Los alumnos irán a la escuela hasta una semana antes de festejar la Navidad

La decisión ya está tomada y aunque no provoque sonrisas generalizadas, las escuelas y colegios de todo el país tendrán que acatarla. El Consejo Federal de Educación (CFE) estableció el inicio y finalización del ciclo lectivo 2014, con el objetivo de alcanzar los 190 días de clase efectivos. Y para conseguirlo, las clases deberán comenzar el 26 de febrero y terminar el 19 de diciembre del año próximo. A su vez, los docentes tendrán una capacitación nacional los días 24 y 25 de febrero próximo. En tanto, el presente período lectivo llegará a su fin el 17 de diciembre.

El CFE, conformado por los 24 ministros de Educación y presidido por el titular de la cartera nacional, Alberto Sileoni, se reunió en asamblea el martes y resolvió el período lectivo. La ministra tucumana, Silvia Rojkés de Temkin, no pudo asistir al cónclave por cuestiones de salud, pero aseguró que estuvo en contacto permanente con sus pares y que comparte la decisión.

"La Ley Nacional de Educación fija como base 180 días de clases. No nos olvidemos de que veníamos de años en los que no llegamos a los 80 días de clases. Una de las primeras acciones de este Gobierno fue comenzar a consolidar un calendario escolar más amplio", destacó ayer la funcionaria en diálogo con LA GACETA.

Descontento
Al igual que en el presente período lectivo, la decisión del Consejo suscitó las quejas de algunas asociaciones de padres y de los gremios docentes. El motivo del descontento es que, particularmente en Tucumán, el calor extremos que se registran a mediados de diciembre y febrero ponen en riesgo la salud de los chicos. "La decisión del Consejo ha sido unilateral. Los gremios no hemos sido convocados ni consultados para establecer el comienzo y finalización de clases. Esto va en contra de la Ley 26.075 (de Financiamiento Educativo), que establece que las entidades gremiales deben participar de la confección del calendario educativo", reclamó David Toledo, titular de la Asociación de de Trabajadores de la Educación Provincial (ATEP).

El dirigente sostuvo que hay puntos que solucionar antes de definir el comienzo de clases. "Si bien es cierto que ha habido inversión, hay muchísimas escuelas que no están en condiciones de brindar comodidad a los chicos y a los trabajadores", expresó Toledo e insistió en que aún falta saber qué se resolverá el año que viene en paritarias. "Las mejoras salariales conseguidas se han visto absorbidas por la inflación, entonces falta ver cómo vamos a solucionar este tema. Es muy pronto para hablar de medidas de fuerza, pero somos cautelosos", aseveró.

Mediante sendos comunicados, el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) y la Agremiación del Personal de Enseñanza Media (APEM) repudiaron la medida ya que no fue consensuada con los trabajadores.

Respecto del clima, Rojkés de Temkin señaló que es un tema que se está solucionando en conjunto entre el Estado y las asociaciones cooperadoras de las escuelas. "Hemos licitado más de 1.000 ventiladores para equipar escuelas y en algunas instituciones las cooperadoras están aportando para comprar equipos de aire acondicionado. El factor climático es algo que podemos sortear adecuando las escuelas. En febrero hace calor, pero en marzo también", señaló.

La Comisión de Padres de la Provincia manifestó preocupación por la ampliación del ciclo lectivo y advirtió que una mayor cantidad de días de clases no garantiza la calidad educativa. "Hace tres años que vivimos lo mismo y que nos manifestamos de la misma forma: la presencia de los chicos en las escuelas, la cantidad de días de clase, no hace a la calidad educativa. El objetivo es cumplir 190 días de clases, pero resulta que hay chicos que no tienen docentes nombrados, hay materias que nunca se llegan a dar... La Escuela Sarmiento, por citar un ejemplo, comienza las clases en abril y es una de las instituciones de mayor nivel de la provincia", comparó Josefina Ferrer, titular de la Comisión.

"Hay una contradicción muy seria entre los ministerios de Salud y de Educación. Mientras el primero insiste en que la población no se exponga a los calores extremos del verano, el Ministerio de Educación insiste en hacer ir a los chicos a calcinarse bajo los techos de chapa de las escuelas. No se entiende", contrapuso la directiva.