07 Enero 2014
EN ACCIÓN. La cancha está en uso permanente y cuenta con un cuidado especial.
Amante del Dakar: cuando esté en zona de visión panorámica del hipódromo, la mirada se le irá hacia otro punto; se elevara y rendirá a un escenario que enamora. Pero si la ansiedad te obliga a despistarse del camino a Vivac y a romper la barrera de la lejanía entre lo bello distante y lo real, la fachada del lugar le robará la emoción. Le costará entender por qué el símbolo deportivo de la provincia de este último siglo está “como descuidado en su acceso”. Parece la historia de la Bella y la Bestia, aunque en este caso, el estadio de hockey de Natación sea más bello que bestia.
Hasta hace menos de un mes, detrás de una tela olímpica perimetral de apariencia olvidada por tanto bartulo, escombros y poco cuidado, estuvieron los mejores seleccionados del planeta jugando la Liga Mundial. Pero el torneo se esfumó, y todo el vértigo rodante que significó poner en forma un gigante que no llegó a construirse a término se fue apagando.
A diferencia del amanecer de diciembre, el ruido hoy es un síntoma extraño al oído clínico de un predio que sólo recibe gente de la casa y a equipos que pagan un alquiler por utilizar la cancha de agua, la mejor del país, posiblemente, por su tecnología. No hay dudas de que está cuidada como juguete nuevo. Impecable, así como el interior que hace de base de la platea techada, donde en sus entrañas hay vestuarios para cuatro equipos, para cuerpos técnicos y para árbitros; salas de atención médica, de control antidoping; una sala de prensa y otra para conferencias.
Lo que se ve puertas adentro empalaga por su ostentación, sin embargo, cuando la vista apunta hacia la salida de avenida Benjamín Araoz nuevamente entra a jugar el rol del ¿por qué está así la fachada? "Nunca se dejó de trabajar en el estadio, aunque sí bajó el caudal de gente que estaba en el proyecto. Es enero y la mayoría está de vacaciones", aclaran desde Natación. Se nota que hay movimiento en sectores como palcos VIP y un salón de fiesta. "Debe haber entre 15 y 20 personas a diario". De eso no hay dudas, se nota el movimiento. Lo que sí está en el ojo de la tormenta es por qué el frente no fue mejorado.
"Pasa que se está haciendo una base de ladrillos y luego se recolocará la tela olímpica. Hoy (por ayer) empezamos a colocar el portón de acceso que está pegado a la garita de entrada”, explica el directivo "blanco", que prefiere no dar su nombre pero sí justificar que esta obra cumbre para el deporte tucumano nunca descansa. Va a paso lento y seguro.
Hasta hace menos de un mes, detrás de una tela olímpica perimetral de apariencia olvidada por tanto bartulo, escombros y poco cuidado, estuvieron los mejores seleccionados del planeta jugando la Liga Mundial. Pero el torneo se esfumó, y todo el vértigo rodante que significó poner en forma un gigante que no llegó a construirse a término se fue apagando.
A diferencia del amanecer de diciembre, el ruido hoy es un síntoma extraño al oído clínico de un predio que sólo recibe gente de la casa y a equipos que pagan un alquiler por utilizar la cancha de agua, la mejor del país, posiblemente, por su tecnología. No hay dudas de que está cuidada como juguete nuevo. Impecable, así como el interior que hace de base de la platea techada, donde en sus entrañas hay vestuarios para cuatro equipos, para cuerpos técnicos y para árbitros; salas de atención médica, de control antidoping; una sala de prensa y otra para conferencias.
Lo que se ve puertas adentro empalaga por su ostentación, sin embargo, cuando la vista apunta hacia la salida de avenida Benjamín Araoz nuevamente entra a jugar el rol del ¿por qué está así la fachada? "Nunca se dejó de trabajar en el estadio, aunque sí bajó el caudal de gente que estaba en el proyecto. Es enero y la mayoría está de vacaciones", aclaran desde Natación. Se nota que hay movimiento en sectores como palcos VIP y un salón de fiesta. "Debe haber entre 15 y 20 personas a diario". De eso no hay dudas, se nota el movimiento. Lo que sí está en el ojo de la tormenta es por qué el frente no fue mejorado.
"Pasa que se está haciendo una base de ladrillos y luego se recolocará la tela olímpica. Hoy (por ayer) empezamos a colocar el portón de acceso que está pegado a la garita de entrada”, explica el directivo "blanco", que prefiere no dar su nombre pero sí justificar que esta obra cumbre para el deporte tucumano nunca descansa. Va a paso lento y seguro.