Por Federico Diego van Mameren
22 Septiembre 2013
Como ellos no podían, ella lo hizo
Los azucareros consiguieron el ansiado aumento de precio no porque los hombres hayan conseguido lo que necesitaban sino porque la naturaleza "exportó" 500.000 toneladas. Los problemas del ministerio de Agricultura de la Nación de los que nadie se ocupa. El bicentenario fuera de campaña
Hay temas que suelen pasar inadvertidos para el común de los mortales y sin embargo son decisivos para que la maquinaria productiva de la provincia funcione. Por eso fue noticia el incremento del precio del azúcar que venía descendiendo peor que Racing. La industria azucarera suele esconderse entre bambalinas, pero no puede ocultar que su aporte a la economía tucumana es vital. Nadie salió a la calle a festejar ni a tirar papelitos, pero muchos respiraron aliviados cuando vieron que el precio se iba para arriba. Así van a terminar una zafra tranquila y sin los llantos que se habían previsto.
La incapacidad para ponerse de acuerdo y para dejar los egoísmos de lado obligó al Estado provincial a intervenir fuertemente en el mercado azucarero. Por ley se había creado el Instituto de Promoción del Azúcar y del Alcohol de Tucumán (IPAAT) que se venía ocupando de retener casi el 40% de la producción para que se exporte y de esa manera proteger el mercado interno. Hasta puso en ese instituto al gremialista Roberto Palina para controlar que los ingenios cumplan. Este instituto fue creado porque los empresarios fueron incapaces de salir del fango solos y con el agua al cuello corrieron a pedirle ayuda al papá Estado. El ministro de la producción Jorge Feijóo estaba de capa caída porque ni el apóstol Guillermo Moreno era capaz de tirarle una soga a los tucumanos. Pese a todo el precio no subía. Y lo que no pudieron los hombres, la Naturaleza lo hizo. La santa helada "exportó" 500.000 toneladas de caña y el precio del azúcar comenzó a trepar. Es muy difícil que José Alperovich decida poner a la Naturaleza como ministro ya que hasta ahora ha elegido no tocar su gabinete salvo circunstancias muy especiales -¿seguirá pensando igual después del 27 de octubre?-. Si la Naturaleza no podrá sentarse en el gabinete, tal vez sea necesario reencauzar caminos para que el año que viene la industria azucarera no dependa de sus rezos.
No todas son buenas noticias. Desde hace tres años los gobiernos nacional y provincial venían trabajando junto con el sector privado para poner en práctica el Programa para Incrementar la Competitividad del Sector Azucarero del NOA (Proicsa). Hasta la ley lograron sacar del Congreso de la Nación. Esto implicaba la lluvia de 80 millones de dólares para gestionar proyectos productivos y ambientales. Pero los nubarrones se instalaron en el Ministerio de Agricultura de la Nación donde el ministro Norberto Yauhar no pudo manejar sus internas. Incluso parece no preocuparle que su cartera sea la que está frenando el ingreso de divisas que fortalecerían las industrias de todo el NOA. Pero como el federalismo es el último de los valores arraigados en las provincias -nada menos- los funcionarios de Alperovich no se animan ni a contarle al gobernador que las complicaciones de un funcionario nacional están perjudicando a Tucumán y hasta al mismísimo Santiago del Estero, que se vería beneficiado con las obras y proyectos ambientales que se han paralizados por la demora en la efectiva implementación del Proicsa.
Diálogo abierto
Después de 25 días de espera el rector de la Universidad Nacional de Tucumán decidió que el problema de la toma de facultades es algo que le compete. Había optado por el silencio o por desentenderse. Durante la semana el defensor del Pueblo ayudó para que Juan Cerisola asumiera su responsabilidad. El arquitecto Hugo Cabral medió para que haya diálogo. Habló con estudiantes, con autoridades universitarias y hasta con las de la provincia. Las tomas de facultades han entrado en un callejón sin salida. La necesidad de retomar las clases y de volver a las aulas es compartida por todos. La lozanía estudiantil y la impericia de las autoridades universitarias y provinciales -en segundo término- están estirando el conflicto. Lo que más cuesta es aceptar que es bueno sentarse a escuchar al otro. El viernes dieron el primer paso para encontrar un camino hacia la solución. Que la tozudez y la impaciencia no hagan de las suyas. Cabral en una especie de terapia colaborativa ha sembrado una semilla. "Nadie puede ser si no permite que los demás sean", fue la reflexión del ombudsman parafraseando al educador brasileño Paulo Freire. A la posibilidad de que el rector entienda que tiene un problema y que debe escuchar y encontrar un camino conciliador deberá corresponderle la responsabilidad de los estudiantes de ponerle quicio al conflicto. Será un buen ejemplo. También quedará para la autoreflexión estudiantil qué pasó con sus propias instituciones y estructuras que fueron desbordadas. No hay que olvidar que las autoridades de los centros quedaron gritando desde afuera. Idéntica autoevaluación deberán hacer esas autoridades jóvenes vacías de poder. Y, lo propio les corresponderá a los directivos universitarios que reaccionaron con liviandad al "dejar hacer" en vez de tomar el toro por las astas.
