“El desafío es tener una producción sustentable”

Scandaliaris y Digonzelli concluyen que la quema perjudica la calidad de la caña, y destruye el RAC y afecta la cobertura orgánica

EN TUCUMÁN. La producción cañera está capacitada para transformarse en una actividad productiva sustentable y amigable con el medio ambiente. EN TUCUMÁN. La producción cañera está capacitada para transformarse en una actividad productiva sustentable y amigable con el medio ambiente.
11 Abril 2014
En Tucumán, y en el mundo, el cultivo de la caña de azúcar se encamina hacia sistemas productivos más sostenibles y amigables con el ambiente y la comunidad.

Conforme a esta premisa, es una realidad insoslayable la necesidad de eliminar la quema como una práctica asociada a la cosecha de los cañaverales.

La quema de la caña de azúcar, antes de la cosecha (en pie o en los apilados), es una práctica que perjudica la calidad de la materia prima que se envía a la fábrica, ya que ocasiona la pérdida de parte del azúcar contenida en el tallo.

Por otra parte, la quema del residuo que queda después de la cosecha “en verde” del cañaveral (RAC o Residuo Agrícola de Cosecha) representa, además de una práctica ambientalmente negativa, la perdida de una cobertura orgánica sobre el suelo, que constituye un verdadero “valor” para la producción de caña de azúcar.

El Subprograma Agronomía de Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) viene trabajando, desde hace muchos años, en el análisis y la evaluación de las alternativas sustentables de manejo del RAC, ninguna de la cuales implica la quema del mismo, afirmaron Patricia Digonzelli y Jorge Scandaliaris.

Estas alternativas son: 1) Dejarlo sobre la superficie del suelo como cobertura (mulching); 2) Incorporarlo en los primeros centímetros del suelo y, 3) Enfardarlo y retirarlo del campo para darle diversos usos, entre ellos, la obtención de energía.

Los trabajos de investigación de la Eeaoc han evidenciado que el RAC, cuando se lo deja como cobertura sobre el suelo, mejora la conservación de la humedad edáfica, ya que reduce la evaporación y favorece la infiltración del agua de riego y/o lluvia en el suelo. Esto representa una gran ventaja en las condiciones de Tucumán, donde la caña se produce en secano (sin riego) y la primavera es seca.

En campañas como las tres últimas, donde la sequía fue importante y prolongada, este efecto positivo de la conservación del RAC sobre el suelo significó mayores producciones de caña/ha.

Además, nuestros trabajos han mostrado que “el residuo de cosecha aporta una cantidad importante de materia orgánica, mejora la fertilidad, favorece el reciclado de nutrientes, protege al suelo de la erosión, permite el desarrollo de microorganismos benéficos, reduce la población de malezas (especialmente las anuales originadas de semilla) y permite disminuir las labores de cultivo”, comentaron los investigadores consultados.

Tomando en cuenta todo esto, “conservar el RAC sobre la superficie del suelo es una práctica muy beneficiosa para la producción de la caña de azúcar en regiones como el Pedemonte y la Llanura Chacopampeana”.

En zonas del área cañera de Tucumán, donde debido a problemas de drenaje o de napa freática las condiciones de humedad pueden ser excesivas, por ejemplo en algunas zonas de la Llanura Deprimida, “las opciones de manejo del RAC pueden ser incorporarlo en el suelo o retirarlo del campo mediante el enfardado”.

“El manejo del cañaveral sin quema es una realidad posible y deseable para Tucumán. Hoy, en nuestra provincia, el sector productivo cañero cuenta con alternativas suficientes para afrontar el desafío de una producción de caña de azúcar sustentable, atribuyéndole al residuo agrícola de la cosecha su verdadero valor”, dijeron. “Este cambio de visión en la actividad azucarera y el esfuerzo conducente a lograr sistemas productivos más sustentables”, con la consecuente valorización del RAC, “debe estar acompañado por la concientización de toda la comunidad en relación al manejo del fuego”, a fin de evitar las quemas accidentales y/o intencionales de los campos tucumanos.

Mesa de Gestión

El Programa de Certificación se implementó con la colaboración de la Mesa de Gestión Ambiental de Cruz Alta que integran: Secretaría de Medio Ambiente, Eeaoc, Siprosa, Defensa Civil, Subsecretaría de Asuntos Agrarios y Alimentos, Fiscalización Ambiental, Grupo CREA Cañaverales de Tucumán, Bomberos Voluntarios de Las Talitas, Sociedad Rural de Tucumán, Asociación Cañeros Unidos, Fundación Pro-Yungas, Cooperativa de Trabajo Agropecuario La Merced, Transener, Central Térmica El Bracho y productor cañeros.

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