06 Diciembre 2013
FIRMES. Ni chinas ni inglesas se amedrentaron para buscar un lugar en semifinales y ofrecieron un partido cambiante.
Parece que a las inglesas les gusta sufrir para ganar. Sucede que Inglaterra ganó merecidamente por 1 a 0, pero casi se infarta al final, aunque las dirigidas por Jason Lee fueron más que las chinas, en juego y ganas. Mañana enfrentarán a Australia.
El primer tiempo fue casi un monólogo. Inglaterra movió como quiso la bocha desde el medio hasta el frente de ataque. Las pocas veces que China atacó, las opciones estaban ocultas detrás de las líneas defensivas de su rival. El 0-0 parcial no fue espejo del rendimiento inglés.
En el complemento, las europeas experimentaron: bajó el ritmo, pero no el nivel. Apostaron a la paciencia y encontraron un penal, primera situación por la que sufrieron de más. Georgie Twigg lo ejecutó mal, pero la jueza determinó que la arquera china se había adelantado. Esta vez la inglesa no falló en la repetición. Las europeas pasaron momentos de zozobra al final. Meiyu Liang casi tuvo el empate cuando faltaban menos de tres minutos. Segundos después, otra penetración china la desmanteló Sally Walton. En dos minutos las asiáticas intentaron hacer lo que no pudieron en 70. Inglaterra ganó, pero con sufrimiento infartante.
El primer tiempo fue casi un monólogo. Inglaterra movió como quiso la bocha desde el medio hasta el frente de ataque. Las pocas veces que China atacó, las opciones estaban ocultas detrás de las líneas defensivas de su rival. El 0-0 parcial no fue espejo del rendimiento inglés.
En el complemento, las europeas experimentaron: bajó el ritmo, pero no el nivel. Apostaron a la paciencia y encontraron un penal, primera situación por la que sufrieron de más. Georgie Twigg lo ejecutó mal, pero la jueza determinó que la arquera china se había adelantado. Esta vez la inglesa no falló en la repetición. Las europeas pasaron momentos de zozobra al final. Meiyu Liang casi tuvo el empate cuando faltaban menos de tres minutos. Segundos después, otra penetración china la desmanteló Sally Walton. En dos minutos las asiáticas intentaron hacer lo que no pudieron en 70. Inglaterra ganó, pero con sufrimiento infartante.