Por Federico Türpe
02 Febrero 2014
Si Facebook fuera un virus o una bacteria sería la mayor pandemia, por lejos, en la historia de la humanidad. En diez años contagió a casi 1.300 millones de habitantes en todos los rincones del planeta y se expande a un ritmo del 16 % mensual.
Cuando nació, el 4 de febrero de 2004, muchos gurúes le presagiaban el mismo triste final que otras redes sociales, como My Space (líder en ese momento), pero terminó sorprendiendo a todos, incluso a su propio creador, Mark Zuckerberg. En un par de años se convirtió en la red social número uno del mundo, liderazgo que mantiene hasta hoy con comodidad.
Una reciente investigación de la Universidad de Princeton pronosticó que en 2017 Facebook habrá perdido el 80% de sus usuarios y que será el comienzo del fin del gigante de internet. No conocemos en profundidad el estudio pero la salud de Facebook hoy sigue siendo óptima. En 2013 facturó casi 8.000 millones de dólares, de los cuales 1.500 millones fueron ganancias, tres veces más que el año anterior, donde obtuvo 523 millones de dólares. Este fuerte crecimiento del negocio se debió a fuertes cambios que impulsaron Zuckerberg y Sheryl Sandberg (directora operativa de la empresa) en su estrategia publicitaria. Sólo en el último trimestre de 2013 Facebook incrementó el 63 % sus ingresos publicitarios. Zuckerberg y Sandberg anunciaron importantes novedades estratégicas para los próximos tres, cinco y 10 años. Fue una forma de acompañar el optimismo que generó entre los inversores el fuerte crecimiento de 2013, frente al pesimismo que produjo la meseta de 2012.
No sirven los pronósticos con las redes sociales, todos se equivocan. Lo cierto es que hoy 550 millones de personas abren Facebook todos los días y cuesta creer que en sólo tres años esa costumbre vaya a cambiar. Aunque tres años para los tiempos de internet es como un siglo.