“Siento una tristeza en el alma al ver lo que ha pasado en un lugar lleno de gente buena”

Un médico catamarqueño llegó a El Rodeo en medio del temporal; entonces dejó su auto para hacerse cargo de la ambulancia Con la dolorosa carga de 13 muertos y 12 personas desaparecidas, la gente de la villa veraniega trabaja para ponerse de pie. Video.

COLABORAN TODOS. Policías, bomberos voluntarios y lugareños se sumaron a la tarea de limpiar el pueblo. FOTOS DE MARIO QUIROGA COLABORAN TODOS. Policías, bomberos voluntarios y lugareños se sumaron a la tarea de limpiar el pueblo. FOTOS DE MARIO QUIROGA
27 Enero 2014
“Aquí en El Rodeo hay muchos héroes anónimos”, aseguró el doctor Juan Manuel Córdoba. El médico de 63 años vive en la capital catamarqueña pero tiene una casa en la villa veraniega. Hacía allí se dirigía el jueves a la noche cuando se encontró con el temporal que acabaría con la vida de 13 personas.

“Llegué a las 22.15 a El Rodeo”, le contó Córdoba a LA GACETA. “Cuando vi el desastre -agregó el médico- paré y me hice cargo de la ambulancia”. El hombre explicó que en ese momento sólo había enfermeros, ya que la tormenta y la creciente del río Ambato les impedía llegar a los médicos. Córdoba no dudó un instante y se puso al frente de la situación hasta las 3, cuando llegó otro profesional para relevarlo. “Atendí a personas graves y a muchos enfermos con ataques de asma”, recordó.

Pero la heroica participación del doctor Córdoba no fue la única. Cómo él mismo indicó, fueron muchas las personas que vencieron al miedo para ayudar a los demás. Tal es el caso de Fernando Sosa, un hombre de 69 años que trabaja como albañil en la casa de Córdoba. “El señor que me está construyendo la casa me contó que a las 23.30 (del jueves) escuchaba gritos de socorro; buscó una linterna y se metió 50 metros al río para salvar a una persona. Era el juez Polo Acosta. Me caen las lágrimas cuando se lo cuento”, relató el hombre con la voz entrecortada. Córdoba destacó que esa trágica noche el albañil también ayudó a rescatar a otras personas. “Acá hay muchos héroes anónimos, pero uno tiene nombre y apellido y es Fernando Sosa”, remarcó con orgullo.

Los desaparecidos

Ayer la situación era más calma, según señaló Córdoba. “Hay tranquilidad, pero recién un lugareño me decía que él cree que los desaparecidos son muchísimos más de los que se cuentan oficialmente”, sostuvo.

La tristeza de Córdoba se notaba en su voz, en sus palabras y en su respiración. “Es desalentador ver cómo ha quedado el pueblo. Siento una tristeza en el alma al ver lo que ha pasado en un lugar lleno de gente buena, donde nadie roba, donde nadie pone llave porque no hay inseguridad. Lo puedo decir porque tengo hace 40 años esta casita. Lo que más duele es la gente desaparecida”, lamentó el médico.

El doctor Córdoba iba a emprender anoche el regreso a San Fernando del Valle de Catamarca. Allí iba a reencontrarse con su familia después de haber convivido con la tragedia.

“Por suerte la situación ya está más calma, vinieron bomberos voluntarios de Córdoba, está Gendarmería y mandaron donaciones desde otras provincias”, agradeció.

“El río tomó mi casa”

El mismo sentimiento de angustia aquejaba a Roberto Cabrera, un agricultor que tiene una casa de veraneo a unos 200 metros del río Ambato. “Esa noche con mi familia logramos escapar en el momento justo. Momentos antes de la creciente la tierra comenzó a temblar; el ruido de las piedras era tan intenso y la casa se sacudía de tal manera que llegamos a pensar que era un terremoto”, narró el hombre.

Roberto y su familia huyeron en auto hacia una parte más alta de la villa. Pero cuando pudieron retornar se encontraron con la vivienda tapada de barro. “En cuestión de segundos la creciente tomó mi casa. Se llenó de barro. Me arrastró las puertas de los dormitorios con bisagra y todo” describió. El hombre calificó al fenómeno como “terrible” y contó con espanto que vio al río arrastrar piedras del tamaño de dos autos juntos.

“Todas las fuerzas vivas de la villa y de la capital se movilizaron de inmediato”, afirmó Roberto. También señaló que se inició una campaña de vacunación a modo de prevención y que ayer no se permitía el ingreso de ninguna persona que no tuviera casa en El Rodeo.

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