15 Diciembre 2013
Agrimensora Graciela Cárdenas -Ex delegada en tucuman del Inadi
Primero sentí miedo. Las noticias me llevaron a dudar de la construcción de los lazos comunitarios que como sociedad venimos forjando en esta democracia. Tengo la certeza de que lo que pasó tiene que ver con la ausencia de ley, con que las fuerzas de seguridad no hicieron lo que la sociedad les encomendó y “deliberadamente” no nos protegieron. Tiene que ver con una deuda pendiente, que implica profesionalizar las fuerzas, y apartar de ellas a quienes atenten contra el orden y la libertad que supone la democracia. Tiene que ver con delincuencia y con una trama criminal que intenta sembrar el pánico. Lo que pasó desnuda la fragilidad de algunos lazos, los modos en los que algunas personas son capaces de reaccionar desde el anonimato y la ausencia de ley. Dejé de sentir miedo cuando recordé a todas las personas que conozco que vienen trabajando con responsabilidad y compromiso, de modo consiente por el bienestar común.
¿Qué hacer? Seguir apostando. Difundir acciones solidarias de mis comprovincianos. Y ese tiene que ser el objetivo: reforzar los lazos. El miércoles a la mañana iba en mi auto a trabajar y fui tomando conciencia de que las paradas de ómnibus estaban llenas de personas. Cuando comprendí que lo que pasaba era que no había colectivo, me acerqué, me presenté y ofrecí llevar a los que cupieran en el auto hasta donde ellos fueran. Primero me miraron con sorpresa, pero cuatro mujeres subieron... Confiaron en mí. Lo que nos cabe es pensar, cada uno desde su lugar, qué estoy haciendo para que se construya la paz. Qué puedo hacer yo para mejorar mi medio ambiente. Pacificarnos interiormente, pues nuestro contexto depende de esa paz nuestra.