Rescatan un busto de Evita que estuvo enterrado durante casi 60 años

La escultura fue arrancada de la plaza de Concepción en 1955, por gente que apoyaba el golpe, y luego escondida por familias peronistas.

CORTADA EN DOS. La escultura será soldada para que recupere su forma original. LA GACETA / Fotos de Ricardo Reinoso CORTADA EN DOS. La escultura será soldada para que recupere su forma original. LA GACETA / Fotos de Ricardo Reinoso
Los memoriosos recuerdan que en 1955, cuando cayó Perón, la plaza principal de Concepción fue escenario de un enfrentamiento: mientras un grupo se dedicó a destruir el busto de bronce de Eva Duarte que estaba instalado allí, unos pocos trataron de protegerlo. El resultado fue que la escultura terminó arrancada de su pedestal, partida en dos, y escondida bajo tierra. Permaneció oculta durante casi 60 años. Hace poco, ante la emoción de los militantes, fue sacada a luz y quieren restaurarla.

Uno de los impulsores de la iniciativa, Leandro “Pocho” Ibarra. Fue quien recibió hace poco la escultura de manos de otro militante peronista. Considera que tiene un gran valor histórico, que excede lo partidario. “Sabemos que el busto se hizo por encargo de obreros de la Fotia. Fue instalado en el centro de la plaza Mitre a fines de 1952. Cuando vino el golpe cívico-militar de 1955, algunas personas lo arrancaron de su pedestal y lo pasearon arrastrándolo, como si fuera un trofeo. Llegaron a decapitarlo y lo dejaron tirado. Lo rescató gente peronista que lo enterró en los fondos de una casa y lo mantuvo oculto durante 59 años”, contó Ibarra.

Ahora, con la ayuda del concejal Raúl Flores, de Concepción, y del artista plástico Julio Villafañe, de Aguilares, están promoviendo una campaña para la restauración del busto y su reinstalación en la plaza principal de Concepción el 26 de julio, aniversario de la muerte de Evita.

“Ella no pertenece al peronismo -aclaró “Pocho” Ibarra-. Surgió de allí, pero hoy es una referente a nivel mundial. Donde hay una lucha contra la injusticia, ahí está la figura de Evita a través de lo que ella pensaba y sentía”.

Escultor

Flores, por su parte, mencionó que en toda la ciudad de Concepción se habló siempre del busto de Evita que habían escondido, pero nadie conocía su paradero. “Cuando lo vi sentí una gran emoción y supe que era un patrimonio de la sociedad que se debía recuperar -explicó Flores-. Primero vamos a exhibirlo en la plaza. Que la gente lo conozca y aporte su firma para que pidamos que vuelva a su lugar original”, anticipó el edil, integrante de la comitiva que trasladó la obra al taller del escultor Guillermo Rodríguez, que se encargará de restaurarla.

El artista dijo que la restauración del bronce tiene sus particularidades. “Cuando uno se enfrenta a una pieza así, el riesgo está en pretender dejarla como nueva. Pero no queremos eso sino mantener las marcas que ha dejado en ella su historia -aclaró-. Lógicamente, vamos a unir la cabeza con el torso para que vuelva a ser una sola pieza, sin que la soldadura sea tan visible. Hay que reparar el hundimiento que tiene en el maxilar (producto de un golpe), pero otras huellas de raspaduras podrían quedar”.

Rodríguez estudió en el Instituto Técnico de Restauración de Buenos Aires, dirigido por Domingo Telechea, que fue quien restauró el cadáver de Eva Perón en 1974.

Valor artístico

Consultada sobre el tema, la vicedecana de la Facultad de Artes, Silvia Agüero, comentó que vio la escultura y que la conmueve su “historia novelesca”. Considera que tiene un valor importante porque es una obra en bronce. “Casi nadie trabaja en bronce en el país porque es complicado, es caro, y las fundiciones son escasas -aclaró-. Esta es una obra de calidad artística, más allá de lo emotivo e ideológico, hecha en un material noble, que no cualquier escultor podía trabajar”.

La experta colaborará con el emprendimiento, tratando de encontrar el origen de la obra, que podría ser una copia del original, ya que no tiene firma. “Hay que sentarse en la biblioteca y hacer un estudio comparativo, ver obras de los escultores del peronismo -dijo-. Hay elementos llamativos, como los aros que tiene y la forma del rodete. Es importante resguardar una obra de esta calidad para el patrimonio de la provincia. Forma parte de nuestro acervo cultural. Hay que exhibirla más allá de la cuestión ideológica”.

En la recuperación del busto desempeñó un importante papel Víctor Sánchez, que se enteró de dónde se encontraba y convenció a su poseedor (pidió anonimato) de la necesidad de regresarlo a la comunidad. “Esta persona me dijo que su abuela tuvo el busto en su casa, en el patio. Cuando llega el gobierno de facto tuvo que esconderlo. Después la señora falleció y el busto quedó guardado. Ahora su nieto tuvo la grandeza de entregarlo”, señaló.

Testigos

Un testigo del derribo de la escultura en 1955 fue Julio René “Nino” Charcas, que cuenta cómo lo ataron con cadenas a un tractor y lo tiraron. “Hubo un compañero peronista que se puso delante del busto, Salim Nacul (ya fallecido), resistiéndose a que lo retiraran. Pero ante 30 o 40 personas enardecidas no pudo hacer nada. Lo arrancaron y lo arrastraron alrededor de la plaza Mitre”, dijo Charcas, que a sus 76 años recuerda conmovido el paso de Eva Perón por Concepción, a bordo del Tren de la Esperanza.

Una de las familias peronistas que cobijó al busto de Evita lo tuvo exhibido en el living de su casa, a pesar del riesgo que esto suponía durante la última dictadura. “Mi madre, Rafaela del Tránsito Pino de Barrionuevo, junto con otras mujeres intentó defender el busto cuando vieron que iban a arrancarlo del pedestal. Vieron cómo lo cortaron con soplete y lo arrastraron tirándolo con cadenas -contó la ex concejal Teresa Barrionuevo de Iramain-. Después estuvo en un depósito de la Municipalidad, hasta que el intendente se lo entregó a mi madre. Ella lo puso en la primera habitación de la casa. Cuando nos allanaron, en 1976, los militares le hacían la venia al busto de Evita”.

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