Según los ingleses, “Cristina está debilitada y aislada”

“The Economist” califica de inútil a Boudou

12 Abril 2014
BUENOS AIRES.- La revista británica “The Economist” consideró “debilitada y aislada, pero todavía poderosa” a la presidenta, Cristina Fernández, en un anticipo de la nota que publicará hoy sobre el “psicodrama” de la jefa de Estado.

El texto, que considera un “inútil” al vicepresidente, Amado Boudou, recuerda que años atrás, “en una cena en la residencia presidencial”, hubo una “pelea entre el presidente, Néstor Kirchner, y uno de sus ministros”, a quien el fallecido ex mandatario luego “le pidió que regrese a terminar de comer”.

“El ministro dudó, pero aceptó; cuando se estaba sentando nuevamente, la mujer del Presidente, la entonces senadora Cristina Fernández de Kirchner (CFK), lo paró y le dijo ‘Quien se levanta una vez de mi mesa, nunca más se sienta con nosotros otra vez”, reveló.

“The Economist” abordó “el psicodrama de CFK”, cuya actitud exige “lealtad, no debates”. “Problemas económicos y una caída en su aprobación la han debilitado. Pero se mantiene como la política más poderosa”, indicó la nota, que mencionó una economía que se contraerá, una inflación de más del 35% y caída de reservas”.

La revista inglesa sostuvo que Kirchner era su “compañero y protector” y que la Presidenta “se acostumbró a estar a cargo de todo”, con un círculo íntimo al que “pocos” acceden. “En materia económica, su mayor debilidad, la Presidenta confía en Juan Carlos Fábrega, titular del Banco Central, y en Axel Kicillof, su joven y dogmático ministro de Economía. Pero el verdadero círculo íntimo consiste de dos personas. Su consejero más cercano es Carlos Zannini, secretario de Legal y Técnica. Los cercanos lo llaman ‘El Chino’ por su tendencia maoísta durante los ‘70. Su otro confidente es su hijo, Máximo, quien abandonó la universidad y vive en la Patagonia. Si bien no tiene un cargo electoral, Máximo tiene mucho poder como fundador y líder de ‘La Cámpora’, una agrupación juvenil cuyos seguidores ocupan cargos directivos en empresas públicas y privadas”.

En la segunda parte del texto, enfatizó que “dar marcha atrás no es parte del estilo de la Presidenta. La palabra ‘error’ no está en su vocabulario”. “The Economist” también aludió al “pragmatismo” de Cristina, a partir de gestos como “la compensación a Repsol, nueva y más creíble estadística sobre inflación, un recorte a los subsidios de agua y gas, y una relación más amistosa con Jorge Bergoglio, ex arzobispo de Buenos Aires conocido ahora como el papa Francisco”.

“Este avance hacia la ortodoxia será el rasgo del fin del mandato. No está en su naturaleza ejecutar una vuelta en ‘U’; nadie en su círculo íntimo la instará a hacerlo. Buscará prevenir un colapso de la economía”, aseguró la publicación. Para la revista “no está claro qué hará Fernández al dejar el poder. La operación en el cráneo en 2013 podría haber cambiado sus planes. Querrá mantener influencia, al menos para evitar que sus enemigos investiguen acusaciones sobre lavado de dinero y corrupción en su círculo”, deslizó “The Economist”. (DyN)

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