Los peligros de la automedicación

21 Septiembre 2013
Una extraña relación existe entre una buena parte de los argentinos y el uso indiscriminado de medicamentos. Ya en 2010, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había advertido sobre este mal hábito que suele provocar consecuencias perniciosas e incluso llevar a la muerte. En esa oportunidad, el organismo señaló que más del 50% de los medicamentos se prescribían, dispensaban o vendían de forma inapropiada, y la mitad de los pacientes no los tomaban correctamente. Advirtió que el uso excesivo, insuficiente o indebido de los remedios tenía efectos nocivos para el paciente y constituía un desperdicio de recursos. Entre las causas se indicaba: la polifarmacia (consumo de demasiados medicamentos); el empleo excesivo de antibióticos e inyecciones; la prescripción no ajustada a directrices clínicas y la automedicación inapropiada.

Tucumán no es ajeno a esta realidad. Una docente de la Facultad de Medicina de la UNT e integrante del Grupo Argentino para el uso Racional del Medicamento (Gapurmed) señaló que la gente inventa enfermedades, desconoce su patología o si el remedio elegido es el más adecuado y tampoco sabe cuántos días debe tomarlo ni su dosis. "Asistimos a la cultura que llamamos medicalización de la vida cotidiana, contra la cual estamos luchando arduamente en el país", afirmó. La farmacéutica y dos colegas, integrantes de Gapurmed, contaron que conforman una red con la Anmat y que ahí los registros van al comité internacional de fármaco-vigilancia de la OMS. "Gracias a esta tarea se retiró del mercado mundial un antiinflamatrio que generaba severos problemas cardíacos y provocó la muerte de miles de personas. Los farmacólogos se enfrentaron con las poderosas multinacionales. Este es un caso emblemático de la fármaco-vigilancia porque tuvo que intervenir la Justicia pero finalmente logramos el objetivo. Se retiró el antiinflamatorio y les salvamos la vida a otras miles de personas", dijeron.

Esta problemática no sólo responde a la ignorancia o irresponsabilidad de la gente que se automedica, sino que influye también la industria farmacológica que promociona por los medios comunicación productos de venta masiva a través de íconos televisivos. En 2010, un representante de la Confederación Médica Argentina dijo que el interés de las empresas farmacéuticas es vender sus productos y ampliar mercados. Señaló que existía la posibilidad de un adoctrinamiento de los médicos para que transformaran a los pacientes en clientes, convirtiendo avatares de la vida en enfermedades susceptibles de ser medicadas. Recomendó que los médicos se actualizaran en forma permanente en farmacología. De hecho, la industria es la principal auspiciante de congresos, jornadas, posgrados y simposios.

Sería interesante conocer si en los últimos años, alguien fue a la cárcel o una multinacional fue sancionada con la pena máxima por la venta de fármacos que hubiesen ocasionado la muerte de miles de personas. La OMS aconseja, entre otras cosas, la eliminación de los incentivos económicos que facilitan la prescripción incorrecta, como la venta de medicamentos con ánimo de lucro por parte de los prescriptores, que ven así aumentados sus ingresos. El papel del Estado es fundamental en la educación de la población sobre el peligro de la automedicación, así como en la formación de los futuros médicos en esta problemática farmacológica.

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