¿Se animarán?
En Tucumán hay dos candidatos que asoman llegar a la meta el 27 de octubre. Si bien la campaña comienza hoy durante los días pasados han brillado por su ausencia proselitista. Ni Juan Manzur ni José Cano se han mostrado mucho. Menos aún han asomado en conflictos como los descriptos con el azúcar o con los claustros universitarios. La atención la ponen en los votos y la preocupación se detiene en las renuncias a ministro y a senador, respectivamente. A juzgar por las Paso y por los anuncios previos, tanto el oficialista como el radical saben que ya -antes de los comicios- han obtenido sus respectivas bancas de diputado. Estarían en condiciones de renunciar. Si no llegaran a hacerlo significaría que la ciudadanía volverá a enfrentarse a candidatos que no lo son. En Tucumán sobran los ejemplos de postulantes truchos. Si bien Manzur prácticamente no ha hablado durante la anterior campaña -Alperovich lo hizo por él- la presidenta Cristina Fernández ha advertido su negativa a las candidaturas testimoniales. En el caso de Cano, él ha sido claro al definir su oposición a esa engañosa forma de postulación, falta que lo haga.
En medio de estas cavilaciones Cano siente que no están lejos los 30.000 votos que le faltan para conseguir dos bancas de diputados. La idea de darle una lección al hegemonismo alperovichista no avergüenza a muchos que están dispuestos a cambiar la postura que tuvieron el 11 de agosto pasado.
Alperovich -no Manzur- en cambio, tiene dos fantasmas: uno es la prensa a la que ve como actor en estos comicios y el otro es el intendente Domingo Amaya a quien ya lo ha instalado como enemigo interno. En el oficialismo sienten que las Paso fueron el primer tiempo y el 27 de octubre se disputará el segundo y definitivo. El gobernador quiere ganar los comicios y obtener tres de las cuatro bancas en juego y para ello les exige que cada uno de los peronistas haga el mejor partido y controla a aquellos que se sienten acalambrados y no pueden jugar a fondo, lo hagan a pesar suyo.
Está claro que todos ya piensan en 2015. El círculo íntimo de Alperovich cree que después de los comicios del 27 el problema será de la oposición y no del oficialismo. Es cierto que el candidato alperovichista tendrá como principal elector al mandatario y saldrá de ese entorno. Por eso Osvaldo Jaldo duerme con el saco puesto y Juan Manzur ya eligió el color perfecto para el juramento. Beatriz Rojkés, en tanto, tiene también un vestido guardado. Siguiendo este discurso el lordmayor ya ha quedado del lado de la oposición. Cano, en tanto tendrá que trabajar mucho para fidelizar su candidatura. El diagnóstico oficialista, por lo tanto, no está muy errado. Aunque si la ciudadanía le da dos bancas a cada fuerza, Alperovich confirmará que vive su ocaso y el futuro de Amaya será otro.
Cuatro de cinco
Las confusiones no son un privilegio de la actividad política. En las altas esferas de los Tribunales se asoma la elección del presidente de la Corte Suprema de Justicia. Hay cinco vocales y cuatro quieren ser presidentes. La cohesión no figura entre las virtudes de ese cuerpo colegiado. Sólo René Goane, quien daría su voto por la reelección del actual titular del cuerpo, se abstiene entre los ambiciosos del sillón más alto. Claudia Sbdar jamás abandonó su ilusión de ser la primera mujer que presida la Corte y Daniel Posse alguna vez ya se entusiasmó con la idea ya que siente que sería un buen antecedente si es que Beatriz Rojkés lo elige como su vice.
