12 Enero 2014
- Asistencia y rehabilitación.- Los casos de chicos y jóvenes que consumen “paco” y que buscan ayuda para recuperarse aumentaron un 40% desde que las madres empezaron a denunciar lo que ocurría en la Costanera, según datos del Servicio de Prevención y Asistencia de las Adiciones del Hospital “Nicolás Avellaneda”. Allí atienden más de 600 consultas por mes en total. A partir de 2009, el Ministerio de Salud diseñó nuevos dispositivos de tratamiento, ya que la adicción al “paco” es mucho más grave que a otras sustancias y también tuvo que elaborar un nuevo protocolo sobre cómo actuar ante estos pacientes. También reforzó la asistencia en los CAPS de la zona para que actúen en red con las instituciones especializadas. Recientemente, el gobernador José Alperovich prometió que este año encarará una lucha frontal contra la drogadicción. Anunció que la provincia abrirá dos centros para recibir a los jóvenes adictos: uno estará ubicado en la zona de la Costanera y el otro, en el hogar agromecánico de Tafí Viejo. Estos se suman al centro de internación Las Moritas, que funciona desde mediados de 2009 en La Aguadita.
- Un círculo vicioso. - Según las madres de adictos, en sólo 10 cuadras de La Costanera, en el sector de la capital, se pueden contabilizar más de 100 “transas”. Los vecinos reconocen que la Policía hizo muchos allanamientos desde que estallaron las denuncias en el barrio. Pero aseguran que cuando detienen a un dealer el negocio no termina porque dejan a sus familias trabajando. Del lado de la capital están los barrios en los que más operativos se realizaron. En Alderetes y Banda del Río Salí también se desarrollaron innumerables procedimientos. Los vecinos comentaron que la mayoría de los transas que cayeron presos, lograron permisos para salir de la cárcel y están vendiendo drogas otra vez.
- Nuevas preocupaciones. - Hay una situación que preocupa a los vecinos de la Costanera en los últimos meses. Ellos están convencidos de que, por los olores que sienten, se están multiplicando las cocinas de droga en la zona. “Sabemos que diluyen pasta base con ácido muriático y gasoil. El olor es insoportable”, denuncia Elsa Juárez, mamá de un joven adicto. “Y vemos otra cosa: como han aumentando los operativos en el sector de la capital de la Costanera, los dealers cruzaron el río y se instalaron mayormente en El Palomar. Se los puede encontrar en todas las cuadras. Actúan con total impunidad. Y buscan que los adictos sean sus “soldaditos” a cambio de droga. Los tienen dominados”, añadió.
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Hospital Avellaneda
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