Continúa el temor entre los comerciantes y vecinos del sur de la capital

Los rumores de saqueos no dejan de circular y mantienen a los tucumanos alerta.

ATENTOS. En el Luque las persianas se mantiene cerradas y la seguridad se encuentra en las puertas. FOTOS DE DANIEL SALVADOR ATENTOS. En el Luque las persianas se mantiene cerradas y la seguridad se encuentra en las puertas. FOTOS DE DANIEL SALVADOR
11 Diciembre 2013
La población y los comerciantes de los barrios del sur de la capital tucumana se mantienen en vilo. Es que son constantes las versiones (principalmente por las redes sociales) sobre la aparición de grupos de saqueadores en motocicletas o de "marcadores" de terreno para asaltos en domicilios, desplazándose en autos de alta gama y en combis blancas.

Hoy a partir de las 16, aseguraban en Facebook que los saqueadores avanzaban desde avenida Colón y Alsina hacia cuatro "blancos": los supermercados Luque, Libertad y Makro, y el corralón de materiales de construcción El Amigo.

LA GACETA recorrió la zona antes de las 17. En ese momento la línea 9 de colectivo cortaba el servicio, según indicaron los choferes, "por orden de la administración, para evitar que dañen los vehículos como ocurrió en unidades de la línea 17, y por seguridad del personal, ante los rumores de nuevos saqueos por esta zona".

En Makro (ruta 301 y avenida Poviña, barrio San Martín) cerraron los portones, con personal de custodia privada apostado en los ingresos junto con uniformados de la Policía provincial. Además de estar armados con escopetas, tenían conectada la manguera para incendios para usarla en caso de tener que repeler a los saqueadores. A menos de ocho cuadras, en el corralón El Amigo, más de media docena de guardias fuertemente armados custodiaba la entrada. Al frente estaba estacionada una combi de la Gendarmería con varios efectivos.

A tres cuadras, por la avenida Kirchner, el hipermercado Libertad mantenía abiertas sus puertas, con custodia privada en los accesos y móviles y efectivos de la Policía provincial en la playa de estacionamiento.

Algo similar ocurría en Luque, que con las persianas metálicas bajadas mantenía abierta sólo la puerta blindada de ingreso. Allí, la custodia exhibía en esa entrada armas largas. En dirección hacia el centro por esa avenida hasta la avenida Alem, la mayoría de los negocios permanecían cerrados o atendiendo a través de ventanas enrejadas o persianas a medio abrir. Por las adyacencias se podía observar a los vecinos reunidos cerca de las barricadas aún humeantes, y otros reacomodándolas (principalmente en el barrio 24 de Septiembre) y prendiendo nuevamente cubiertas.

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