04 Septiembre 2013
PARA SIEMPRE. Castro fue sentenciado el 1 de agosto a más de 1.000 años en prisión tras declararse culpable de 937 cargos que incluyeron violación y rapto. FOTO DE AGENCIA AFP
WASHINGTON, Estados Unidos.- Casi cinco semanas después de ser condenado a cadena perpetua y de evitar la pena de muerte con su confesión, el secuestrador de mujeres de Cleveland Ariel Castro se suicidó ahorcándose en su celda en una prisión de Ohio.
Castro, de 53 años, fue encontrado colgado en su celda a las 21.20 (hora local), informó Joellen Smith, portavoz de las autoridades penales de Ohio, anoche e martes. El personal de prisión intentó reanimarlo y lo trasladaron al hospital, contó Smith. sin embargo, allí fue declarado muerto.
Estaba encerrado en una celda individual en la prisión de Orient, en Ohio, donde era vigilado cada 30 minutos. Las autoridades han puesto en marcha una investigación sobre el suicidio.
Castro había sido condenado por retener contra su voluntad durante años a Michelle Knight, Gina DeJesus y Amanda Berry, en su casa de Cleveland y abusar de ellas.
El cuñado de Castro Juan Alicea dijo que la familia está indignada porque se enteró de la muerte a través de los medios de comunicación y sólo después recibió una comunicación de la dirección de prisiones.
Castro fue detenido a principios de mayo, después de que una de las mujeres secuestradas escapara de su casa y alarmara a la policía. Otras dos mujeres fueron rescatadas junto a la hija que había tenido una de las secuestradas con su violador.
El 1 de agosto, un tribunal condenó a Catro a cadena perpetua sin perspectivas de salida anticipada, por una acusación de 937 puntos, entre ellos violación y privación de libertad. Castro se declaró culpable y así evitó la pena de muerte, vigente en el estado de Ohio.
Durante el proceso Castro se disculpó ante sus víctimas, que secuestró una tras otra y que mantuvo encerradas en algún caso más de una década y a las que sometió a maltrato y abusos sexuales.
Castro dijo que no actuó con mala intención y negó ser un nombre violento. "No soy un monstruo. Estoy enfermo", señaló.
El reconocimiento de la culpa permitió que sus víctimas no tuvieran que declarar ante el tribunal. Knight, una de las mujeres secuestradas, sin embargo, sí quiso ajustar cuentas con sus secuestrador y dijo entre lágrimas haber vivido 11 años en le infierno. "Ahora empieza tu infierno. Yo superaré todo lo ocurrido, pero tú tendrás que vivir para siempre tu infierno", le espetó. (DPA)
Castro, de 53 años, fue encontrado colgado en su celda a las 21.20 (hora local), informó Joellen Smith, portavoz de las autoridades penales de Ohio, anoche e martes. El personal de prisión intentó reanimarlo y lo trasladaron al hospital, contó Smith. sin embargo, allí fue declarado muerto.
Estaba encerrado en una celda individual en la prisión de Orient, en Ohio, donde era vigilado cada 30 minutos. Las autoridades han puesto en marcha una investigación sobre el suicidio.
Castro había sido condenado por retener contra su voluntad durante años a Michelle Knight, Gina DeJesus y Amanda Berry, en su casa de Cleveland y abusar de ellas.
El cuñado de Castro Juan Alicea dijo que la familia está indignada porque se enteró de la muerte a través de los medios de comunicación y sólo después recibió una comunicación de la dirección de prisiones.
Castro fue detenido a principios de mayo, después de que una de las mujeres secuestradas escapara de su casa y alarmara a la policía. Otras dos mujeres fueron rescatadas junto a la hija que había tenido una de las secuestradas con su violador.
El 1 de agosto, un tribunal condenó a Catro a cadena perpetua sin perspectivas de salida anticipada, por una acusación de 937 puntos, entre ellos violación y privación de libertad. Castro se declaró culpable y así evitó la pena de muerte, vigente en el estado de Ohio.
Durante el proceso Castro se disculpó ante sus víctimas, que secuestró una tras otra y que mantuvo encerradas en algún caso más de una década y a las que sometió a maltrato y abusos sexuales.
Castro dijo que no actuó con mala intención y negó ser un nombre violento. "No soy un monstruo. Estoy enfermo", señaló.
El reconocimiento de la culpa permitió que sus víctimas no tuvieran que declarar ante el tribunal. Knight, una de las mujeres secuestradas, sin embargo, sí quiso ajustar cuentas con sus secuestrador y dijo entre lágrimas haber vivido 11 años en le infierno. "Ahora empieza tu infierno. Yo superaré todo lo ocurrido, pero tú tendrás que vivir para siempre tu infierno", le espetó. (DPA)