"No tuve connivencia con los narcos", dice el intendente de Frías

Humberto Salim habló sobre la detención del "Gallo" Andrada, un importante jefe narco en su ciudad. "Hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance".

LÍMITES. Salim asegura que el municipio no tiene poder de policía para combatir a los que venden drogar. FOTO TOMADA DE ELLIBERAL.COM LÍMITES. Salim asegura que el municipio no tiene poder de policía para combatir a los que venden drogar. FOTO TOMADA DE ELLIBERAL.COM
18 Noviembre 2013
SANTIAGO DEL ESTERO.- El jefe de una de las bandas de narcotraficantes más fuertes del país fue atrapado en Frías, y el intendente de esa ciudad santiagueña asegura que las actividades del "Gallo" Andrada no se limitan a esa zona.

Humberto Salim es crítico con “los que deben hacer y no hacen”, y responde a las denuncias de la Iglesia, que dijo que la actividad narcotraficante solo es posible con complicidad de políticos, jueces o policías. "Me gustaría que los que hablan de complicidad den nombres y apellido para que se combata. Nosotros, como funcionarios, más allá de denunciar y de aportar toda la colaboración a los que tienen facultades para proceder, no podemos hacer nada más", afirma.

"Yo nunca tuve connivencia con estos delincuentes y no les tengo miedo, son gente que se mueve sin escrúpulos, que están por todos lados, esto no es una situación que se dé sólo en Frías", declaró al diario "El Liberal".

Salim asegura que el municipio firmó un convenio con Gendarmería Nacional para que se instale un puesto en Frías. "Finalmente se instalaron este año y creo que durante el tiempo que estuvieron no fue lo mismo -dice-. Lamentablemente se fueron hace unos meses, dijeron que tenían otro destino y nuevamente quedamos sin esa ayuda".

La situación es conocida por todos en Frías, afirma Salim: "Acá todos saben quiénes son los que venden (drogas), los conocen, saben cómo viven y cómo se manejan. Hay tipos que aparecen en las mesas de juego haciendo gala de dinero y todos sospechan de dónde viene. Pero, como yo no tengo facultades para hacer allanamientos ni procedimientos, más allá de denunciarlos para que actúen los que tienen que hacerlo, no podemos hacer más".

"Esta gente que se maneja sin escrúpulos; se los puede ver con sus vehículos estacionados en medio de las calles y gritando 'que alguien me venga a decir algo'. Van presos, pero luego salen", insiste, y cita el caso de Ariel Luna: "Lo detuvieron varias veces, pero sale y sigue con las andadas".

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