La voz del almanaque
La mirada está puesta en octubre o en 2015. La necesidad de poner el foco en esas fechas deja afuera de la agenda política la llegada del bicentenario que abre una oportunidad única para Tucumán. Hay movidas empresarias que vuelven a soñar con la obra de Pelli y hasta con la visita del Papa a la provincia. Sueño o ideales que ayudan a crear y que necesitan de políticos que apuesten al mañana. Así como la naturaleza levantó el precio, el almanaque marca una oportunidad.
La incapacidad para ponerse de acuerdo y para dejar los egoísmos de lado obligó al Estado provincial a intervenir fuertemente en el mercado azucarero. Por ley se había creado el Instituto de Promoción del Azúcar y del Alcohol de Tucumán (IPAAT) que se venía ocupando de retener casi el 40% de la producción para que se exporte y de esa manera proteger el mercado interno. Hasta puso en ese instituto al gremialista Roberto Palina para controlar que los ingenios cumplan. Este instituto fue creado porque los empresarios fueron incapaces de salir del fango solos y con el agua al cuello corrieron a pedirle ayuda al papá Estado. El ministro de la producción Jorge Feijóo estaba de capa caída porque ni el apóstol Guillermo Moreno era capaz de tirarle una soga a los tucumanos. Pese a todo el precio no subía. Y lo que no pudieron los hombres, la Naturaleza lo hizo. La santa helada "exportó" 500.000 toneladas de caña y el precio del azúcar comenzó a trepar. Es muy difícil que José Alperovich decida poner a la Naturaleza como ministro ya que hasta ahora ha elegido no tocar su gabinete salvo circunstancias muy especiales -¿seguirá pensando igual después del 27 de octubre?-. Si la Naturaleza no podrá sentarse en el gabinete, tal vez sea necesario reencauzar caminos para que el año que viene la industria azucarera no dependa de sus rezos.
No todas son buenas noticias. Desde hace tres años los gobiernos nacional y provincial venían trabajando junto con el sector privado para poner en práctica el Programa para Incrementar la Competitividad del Sector Azucarero del NOA (Proicsa). Hasta la ley lograron sacar del Congreso de la Nación. Esto implicaba la lluvia de 80 millones de dólares para gestionar proyectos productivos y ambientales. Pero los nubarrones se instalaron en el Ministerio de Agricultura de la Nación donde el ministro Norberto Yauhar no pudo manejar sus internas. Incluso parece no preocuparle que su cartera sea la que está frenando el ingreso de divisas que fortalecerían las industrias de todo el NOA. Pero como el federalismo es el último de los valores arraigados en las provincias -nada menos- los funcionarios de Alperovich no se animan ni a contarle al gobernador que las complicaciones de un funcionario nacional están perjudicando a Tucumán y hasta al mismísimo Santiago del Estero, que se vería beneficiado con las obras y proyectos ambientales que se han paralizados por la demora en la efectiva implementación del Proicsa.
Diálogo abierto
Después de 25 días de espera el rector de la Universidad Nacional de Tucumán decidió que el problema de la toma de facultades es algo que le compete. Había optado por el silencio o por desentenderse. Durante la semana el defensor del Pueblo ayudó para que Juan Cerisola asumiera su responsabilidad. El arquitecto Hugo Cabral medió para que haya diálogo. Habló con estudiantes, con autoridades universitarias y hasta con las de la provincia. Las tomas de facultades han entrado en un callejón sin salida. La necesidad de retomar las clases y de volver a las aulas es compartida por todos. La lozanía estudiantil y la impericia de las autoridades universitarias y provinciales -en segundo término- están estirando el conflicto. Lo que más cuesta es aceptar que es bueno sentarse a escuchar al otro. El viernes dieron el primer paso para encontrar un camino hacia la solución. Que la tozudez y la impaciencia no hagan de las suyas. Cabral en una especie de terapia colaborativa ha sembrado una semilla. "Nadie puede ser si no permite que los demás sean", fue la reflexión del ombudsman parafraseando al educador brasileño Paulo Freire. A la posibilidad de que el rector entienda que tiene un problema y que debe escuchar y encontrar un camino conciliador deberá corresponderle la responsabilidad de los estudiantes de ponerle quicio al conflicto. Será un buen ejemplo. También quedará para la autoreflexión estudiantil qué pasó con sus propias instituciones y estructuras que fueron desbordadas. No hay que olvidar que las autoridades de los centros quedaron gritando desde afuera. Idéntica autoevaluación deberán hacer esas autoridades jóvenes vacías de poder. Y, lo propio les corresponderá a los directivos universitarios que reaccionaron con liviandad al "dejar hacer" en vez de tomar el toro por las astas.
