribunal de Cuentas deja en claro que los trabajos previstos en el desaparecido expediente 4.396/321-2007 de la DAU no estaban pensados para la Lozano Muñoz, sino para la cuadra pavimentada desde hace más de tres décadas. "(En la obra de pasaje Monserrat 2.400) se intentó en una primera visita ubicar dicho pasaje y plaza, pero esta no existe. Se le solicitó a la DAU (la carpeta) correspondiente, pero la repartición, a partir del expediente 3.243/321-DAU informó que el expediente en cuestión no pudo ser encontrado", dijo el ingeniero Padilla al redactar su informe.

Los archivos extraviados tampoco aparecen en el sitio oficial de la Provincia, en la sección destinada al seguimiento de expedientes por repartición. Ni existencia virtual ni real. Todo fantasmal.

Una obra que la DAU hizo, y ya no está

En el barrio 128 Viviendas (Alberdi Norte, lindante con Ampliación "La Bombilla") los vecinos cuentan que había una plaza, pero la mataron. Los auditores del Tribunal de Cuentas recorrieron ese predio, ubicado en avenida Ejército del Norte al 1.900, y no encontraron más que un descampado de pastos amarillentos, bancos destrozados y faroles sin lámparas. En la zona cuentan, sin embargo, que los trabajos sí se hicieron, pero que los vándalos se encargaron de borrarlos del mapa. Elsa Lucía Moyano tiene 63 años, y desde su casa suele vigilar el predio, donde lleva a jugar a sus cuatro nietas.

"La primera vez que la hicieron estaba todo lindo, bello. Pero vinieron las plagas, porque son eso, plagas, y la rompieron. Hasta dejaron cables pelados de la luz de los faroles; era un peligro para los chicos. Hablé a un político para que viera qué se podía hacer, pero nadie se movió. Al final, los mismos muchachos que habían destrozado todo se llevaron los cables. La verdad, no sé cómo hicieron", remarcó la mujer, en diálogo con LA GACETA.

Esta obra está incluida en el informe elaborado por el Tribunal de Cuentas (TC), luego de que Miguel Ángel Brito renunciara el año pasado a su cargo como titular de la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU).

Entre los trabajos inspeccionados por el organismo de contralor consta el expediente 1.162/321-H-2009, llamado "Mejoramiento de espacios verdes: plaza avenida Ejército del Norte al 1.900, Capital". Por resolución, la DAU aprobó el desembolso de $ 34.000 para "la adquisición de materiales". Mediante la Ley 7.960, se la adjudicó de forma directa -previo cotejo de precios- a la firma BP SA. Al final, se emitió una orden de pago por $ 21.462. "En el lugar no se verifica la ejecución de los trabajos proyectados. Correspondería solicitar informe sobre el destino de los materiales adquiridos para esta obra", apuntó la ingeniera fiscal Lucía Femenias, del TC, en su informe.

"Había tres mesitas para tomar mate, bancos, juegos. Pero a todo lo rompieron o lo robaron. De la noche a la mañana se llevaban los toboganes, las hamacas... pero no se puede decir nada porque es peligroso. Al final, los chiquitos vienen a jugar, pero no hay nada y se vuelven llorando a la casa", destacó preocupada Moyano.

Otro de los "vigías" de la plaza de barrio 128 Viviendas es Eduardo Toscano. "Ha quedado destrozada porque no hay nadie que la cuide. Antes yo me ponía a discutir con estos adolescentes, porque era para que la disfrutaran los chicos, para que compartieran", comentó, resignado, el hombre de 39 años. Llegó al barrio en 2008, cuando se construyó, y al año siguiente comenzó a edificarse la plaza. Pero en 2011, dijo Toscano, quedó reducida a ruinas. "La única iluminación que tenemos es de la avenida", remarcó. Y contó que "en tiempo de elecciones" las cuadrillas del edil Ramón Santiago Cano (PJ) y del legislador Carlos Assán (PJ) "se pelean por limpiarla". "Pero cuando pasan las elecciones ya no viene nadie. Después de octubre quedará peor", afirmó.

¿Cuál es el origen del escándalo?
En agosto de 2012, Miguel Brito renunció debido a una obra frenada por presuntos sobreprecios.

¿Existe una causa penal?
Sí. Pasó por mano de tres fiscales: Adriana Reinoso Cuello, Washington Navarro y Arnoldo Suasnábar.

¿Quién está a cargo de la pesquisa? La jueza Mirta Lenis de Vera resolvió que fuera Suasnábar. El caso se abrió hace un año.

¿Qué aduce Brito?
El ex funcionario (asesora hoy al senador Sergio Mansilla) afirma que es una maniobra política de la opositora Silvia Elías.

¿Cómo se revelaron las obras fantasma? Una auditoría de oficio del Tribunal de Cuentas objetó 86 obras de la gestión de Brito.

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