¿Se animarán?
En Tucumán hay dos candidatos que asoman llegar a la meta el 27 de octubre. Si bien la campaña comienza hoy durante los días pasados han brillado por su ausencia proselitista. Ni Juan Manzur ni José Cano se han mostrado mucho. Menos aún han asomado en conflictos como los descriptos con el azúcar o con los claustros universitarios. La atención la ponen en los votos y la preocupación se detiene en las renuncias a ministro y a senador, respectivamente. A juzgar por las Paso y por los anuncios previos, tanto el oficialista como el radical saben que ya -antes de los comicios- han obtenido sus respectivas bancas de diputado. Estarían en condiciones de renunciar. Si no llegaran a hacerlo significaría que la ciudadanía volverá a enfrentarse a candidatos que no lo son. En Tucumán sobran los ejemplos de postulantes truchos. Si bien Manzur prácticamente no ha hablado durante la anterior campaña -Alperovich lo hizo por él- la presidenta Cristina Fernández ha advertido su negativa a las candidaturas testimoniales. En el caso de Cano, él ha sido claro al definir su oposición a esa engañosa forma de postulación, falta que lo haga.
En medio de estas cavilaciones Cano siente que no están lejos los 30.000 votos que le faltan para conseguir dos bancas de diputados. La idea de darle una lección al hegemonismo alperovichista no avergüenza a muchos que están dispuestos a cambiar la postura que tuvieron el 11 de agosto pasado.
Alperovich -no Manzur- en cambio, tiene dos fantasmas: uno es la prensa a la que ve como actor en estos comicios y el otro es el intendente Domingo Amaya a quien ya lo ha instalado como enemigo interno. En el oficialismo sienten que las Paso fueron el primer tiempo y el 27 de octubre se disputará el segundo y definitivo. El gobernador quiere ganar los comicios y obtener tres de las cuatro bancas en juego y para ello les exige que cada uno de los peronistas haga el mejor partido y controla a aquellos que se sienten acalambrados y no pueden jugar a fondo, lo hagan a pesar suyo.
Está claro que todos ya piensan en 2015. El círculo íntimo de Alperovich cree que después de los comicios del 27 el problema será de la oposición y no del oficialismo. Es cierto que el candidato alperovichista tendrá como principal elector al mandatario y saldrá de ese entorno. Por eso Osvaldo Jaldo duerme con el saco puesto y Juan Manzur ya eligió el color perfecto para el juramento. Beatriz Rojkés, en tanto, tiene también un vestido guardado. Siguiendo este discurso el lordmayor ya ha quedado del lado de la oposición. Cano, en tanto tendrá que trabajar mucho para fidelizar su candidatura. El diagnóstico oficialista, por lo tanto, no está muy errado. Aunque si la ciudadanía le da dos bancas a cada fuerza, Alperovich confirmará que vive su ocaso y el futuro de Amaya será otro.
Cuatro de cinco
Las confusiones no son un privilegio de la actividad política. En las altas esferas de los Tribunales se asoma la elección del presidente de la Corte Suprema de Justicia. Hay cinco vocales y cuatro quieren ser presidentes. La cohesión no figura entre las virtudes de ese cuerpo colegiado. Sólo René Goane, quien daría su voto por la reelección del actual titular del cuerpo, se abstiene entre los ambiciosos del sillón más alto. Claudia Sbdar jamás abandonó su ilusión de ser la primera mujer que presida la Corte y Daniel Posse alguna vez ya se entusiasmó con la idea ya que siente que sería un buen antecedente si es que Beatriz Rojkés lo elige como su vice.
La voz del almanaque
La mirada está puesta en octubre o en 2015. La necesidad de poner el foco en esas fechas deja afuera de la agenda política la llegada del bicentenario que abre una oportunidad única para Tucumán. Hay movidas empresarias que vuelven a soñar con la obra de Pelli y hasta con la visita del Papa a la provincia. Sueño o ideales que ayudan a crear y que necesitan de políticos que apuesten al mañana. Así como la naturaleza levantó el precio, el almanaque marca una oportunidad.